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«Soy catequista», un tema que destaca el tesoro de la fe

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La Delegación de Catequesis de la Diócesis de Málaga encargó al sacerdote malagueño Fermín Negre, fundador del grupo Ixcís, una canción dedicada a los catequistas que se presentó en el Encuentro Diocesano de Catequistas celebrado en el Colegio Gamarra y que ya está disponible para todos en las redes sociales. Aquí puedes ver y escuchar la canción «Soy catequista».

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«No se trata de una canción para los niños -también se podrían unir para cantarla-, sino precisamente para quienes ejercen este ministerio tan fundamental en las parroquias. Una canción que habla de un modo simpático de agradecer el don recibido y el gozo de compartir el tesoro de la fe con los más pequeños, los jóvenes y los adultos; asimismo, de sentirse enviados a ser sal, luz y amor de esa buena noticia a través de la propia vida y del anuncio», explica Fermín Negre.   Al final del vídeo se puede ver la presentación de la canción en el Encuentro Diocesano de Catequesis celebrado en el Colegio Gamarra, «un desborde de alegría», en palabras de quienes lo vivieron. 

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Gaucín: Ermita del Santo Niño

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La ermita está situada en una de las torres del Castillo del Águila y hubo un tiempo en que fue el polvorín y cuartel. Construida en el siglo diecisiete, ofrece preciosas yeserías recargadas con florones de estuco en su cúpula y en la capilla lateral.

Esta ermita también se conoce como la Ermita del Encuentro, al ser éste el lugar en el que según cuenta la tradición Juan Ciudad (San Juan de Dios) tuvo el encuentro con el santo Niño en agosto de 1536. En el interior encontraremos la imagen de San Juan de Dios en talla de madera policromada.

Horarios de visita:

Invierno (1 de octubre al 30 de mayo): 10.30 a 13.30 y 16.00 a 18.00 horas

Verano (1 de junio al 30 de septiembre): 10.30 a 13.30 y 18.00 a 20.00 horas

Francisco García Mota, hijo adoptivo de Gaucín, explicaba la historia de la devoción más popular de esta localidad de la Serranía, el Santo Niño, con las siguientes palabras: 

Corría el año 1536, era el 8 de septiembre cuando Juan Ciudad iba camino de Gaucín, procedente de Gibraltar, cargado de libros para vender. En un momento del camino se encontró a un niño descalzo, con los pies heridos y le dijo: “mis zapatos no te quedan bien pero yo te llevaré”, y fue entonces cuando se lo echó al hombro y así, llegaron a una fuentecita donde Juan fue a refrescarse, cuando de repente vio que el niño mudaba su apariencia y le decía: “Juan, Granada será tu cruz” y desapareció. Juan de Dios, como se le conoce posteriormente, se fue a Granada y realizó la labor humanitaria tan enorme que todos conocemos y por la que sería canonizado en 1690 por el papa Alejandro VIII.

El joven Juan hizo una imagen del niño tal y como a él se le apareció, y la llevó a Gaucín como un recuerdo de sus vivencias. Desde entonces para Gaucín, el Santo Niño es fundamental para la vida del pueblo. Esta localidad vive alrededor del Niño, y como no tienen una imagen del Resucitado, para Gaucín el Niño simboliza al Señor que, como Resucitado, se apareció a San Juan de Dios. Por eso, durante muchos años se ha sacado su imagen en procesión el Domingo de Resurrección, día en el que también se celebra otra tradición muy popular, como es el Toro de Cuerda.

Por curioso que parezca, la patrona de la localidad es la Virgen de las Nieves pero, el pueblo vive alrededor del Niño. La gente no puede vivir sin el Niño. Los gaucineños van a contarle sus dolores y allí encuentran su consuelo.

Son tres los lugares donde se venera esta imagen del Santo Niño: la ermita situada en el Castillo del Águila, la parroquia de San Sebastian y la Ermita del Encuentro, junto a la fuente de la Adelfilla, que fue el lugar donde se le apareció el Santo Niño al entonces Juan Ciudad.

