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Cieza-Yecla, última vicaría en peregrinar a Caravaca

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Las peregrinaciones de las vicarías de la Diócesis de Cartagena a Caravaca de la Cruz culminaron el sábado con la de la zona pastoral Cieza-Yecla.

En una mañana de fuerte viento, los fieles de la Vicaría de Cieza-Yecla peregrinaron el sábado a Caravaca de la Cruz. Allí participaron en la Misa del Peregrino que el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, presidió en la explanada del santuario de la Vera Cruz.

La peregrinación reunió a centenares de fieles de distintas parroquias de la vicaría, con especial presencia de Abarán y Cieza, junto a feligreses de otros puntos de la Diócesis y varios grupos procedentes de Almería, Albacete, Alicante y Valencia. Antes de llegar al santuario se realizaron hasta tres estaciones jubilares en la Parroquia El Salvador, donde se invitó a los fieles a «abrazar la Cruz y pedir a Cristo poder imitarle en la entrega, el amor y el servicio».

El obispo animó a los peregrinos a «confiar en Dios y pedirle ayuda para llevar las propias cruces, las propias debilidades y limitaciones», apoyándose en la parroquia o realidad eclesial donde estén viviendo su fe en comunidad. También les exhortó a hacer esta petición a Dios: «Señor, que no me olvide nunca de ti, que confíe y vaya adelante a pesar de mis cruces, porque tú has vencido a la muerte y has abierto caminos de esperanza; que no desaparezca nunca de nuestro rostro la alegría de haberte conocido, de ser tuyos, de estar contigo y de ayudar a los demás, porque tú, Señor, nos das mucho más de lo que necesitamos».

Después de celebrar la Eucaristía y de recibir la bendición con la Vera Cruz, los peregrinos adoraron la Sagrada Reliquia en el interior del templo y continuaron la jornada en un ambiente de fraternidad.

El vicario episcopal de Cieza-Yecla, Alfonso Alburquerque, señalaba que, a pesar del tiempo nublado y de las fuertes rachas de viento, había sido «un día precioso de convivencia y peregrinación para poder ganar esa gracia de Dios que es la indulgencia en torno a la Santísima y Vera Cruz».

Con esta zona pastoral, ya han peregrinado a Caravaca de la Cruz las ocho vicarías de la Diócesis de Cartagena en este Año Jubilar. Unas peregrinaciones a las que se suman las realizadas por parroquias, instituciones, fieles y grupos de todo tipo, que continuarán a lo largo del año.

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Jesús Nazareno acude al encuentro de los mayores

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Los integrantes de la residencia Vitalia de Posadas recibieron a la imagen del Nazareno portada a hombros de sus costaleros

Los mayores de la residencia Vitalia de Posadas vivieron el pasado fin de semana una jornada muy emotiva al recibir a la imagen de Jesús Nazareno en sus instalaciones.

La Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno organizó una visita a la residencia de mayores con la imagen de su titular portada a hombros de sus costaleros, con el fin de acercarlo a los que no pueden visitarlo en su Ermita.

El párroco de Posadas, José Miguel Bracero, acompañó a los residentes para celebrar la Palabra y rezar juntos. Seguidamente, los mayores realizaron una ofrenda floral al Nazareno, mientras que, por su parte, la Hermandad los obsequió con un cuadro del Señor y balconeras con la imagen de Jesús Nazareno y de su Madre, María Stma. de los Dolores.

El párroco ha querido agradecer a la Hermandad este gesto, “una acción de caridad y amor, con la que están llevando esperanza a los más necesitados”.





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La Diócesis participa en las Jornadas de Pastoral de Migraciones en Madrid

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La Diócesis participa en las Jornadas de Pastoral de Migraciones en Madrid

El Departamento de Migraciones, que pertenece a la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana, ha organizado las XLIII Jornadas de delegados y agentes de pastoral con personas migradas, que se han celebrado del 26 al 28 de abril en Madrid, bajo el tema «Construyendo comunidades acogedoras, integradoras y misioneras».