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«Soy catequista», el nuevo éxito musical diocesano

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La Delegación de Catequesis de la Diócesis de Málaga encargó al sacerdote malagueño Fermín Negre, fundador del grupo Ixcís, una canción dedicada a los catequistas que se presentó en el Encuentro Diocesano de Catequistas celebrado en el Colegio Gamarra y que ya está disponible para todos en las redes sociales. Aquí puedes ver y escuchar la canción «Soy catequista».

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«No se trata de una canción para los niños -también se podrían unir para cantarla-, sino precisamente para quienes ejercen este ministerio tan fundamental en las parroquias. Una canción que habla de un modo simpático de agradecer el don recibido y el gozo de compartir el tesoro de la fe con los más pequeños, los jóvenes y los adultos; asimismo, de sentirse enviados a ser sal, luz y amor de esa buena noticia a través de la propia vida y del anuncio», explica Fermín Negre. 

Al final del vídeo se puede ver la presentación de la canción en el Encuentro Diocesano de Catequesis celebrado en el Colegio Gamarra, «un desborde de alegría», en palabrs de quienes lo vivieron. 

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Profesores reflexionarán sobre los retos de la IA en la Educación

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Bajo el título ‘El futuro al servicio del docente’, los profesores malagueños tienen una cita en Casa Diocesana Málaga los días 14 y 15 de febrero en la XII edición de las Jornadas Fundación Victoria. La Inteligencia Artificial (IA) y su implicación en el ámbito educativo será el hilo conductor de las jornadas.

En esta duodécima edición, contarán con la participación de Juan Antonio Perteguer, cofundador de los colegios Edith Stein y Chesterton de Madrid y director del Máster en Dirección de Centros Educativos Católicos de la Universidad CEU San Pablo, y patrono de de la Fundación Vaticana Renaissance, dedicada a la ética en la IA, que hablará sobre ‘IA y Educación Católica: ¿Amenaza, oportunidad o transformación?

Por su parte, el doctor en Biología Borja Blanco Vives, profesor en el colegio Maristas de Cartagena, formador en Edelvives, Selba y CPR en innovación educativa, inteligencia artificial y pedagogía, titula su ponencia: ‘Inteligencia Artificial en docencia. Encendiendo la chispa de la creatividad‘ y dirigirá una dinámica con los asistentes. 

Además, se realizará durante la jornada del sábado la presentación de la plataforma “Elegimos la Vida”, por parte de Francisco García Villalobos.

Las entradas ya están disponibles en la página web de Fundación Victoria.

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Benamaurel prepara con solemnidad la recepción de la reliquia de San León Magno

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Benamaurel prepara con solemnidad la recepción de la reliquia de San León Magno

La Parroquia de Nuestra Señora de la Anunciación de Benamaurel, la Hermandad de San León Magno y el pueblo entero preparan para el próximo 5 de abril, sábado, la recepción de la reliquia de primer grado del patrón que la Santa Sede ha concedido al pueblo, uno de los dos municipios españoles en contar como patrón con el insignie Papa. El párroco, Joaquín Caler, ha explicado que al tratarse de un hecho excepcional, el poder contar con una reliquia, un fragmento de hueso del propio San León Magno, estamos preparando su recepción con la máxima solemnidad posible. «Es el propio San León, un resto suyo, el que viene a Benamaurel, para quedarse para siempre entre nosotros», ha asegurado el párroco quien ha anunciado que, junto con la hermana mayor de la Hermandad patronal de San León, Rosa Trabalón y el historiador local, Miguel Ángel Martínez, se está preparando todo para que Benamaurel pueda vivir un día histórico.

El obispo de Guadix, Monseñor Francisco Jesús Orozco, portará la Santa reliquia hasta la ermita del patrón donde será recibido por el párroco, la Hermandad, el Ayuntamiento y el pueblo de Benamaurel. Desde allí partirá en solemne procesión hasta la Iglesia, donde se celebrará solemne misa en el día en el que Benamaurel celebra como cada año, el patronazgo del insigne Papa. En la Eucaristía, presidida por el prelado accitano, interpretará sus solemnes Cantos la escolania de Guadix, contratada para la ocasión por la parroquia.

La hermandad y la parroquia, están en proceso de adquisición de un relicario donde depositar la reliquia procedente del Vaticano. El prelado ha conseguido, con sus gestiones, la donación para Benamaurel de dicha reliquia tras la petición efectuada por el párroco y la hermandad con el asesoramiento histórico de Martínez Pozo.

Benamaurel ha contado siempre con una imagen de San León Magno, patrón desde tiempos inmemoriales. Tanto la imagen como la reliquia anteriormente existente en Benamaurel, fueron destruidas durante la guerra civil. Con la incorporación de la actual reliquia, Benamaurel, volverá a contar con la presencia real de este resto de su patrón. El párroco ha señalado que el próximo 5 de abril, será un día excepcional para la parroquia, para la hermandad y para todo el pueblo de Benamaurel.

«La imagen de nuestro Santo Patrón es muy querida, pero no deja de ser una imagen, la reliquia es mucho más porque significa que realmente San León va a estar con nosotros para siempre, por lo que es un motivo de alegría y para dar gracias a la Santa Sede, a las gestiones de nuestro obispo y a Dios por lo que supone de gracia concedida a nuestro pueblo», ha asegurado rl párroco, Joaquín Caler.

Rafael Troyano

Benamaurel

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Nadar y guardar la ropa: carta por la campaña de Manos Unidas

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Otra vez Manos Unidas. Cada mes de febrero adelantan el tiempo de cuaresma, aunque este año caiga tarde. Es una llamada de atención para salir de nuestros espacios de confort y volver la mirada a tantas personas vecinas que, en otras latitudes, nos suplican que compartamos nuestra parcela de abundancia. Y esto molesta. ¿De qué puedo desprenderme? ¿Cuánto de mi dinero debo compartir? ¿Y de mi tiempo? El corazón se cierra cada vez más y lo más peligroso es que, paso a paso, va dejando de amar.

Aunque tantas veces nos quejemos, nosotros nadamos en aguas tranquilas, pues no hay más que echar una ojeada a los espacios que habitamos y descubriremos cuánto acumulamos, cuánto nos sobra, qué pocas cosas nos son necesarias, y ¡cómo nos agarramos a ellas! En el fondo, muchas veces, tenemos el síndrome de la urraca.

Cuando contemplamos los carteles o los pequeños vídeos que nos pasan los equipos de Manos Unidas, nos damos cuenta, en tantas naciones del mundo, de la falta de alimento, de agua, de escuelas, de ambulatorios … y una larga lista de carencias elementales para vivir con dignidad. Todo eso, nosotros sí disfrutamos de ello, aunque quizás nos falte la sonrisa de aquellos que nos miran desde el otro lado.

Las fotos de niños y niñas, de madres, de pequeñas comunidades enteras, nos están reclamando con sus miradas que salgamos de la indiferencia. No hay ningún tipo de reivindicación en sus gestos, en sus juegos de niños, o mientras escriben en la pizarra con las tizas, o se colocan ante la cámara con sus mejores galas, ellos no piden nada, simplemente viven, más o menos, con lo que tienen y nos miran.

Pero ¿y nuestra mirada? Decía que Manos Unidas nos adelantan la cuaresma todos los años, porque su llamada, cuando febrero amanece, está dirigida a que abramos el corazón, como exige todo camino de conversión. Después de la Navidad y sus gastos en comidas y regalos, muchas veces abundantes, después de la cuesta de enero y todas las demás cuestas, es necesario salir del letargo y conjugar en plural el verbo amar.