Promover comunidades acogedoras y misioneras

La oración inicial y saludo de bienvenida, el viernes 26 de abril, alrededor de las 18.00 h., corrió a cargo del presidente de la Subcomisión para las Migraciones y Movilidad Humana, Mons. Fernando García Cadiñanos. A continuación ofreció una comunicación Jennifer Gómez, del equipo de Inclusión de Cáritas Española y las delegaciones de Migraciones de Getafe y Jaén hablaron de cómo trabajar en red y por proyectos en este tema.

El sábado, 27 de abril, el director del departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, Xabier Gómez, habló de «Comunidades acogedoras y misioneras. Marco e identidad de la pastoral  con migrantes». Posteriormente, hubo un testimonio del trabajo en la pastoral con migrantes en el mundo rural, concretamente del proyecto «Pueblos con futuro». Además los participantes trabajaron diversos temas como pastoral de migrantes y sinodalidad, experiencias de acogida y hospitalidad, sensibilización en redes sociales y su incidencia en la sociedad, así como las posibilidades de vida de los migrantes en el mundo rural.

Al final de la tarde tuvo lugar una reunión Plenaria y se realizó una síntesis para promover comunidades acogedoras, integradoras y misioneras. Ya el domingo, 28 de abril, se dieron diversas informaciones de interés y con la oración de envío concluyó el encuentro, alrededor de las 10 de la mañana.

Fuente: Conferencia Episcopal Española

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Mons. Zornoza presidió la Función Principal de los cultos del Rocío de Cádiz

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La Hermandad del Rocío en Cádiz, al igual que otras corporaciones, ya se preparan para iniciar el camino que les lleve un año más al encuentro con la Blanca Paloma.

Los días 24, 25 y 26 de este mes, la Parroquia de San José ha acogido el triduo, que ha sido predicado por el sacerdote misionero de los paúles, P. José Luis Castillo. La solemne función principal, fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza. La ceremonia, que contó con los hermanos y hermanas de la corporación, tuvo lugar la tarde del pasado sábado, y fue concelebrada por el párroco y director espiritual de la hermandad, P. Alfonso Gutiérrez, así como del vicario parroquial, P. José Manuel Roldán.

Mons. Zornoza alentó a los asistentes a que «este camino espiritual que ha supuesto el triduo que han celebrado y vivido sirva para que se continúe preparando hasta llegar a la romería y celebrar allí, junto a la Virgen del Rocío en su Santuario, un nuevo Pentecostés». De la misma manera, invitó a todos a que «este Pentecostés sea una prolongación cada día en la vida del rociero y de cada cristiano, en la vida de la hermandad, la vida de la familia…, donde se extienda el testimonio de la alegría y la paz del resucitado en el amor especialmente con los más pobres y débiles».

Una vez celebrados estos cultos, la hermandad ya se dispone a preparar el camino que emprenderá hacia la aldea almonteña el martes 14 de mayo. En la víspera de ese día se celebrará el tradicional traslado del Simpecado desde su capilla hasta el altar mayor de San José a las 21.00 horas.

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Los nuevos miembros de las fraternidades del hermano Rafael firman sus promesas

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Como cada año, las fraternidades del hermano Rafael se reunieron en el Huerto de la Beata Madre Esperanza, en Santomera, para celebrar la fiesta litúrgica de san Rafael Arnáiz. Un día de convivencia en el que los grupos parroquiales de oración contemplativa que siguen la espiritualidad de este santo estuvieron también acompañados por un grupo de laicos cistercienses del Monasterio Nuestra Señora de la Paz de La Palma (Cartagena). A lo largo de la jornada, hubo tiempo para la oración, compartir testimonios y también para la formación que fue impartida por los sacerdotes Jorge Rodríguez y Antonio Ballester. Tras la celebración de la Eucaristía, este año once nuevos miembros, que ya llevan al menos seis meses caminando en alguna de las seis fraternidades de la Diócesis de Cartagena, firmaron la promesa de pertenencia a vivir el carisma de la fraternidad del hermano Rafael, entre cuyos objetivos se encuentran crecer en la vida espiritual, orar con el canto gregoriano y conocer y profundizar en los escritos y en la espiritualidad del hermano Rafael.