Al final la Palabra de Dios nos pone en nuestro sitio: “Pero si alguien nada en abundancia y, viendo que su hermano está necesitado le cierra el corazón, ¿tendrá valor para decir que ama a Dios?” 1 Juan 3,17. Después de esto no podemos seguir nadando y guardando la ropa, ha llegado el momento de compartir para ser conscientes que amamos a Dios porque él también nos ama, en plural, a TODOS. ¡Ánimo y adelante!

+ Antonio Gómez Cantero

Obispo de Almería

Carta Pastoral campaña de Manos Unidas: «Compartir es nuestra mayor riqueza»

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Queridos fieles diocesanos:

Con motivo de la Campaña de Manos Unidas 2025, me dirijo a vosotros, con corazón esperanzado y lleno de gratitud por el trabajo constante que nuestra Iglesia realiza en favor de los más vulnerables. Este año, el lema que nos convoca, «Compartir es nuestra mayor riqueza», nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como cristianos en la construcción de un mundo más equitativo y solidario; luchando contra el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la falta de educación.

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: «La apropiación de bienes es legitima para garantizar la libertad y la dignidad de las personas, para ayudar a cada uno a atender sus necesidades fundamentales y las necesidades de los que están a su cargo» (n. 2402). Pero este principio no olvida algo fundamental que está en la base de la fe cristiana y que a ningún creyente resulta extraño: Dios creador es el único Señor absoluto de todo lo creado. Nuestra fe nos impulsa a vivir una «economía de la fraternidad», en la que los bienes se pongan al servicio de todos y donde la dignidad de cada persona sea reconocida y protegida. Jesucristo nos enseñó que el amor al prójimo es el mandamiento más grande. Y, este amor no es solo un sentimiento, sino una acción concreta que busca la justicia y el bienestar de todos, especialmente de los más desfavorecidos.

La urgencia del momento

Sabemos bien que en el mundo hay graves injusticias que se deben a muy diversas causas y que tienen diferentes manifestaciones. Una de ellas es la enorme distancia que separa a los pueblos ricos de los que no han alcanzado todavía los niveles básicos en recursos materiales y en instrumentos para conseguirlos, en medios de producción agrícola e industrial, en acceso a la educación, a la seguridad social y a la sanidad. Sus gentes son las que mueren de hambre año tras año; sus niños son los que no sobreviven a la primera infancia y los que en su más tierna edad son víctimas de los más indignos abusos. La solución de estos problemas afecta, indudablemente a la solidaridad universal entre los gobiernos de todo el mundo. Pero perderíamos la razón si nos consideráramos exentos de toda responsabilidad, la justicia social también depende de nosotros.

¿Cómo podremos responder a esta urgencia del momento? Primero, a través de nuestra oración, poniendo en manos de Dios a las comunidades que sufren y pidiendo la fortaleza para ser instrumentos de su amor. Segundo, mediante nuestro compromiso solidario, participando activamente en las iniciativas de Manos Unidas, ya sea a través de donaciones, voluntariado o promoviendo proyectos de desarrollo sostenible. Debemos mirar al futuro con esperanza, ampliar el horizonte de nuestros objetivos y pensar, muy seriamente, en la responsabilidad que tenemos para la construcción de un mundo nuevo, para mejorar el futuro de este mundo que el Señor ha puesto en nuestras manos.

La acción concreta

La ayuda encomiable de tantos voluntarios; la inmensa labor que los misioneros religiosos y seglares vienen realizando en favor de los pueblos más deprimidos; la oración, para que el Señor ablande los corazones e ilumine las mentes de quienes tenemos responsabilidad, y la tarea de sensibilización social acerca de los problemas del tercer mundo, son formas que, unidas, pueden apoyar el progresivo desarrollo de los pueblos más pobres. La caridad cristiana debe movernos a poner generosamente cuanto esté de nuestra parte; todos podemos contribuir con una ayuda económica, y colaborar así en la dotación de proyectos concretos.

En nuestra tierra jiennense, Manos Unidas sirve de una manera encomiable a los excluidos de la tierra, a través de proyectos que pretenden transformar la vida de comunidades enteras. Esta organización eclesial, inspirándose en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia, promueve dos líneas de trabajo: de sensibilización, cuyo objetivo es aumentar la conciencia y el compromiso de las personas para lograr un mundo más justo y más humano; y de cooperación al desarrollo, al adquirir medios económicos para financiar los programas, planes y proyectos de desarrollo integral. Este año, en nuestra Diócesis de Jaén, Manos Unidas cuenta con los siguientes proyectos:

Un primer proyecto en Asia, para buscar una mejora en la salud materno-infantil mediante clínicas móviles en 17 barrios marginales de Calcuta.
Un segundo proyecto en África, para mejorar la seguridad alimentaria y paliar la economía doméstica de familias en Butunduzi.
Y un tercer proyecto en América, que pretende hacer una mejora sostenible de la seguridad alimentaria en la comunidad de Montegrande.
En este año, que jubilosos conmemoramos el 2025 aniversario de la Encarnación de nuestro Señor, donde Dios se hace uno de nosotros, nuestro compromiso con los más desfavorecidos ha de manifestarse en la ayuda activa a estos proyectos con los que Jaén, a través de Manos Unidas, quiere colaborar con un mundo mejor.

Pongamos nuestras manos unidas al servicio del Evangelio, y seamos testigos de la generosidad divina que no conoce límites. Porque cuando compartimos, reflejamos el amor de Dios y descubrimos que la verdadera riqueza está en dar, en abrir nuestro corazón a los demás. Que el Señor bendiga vuestros esfuerzos para que la caridad, virtud esencial del cristiano, brille como el mejor signo de nuestra fe, y adquiera las formas adecuadas al mejor servicio a favor de los hermanos que lo necesitan.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.

+ Sebastián Chico Martínez
Obispo de Jaén

Las Familias de Jaén celebrarán el Jubileo el próximo 15 de febrero

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Enmarcado en la Semana del Matrimonio, la Delegación diocesana de Familia y Vida ha organizado una jornada de encuentro que concluirá con la celebración del Jubileo de las Familias.

Este año, la Semana del Matrimonio tiene con el lema; “Llena su corazón, hazlo latir”.

El matrimonio y la familia son pilares fundamentales de nuestra vida cristiana y, en estos tiempos, más que nunca necesitan del aliento y la luz del Señor.

Por ello, desde la Delegación se anima a las familias a ser parte activa de los actos de este año. “Este encuentro será un espacio de oración y convivencia que permitirá a nuestras familias redescubrir nuestra misión evangelizadora y profundizar en el amor. Queremos que cada familia de nuestra diócesis se sienta acogida y convocada a participar”, afirman los delegados de Familia y Vida, Isabel Sánchez y Juan de Dios García.

Para la organización es necesario rellenar el formulario indicando el número de personas de tu parroquia que van a participar. La inscripción se puede realizar en grupo o por familias.

Además, para la celebración de la Semana del Matrimonio existe una gran cantidad de materiales para poder usarlo en las parroquias (vigilia, ruta romántica, escape room, cata_quesis…) actividades de primer anuncio que podéis poner en marcha, están elaboradas por distintas delegaciones de pastoral familiar de España.

El próximo sábado, 15 de febrero, la jornada se desarrollará así:

Dará comienzo con la acogida a las 17:00 h. en la Casa de la Iglesia.

Habrá una reflexión sobre el Jubileo

Después se irá hasta el Camarín de Nuestro Padre Jesús en procesión para dar comienzo el Jubileo que continuará, a continuación, en la Catedral.

A las 19:00 horas se celebrará la Eucaristía en la Catedral

La jornada contará con una cena compartida en la que cada familia aportará algo para compartir. La delegación se encargará de la bebida.

Para terminar concierto presentación del grupo “El sonido de Betania”.

Este Jubileo será un signo de esperanza y una fuente de renovación espiritual para nuestras familias. Es un gran don que la Iglesia nos ofrece.