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Una de cada cinco personas que participó en algún itinerario de inserción sociolaboral de Cáritas en 2023 consiguió volver al mercado de trabajo

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Un total de 199 personas encontraron empleo gracias a la labor de Cáritas en la Diócesis de Cádiz

Las personas en riesgo de exclusión tienen una tasa de paro siete veces superior al resto de la población activa. Con el objetivo de ayudar a reducir esta brecha, Cáritas acompañó el año pasado 68.065 personas en la búsqueda de trabajo, un 4,9% más que el año anterior. Una de cada cinco personas que participó en algunos de nuestros programas e itinerarios logró reinsertarse en el mercado laboral.

Así lo refleja el informe de Economía Solidaria, que un año más da cuenta -con motivo del Día Internacional del Trabajo- de la actividad desarrollada por la Confederación en un contexto marcado por el incremento de la inestabilidad y la precariedad laboral.

Cáritas dedicó el año pasado la cifra récord de 136,8 millones de euros a todas sus iniciativas de economía solidaria (programas de empleo, empresas de inserción, comercio justo). La suma es un 16,4 por ciento superior al año anterior (19,2 millones de euros más).

De ese total, 35,3 millones fueron destinados a itinerarios de inserción sociolaboral, que incluyen orientación laboral, intermediación con empresas y formación y, más de 100 millones a Economía Social. La economía social, de la que Cáritas es una de sus grandes impulsoras, representa en España el 10 por ciento del PIB.

En nuestra Diócesis de Cádiz

Acercando los datos del informe a nuestra Diócesis de Cádiz, nuestra acción para favorecer el empleo de personas en situación de dificultad laboral, se centra en ITINERARIOS DE INSERCIÓN LABORAL con personas desempleadas. Igualmente, somos Agencia de Colocación (autorizada por el Servicio Andaluz de Empleo con el número 0100000116) y realizamos, a través de ella, mediación entre empresas y participantes. Nuestros Servicios de Orientación se encuentran en Cádiz, San Fernando, Chiclana, Algeciras, Los Barrios, itinerantes en La Janda, San Roque y La Línea. Nuestra acción está implantada en todo el territorio diocesano. En 2023, hemos atendido a 656 personas, de las cuales 199 lograron una inserción laboral (30’33%). Este trabajo a favor del empleo ha sido posible gracias voluntarios y profesionales y a la colaboración de 92 empresas y 12 empleadores particulares.

Por su parte, la Escuela de Formación de Cáritas Diocesana de Cádiz ha coordinado y gestionado los espacios formativos dirigidos a la mejora de la capacitación laboral de las personas que acuden a Cáritas demandando empleo. A través de 10 voluntarios y 6 profesionales, se han realizado 17 acciones formativas en las que han participado 111 alumnos. De estos alumnos un total de 55 personas han logrado su inserción laboral (50%).

Mejorar la autonomía de las personas

“La Confederación está haciendo una apuesta clara por aumentar los proyectos de economía solidaria para ayudar a las personas en situación de exclusión a que recorran un camino digno hacia su autonomía. Es cierto que estas iniciativas vinculadas al empleo y a la economía social requieren más inversión económica, pero son más efectivas a largo plazo y tienen un efecto más recuperador de la persona”, explica Ana Heras, coordinadora de Economía Solidaria de Cáritas Española.

En la última década, Cáritas ha logrado convertirse en una de las mayores promotoras de empresas de inserción de España. Actualmente, cuenta con 68 iniciativas de economía social y 265 líneas de negocio en diferentes sectores económicos con una facturación total de 85,8 millones de euros. Esas actividades están relacionadas con el reciclaje textil, la gestión ambiental y de residuos, limpieza, transporte y mensajería y restauración. Estos proyectos generan 3.141 puestos de trabajo, de los cuales 2.348 fueron ocupados por personas en situación de exclusión en 2023.

“Como sociedad, cada recurso invertido en programas de capacitación profesional y de acceso al empleo conlleva un retorno en el medio y largo plazo tanto desde la dimensión social como desde el ámbito de económico. A través de estos programas, las personas ganan en autoestima, en reconocimiento social y en acceso a derechos, y además contribuyen de un modo activo al desarrollo económico común a través de su contribución en impuestos y en consumo”, apunta Ana Heras.