Carta Pastoral campaña de Manos Unidas: «Compartir es nuestra mayor riqueza»

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Queridos fieles diocesanos:

Con motivo de la Campaña de Manos Unidas 2025, me dirijo a vosotros, con corazón esperanzado y lleno de gratitud por el trabajo constante que nuestra Iglesia realiza en favor de los más vulnerables. Este año, el lema que nos convoca, «Compartir es nuestra mayor riqueza», nos invita a reflexionar sobre nuestra responsabilidad como cristianos en la construcción de un mundo más equitativo y solidario; luchando contra el hambre, la deficiente nutrición, la miseria, la enfermedad, el subdesarrollo y la falta de educación.

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: «La apropiación de bienes es legitima para garantizar la libertad y la dignidad de las personas, para ayudar a cada uno a atender sus necesidades fundamentales y las necesidades de los que están a su cargo» (n. 2402). Pero este principio no olvida algo fundamental que está en la base de la fe cristiana y que a ningún creyente resulta extraño: Dios creador es el único Señor absoluto de todo lo creado. Nuestra fe nos impulsa a vivir una «economía de la fraternidad», en la que los bienes se pongan al servicio de todos y donde la dignidad de cada persona sea reconocida y protegida. Jesucristo nos enseñó que el amor al prójimo es el mandamiento más grande. Y, este amor no es solo un sentimiento, sino una acción concreta que busca la justicia y el bienestar de todos, especialmente de los más desfavorecidos.

La urgencia del momento

Sabemos bien que en el mundo hay graves injusticias que se deben a muy diversas causas y que tienen diferentes manifestaciones. Una de ellas es la enorme distancia que separa a los pueblos ricos de los que no han alcanzado todavía los niveles básicos en recursos materiales y en instrumentos para conseguirlos, en medios de producción agrícola e industrial, en acceso a la educación, a la seguridad social y a la sanidad. Sus gentes son las que mueren de hambre año tras año; sus niños son los que no sobreviven a la primera infancia y los que en su más tierna edad son víctimas de los más indignos abusos. La solución de estos problemas afecta, indudablemente a la solidaridad universal entre los gobiernos de todo el mundo. Pero perderíamos la razón si nos consideráramos exentos de toda responsabilidad, la justicia social también depende de nosotros.

¿Cómo podremos responder a esta urgencia del momento? Primero, a través de nuestra oración, poniendo en manos de Dios a las comunidades que sufren y pidiendo la fortaleza para ser instrumentos de su amor. Segundo, mediante nuestro compromiso solidario, participando activamente en las iniciativas de Manos Unidas, ya sea a través de donaciones, voluntariado o promoviendo proyectos de desarrollo sostenible. Debemos mirar al futuro con esperanza, ampliar el horizonte de nuestros objetivos y pensar, muy seriamente, en la responsabilidad que tenemos para la construcción de un mundo nuevo, para mejorar el futuro de este mundo que el Señor ha puesto en nuestras manos.

La acción concreta

La ayuda encomiable de tantos voluntarios; la inmensa labor que los misioneros religiosos y seglares vienen realizando en favor de los pueblos más deprimidos; la oración, para que el Señor ablande los corazones e ilumine las mentes de quienes tenemos responsabilidad, y la tarea de sensibilización social acerca de los problemas del tercer mundo, son formas que, unidas, pueden apoyar el progresivo desarrollo de los pueblos más pobres. La caridad cristiana debe movernos a poner generosamente cuanto esté de nuestra parte; todos podemos contribuir con una ayuda económica, y colaborar así en la dotación de proyectos concretos.

En nuestra tierra jiennense, Manos Unidas sirve de una manera encomiable a los excluidos de la tierra, a través de proyectos que pretenden transformar la vida de comunidades enteras. Esta organización eclesial, inspirándose en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia, promueve dos líneas de trabajo: de sensibilización, cuyo objetivo es aumentar la conciencia y el compromiso de las personas para lograr un mundo más justo y más humano; y de cooperación al desarrollo, al adquirir medios económicos para financiar los programas, planes y proyectos de desarrollo integral. Este año, en nuestra Diócesis de Jaén, Manos Unidas cuenta con los siguientes proyectos:

Un primer proyecto en Asia, para buscar una mejora en la salud materno-infantil mediante clínicas móviles en 17 barrios marginales de Calcuta.
Un segundo proyecto en África, para mejorar la seguridad alimentaria y paliar la economía doméstica de familias en Butunduzi.
Y un tercer proyecto en América, que pretende hacer una mejora sostenible de la seguridad alimentaria en la comunidad de Montegrande.
En este año, que jubilosos conmemoramos el 2025 aniversario de la Encarnación de nuestro Señor, donde Dios se hace uno de nosotros, nuestro compromiso con los más desfavorecidos ha de manifestarse en la ayuda activa a estos proyectos con los que Jaén, a través de Manos Unidas, quiere colaborar con un mundo mejor.

Pongamos nuestras manos unidas al servicio del Evangelio, y seamos testigos de la generosidad divina que no conoce límites. Porque cuando compartimos, reflejamos el amor de Dios y descubrimos que la verdadera riqueza está en dar, en abrir nuestro corazón a los demás. Que el Señor bendiga vuestros esfuerzos para que la caridad, virtud esencial del cristiano, brille como el mejor signo de nuestra fe, y adquiera las formas adecuadas al mejor servicio a favor de los hermanos que lo necesitan.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.

+ Sebastián Chico Martínez
Obispo de Jaén

Diáconos permanentes y aspirantes participan en unos ejercicios espirituales

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Entre los días 31 de enero y 2 y 3 de febrero, los diáconos permanentes de la Diócesis de Jaén, junto con sus esposas, han vivido unos intensos y fructíferos ejercicios espirituales en la Casa Diocesana de Espiritualidad de la Yedra. Unos días marcados por el recogimiento, la oración y la fraternidad, en los que el Señor ha sido el centro de la meditación y la reflexión. La afluencia a dichos ejercicios ha sido muy positiva pues han asistido una gran mayoría de todos los que estaban convocados.

Estos ejercicios han estado dirigidos magistralmente por el sacerdote diocesano, D. Miguel Ángel Solas, quien ha sabido conducirnos por un itinerario de renovación espiritual y encuentro profundo con Dios. Con su acompañamiento, hemos tenido la oportunidad de reavivar nuestra vocación diaconal y fortalecer nuestra entrega al servicio de la Iglesia y de los hermanos preparando dinámicas de meditación tanto en solitario como en pareja para después hacer puesta en común.

En un momento de nuestros ejercicios fuimos visitados por el delegado del Clero, D. Raúl Contreras, para animarnos a continuar creciendo en este tan precioso ministerio.

A lo largo de estos días, la adoración al Santísimo Sacramento ha sido un pilar fundamental. Los propios diáconos hemos sido los encargados de exponer al Señor en la adoración, permitiendo, así, que cada uno de los asistentes pudiera experimentar el gozo de su presencia viva y real. Igualmente, en cada Eucaristía celebrada durante estos ejercicios, hemos tenido la gracia de predicar, compartiendo la Palabra y transmitiendo nuestras experiencias de fe y servicio.

Han sido jornadas de renovación interior, de escucha atenta a la voz de Dios y de fortalecimiento de los lazos fraternales entre los diáconos, aspirantes y esposas. Hemos regresado a nuestras comunidades con el corazón lleno de amor por el Señor y con un renovado impulso para seguir sirviendo con humildad y alegría.

Damos gracias a Dios por este tiempo de gracia y también a todos los que han hecho posible este encuentro, en especial a nuestro director espiritual, D. Miguel Ángel Solas, por su entrega y guía. Que el Señor siga bendiciendo nuestra misión y nos conceda la fortaleza para vivir cada día con mayor fidelidad nuestro ministerio diaconal.

Fran Cano de Haro
Diácono Permanente

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