Moda re-, su buque insignia

Entre esas empresas de inserción destaca Moda re-, el buque insignia de la economía social, circular y solidaria de Cáritas. Moda re- es una cooperativa de iniciativa social pionera en el tratamiento del residuo textil en el que se integran 48 Cáritas diocesanas de todo el país. Desde su creación en 2020, se ha convertido en el mayor operador en la recogida y reciclaje de ropa usada en España y uno de los principales de todo el sur de Europa.

“Esta iniciativa tiene un triple impacto social y medioambiental. Por un lado, creamos puestos de trabajo para los colectivos con los que trabaja Cáritas y que vienen derivados de los Servicios Sociales municipales. Por otro, conseguimos prolongar el ciclo de vida de esta clase de productos y aumentar su reciclado, evitando que termine en el vertedero o sean incinerados y, por último, dignificamos el proceso de entrega de ropa a las personas en exclusión”, explica Manuel León, gerente de Moda re-.

Cada año pasan por sus plantas 44.000 toneladas de textil que son recogidos a través de 8.038 contenedores de acceso libre ubicados en todo el territorio. Esta cifra representa el 44% de todo el textil que se recoge en España. Este volumen de actividad genera más de 1.400 puestos de trabajo, el 55% reservados a puestos de inserción social para personas en situación de vulnerabilidad.

«Se trata de puestos de trabajo transitorios (entre seis meses y tres años) para mejorar el nivel de empleabilidad de la persona antes de ayudarla a insertarse en el mercado laboral. De hecho, el 30% de las personas que trabajan con nosotros acceden a un empleo normalizado tras finalizar su itinerario de inserción en Moda re-», explica Manuel León.

La ropa que se encuentra en buen estado se reutiliza a través de su venta en las más de 141 tiendas de Moda re- y de distintos corners ubicados en grandes superficies en todo el país. “Una de los valores de Moda re- es su capilaridad, ya que nuestros puntos de venta están en más de 100 ciudades españolas. Cada vez que creamos una tienda generamos empleo local de la mano de la Cáritas local, además de dar una oportunidad de acceso al consumo de ropa de segunda mano en lugares donde todavía sigue siendo un estigma para muchas personas”, indica.

Esta iniciativa ha permitido a Cáritas convertir sus tradicionales roperos en empresas de inserción a través de las tiendas de Moda re-. “Una marca de fábrica de nuestras tiendas es que permite dignificar la entrega de ropa. Ya no se trata de preparar un lote, sino de que la persona pueda ejercer como ciudadano y escoja la ropa que necesita y   que pueda hacerlo en un espacio totalmente normalizado como son nuestras tiendas”, subraya Manuel León.

INSERTA CÁDIZ SL, nuestra empresa de inserción dedicada a la actividad textil, cuenta con 107 puntos de recogida de ropa en distintas localidades de la Diócesis. Esto ha supuesto la recogida de más de 500.000 kilos de ropa, la creación de 6 empleos de inserción y la consolidación de la tienda de ropa en Cádiz.

Perfil de los participantes

El perfil de las personas que participaron a lo largo de 2023 en los distintos programas de empleo de Cáritas se mantuvo similar a años anteriores: la mayoría son mujeres (64%), de más de 45 años (39%), con estudios básicos (37%). Las personas procedentes de países no comunitarios fueron ligeramente superiores a las nacionales (56%).

“Detrás de ese perfil se dan multitud de situaciones aisladas o que se suman y que hay que ir superando para lograr el objetivo de inserción laboral. En muchas ocasiones nos encontramos con personas que carecen de competencias digitales, presentan dificultades de aprendizaje, escasa experiencia laboral o muchos problemas de conciliación familiar, además de graves carencias socioeconómicas, dificultades con el idioma y baja autoestima que lleva a la desmotivación”, señala Ana Heras.

“Toda esta realidad -añade- nos obliga a articular una atención integral, muy individualizada, y con una metodología eminentemente práctica, que acelere y facilite el aprendizaje y les ayude a superar las dificultades que les alejan del mercado laboral”.

INFORME COMPLETO

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Una de cada cinco personas que participó en algún itinerario de inserción sociolaboral de Cáritas en 2023 logró volver al mercado de trabajo

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Las personas en riesgo de exclusión tienen una tasa de paro siete veces superior al resto de la población activa. Con el objetivo de ayudar a reducir esta brecha, Cáritas acompañó el año pasado 68.065 personas en la búsqueda de trabajo, un 4,9% más que el año anterior. Una de cada cinco personas que participó en algunos de nuestros programas e itinerarios logró reinsertarse en el mercado laboral.

Así lo refleja el informe de Economía Solidaria, que un año más da cuenta -con motivo del Día Internacional del Trabajo- de la actividad desarrollada por la Confederación en un contexto marcado por el incremento de la inestabilidad y la precariedad laboral.

Cáritas dedicó el año pasado la cifra récord de 136,8 millones de euros a todas sus iniciativas de economía solidaria (programas de empleo, empresas de inserción, comercio justo). La suma es un 16,4 por ciento superior al año anterior (19,2 millones de euros más).

De ese total, 35,3 millones fueron destinados a itinerarios de inserción sociolaboral, que incluyen orientación laboral, intermediación con empresas y formación y, más de 100 millones a Economía Social. La economía social, de la que Cáritas es una de sus grandes impulsoras, representa en España el 10 por ciento del PIB.

Mejorar la autonomía de las personas

“La Confederación está haciendo una apuesta clara por aumentar los proyectos de economía solidaria para ayudar a las personas en situación de exclusión a que recorran un camino digno hacia su autonomía. Es cierto que estas iniciativas vinculadas al empleo y a la economía social requieren más inversión económica, pero son más efectivas a largo plazo y tienen un efecto más recuperador de la persona”, explica Ana Heras, coordinadora de Economía Solidaria de Cáritas Española.

En la última década, Cáritas ha logrado convertirse en una de las mayores promotoras de empresas de inserción de España. Actualmente, cuenta con 68 iniciativas de economía social y 265 líneas de negocio en diferentes sectores económicos con una facturación total de 85,8 millones de euros. Esas actividades están relacionadas con el reciclaje textil, la gestión ambiental y de residuos, limpieza, transporte y mensajería y restauración. Estos proyectos generan 3.141 puestos de trabajo, de los cuales 2.348 fueron ocupados por personas en situación de exclusión en 2023.

“Como sociedad, cada recurso invertido en programas de capacitación profesional y de acceso al empleo conlleva un retorno en el medio y largo plazo tanto desde la dimensión social como desde el ámbito de económico. A través de estos programas, las personas ganan en autoestima, en reconocimiento social y en acceso a derechos, y además contribuyen de un modo activo al desarrollo económico común a través de su contribución en impuestos y en consumo”, apunta Ana Heras.

Moda re-, su buque insignia

Entre esas empresas de inserción destaca Moda re-, el buque insignia de la economía social, circular y solidaria de Cáritas. Moda re- es una cooperativa de iniciativa social pionera en el tratamiento del residuo textil en el que se integran 48 Cáritas diocesanas de todo el país. Desde su creación en 2020, se ha convertido en el mayor operador en la recogida y reciclaje de ropa usada en España y uno de los principales de todo el sur de Europa.

“Esta iniciativa tiene un triple impacto social y medioambiental. Por un lado, creamos puestos de trabajo para los colectivos con los que trabaja Cáritas y que vienen derivados de los Servicios Sociales municipales. Por otro, conseguimos prolongar el ciclo de vida de esta clase de productos y aumentar su reciclado, evitando que termine en el vertedero o sean incinerados y, por último, dignificamos el proceso de entrega de ropa a las personas en exclusión”, explica Manuel León, gerente de Moda re-.

Cada año pasan por sus plantas 44.000 toneladas de textil que son recogidos a través de 8.038 contenedores de acceso libre ubicados en todo el territorio. Esta cifra representa el 44% de todo el textil que se recoge en España. Este volumen de actividad genera más de 1.400 puestos de trabajo, el 55% reservados a puestos de inserción social para personas en situación de vulnerabilidad.

«Se trata de puestos de trabajo transitorios (entre seis meses y tres años) para mejorar el nivel de empleabilidad de la persona antes de ayudarla a insertarse en el mercado laboral. De hecho, el 30% de las personas que trabajan con nosotros acceden a un empleo normalizado tras finalizar su itinerario de inserción en Moda re-», explica Manuel León.

La ropa que se encuentra en buen estado se reutiliza a través de su venta en las más de 141 tiendas de Moda re- y de distintos corners ubicados en grandes superficies en todo el país. “Una de los valores de Moda re- es su capilaridad, ya que nuestros puntos de venta están en más de 100 ciudades españolas. Cada vez que creamos una tienda generamos empleo local de la mano de la Cáritas local, además de dar una oportunidad de acceso al consumo de ropa de segunda mano en lugares donde todavía sigue siendo un estigma para muchas personas”, indica.

Esta iniciativa ha permitido a Cáritas convertir sus tradicionales roperos en empresas de inserción a través de las tiendas de Moda re-. “Una marca de fábrica de nuestras tiendas es que permite dignificar la entrega de ropa. Ya no se trata de preparar un lote, sino de que la persona pueda ejercer como ciudadano y escoja la ropa que necesita y   que pueda hacerlo en un espacio totalmente normalizado como son nuestras tiendas”, subraya Manuel León.

Perfil de los participantes

El perfil de las personas que participaron a lo largo de 2023 en los distintos programas de empleo de Cáritas se mantuvo similar a años anteriores: la mayoría son mujeres (64%), de más de 45 años (39%), con estudios básicos (37%). Las personas procedentes de países no comunitarios fueron ligeramente superiores a las nacionales (56%).

“Detrás de ese perfil se dan multitud de situaciones aisladas o que se suman y que hay que ir superando para lograr el objetivo de inserción laboral. En muchas ocasiones nos encontramos con personas que carecen de competencias digitales, presentan dificultades de aprendizaje, escasa experiencia laboral o muchos problemas de conciliación familiar, además de graves carencias socioeconómicas, dificultades con el idioma y baja autoestima que lleva a la desmotivación”, señala Ana Heras.

“Toda esta realidad -añade- nos obliga a articular una atención integral, muy individualizada, y con una metodología eminentemente práctica, que acelere y facilite el aprendizaje y les ayude a superar las dificultades que les alejan del mercado laboral”.

Comercio justo

Las acciones de comercio justo desarrolladas en 23 Cáritas diocesanas supusieron además una inversión de 589.587 euros. Esta red cuenta con más de 18 tiendas y 62 puntos de venta repartidos por toda España, que funcionan no solo como lugares de comercialización de productos, sino que generan espacios de sensibilización para que los consumidores visibilicen las personas y procesos que hay detrás de cada producto y contribuyan a fomentar un consumo responsable.

Finanzas éticas

Cáritas apuesta además por un modelo de finanzas que vaya más allá de la rentabilidad económica. El sistema financiero se mueve en función de las decisiones que toman personas que eligen dónde quieren invertir su dinero sin pensar muchas veces en las consecuencias que esa decisión tiene para otras. Por eso, informarse y elegir alguna de las opciones que ofrecen las Finanzas Éticas pueden ser uno de los instrumentos con mayor capacidad de transformación de la sociedad.

Dentro de esta línea de trabajo: 43 entidades de Cáritas colaboran con entidades financieras que hacen compatibles la rentabilidad económica con la consecución de objetivos sociales y medioambientales.

“Cuando nos referimos a la economía solidaria, pensamos en un mercado laboral con valores, en un sistema de finanzas éticas, en un comercio justo y un consumo responsable. Sabemos que el alcance actual de estas iniciativas es insuficiente, casi testimonial, pero evidencia que como sociedad podemos autoexigirnos una ética en todo lo que afecta a la economía. Una economía que escucha, que cuida, que suma y que cambia. Esta es la economía que queremos”, asegura la coordinadora de Economía Solidaria de Cáritas Española.

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Residentes de las Hermanitas de los Pobres, viajaron a ‘El Monte’

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Días pasados, medio centenar de residentes del Centro de Mayores de las Hermanitas de los Pobres de Jaén, se desplazaron a Monte Lope Álvarez, donde disfrutaron de una jornada intensa con diversos actos.

El impulsor de la actividad fue el capellán del centro D. Antonio Aranda, natural del lugar, llevándose a cabo un intenso y completo programa de actividades durante toda la jornada.

Una de las visitas fue al lugar denominado como La Cruz, donde de levanta un monumento en recuerdo del seminarista, hoy beato, Manuel Aranda, as quién en plenas juventud, le arrebataron la vida, por no renunciar a su fe en Cristo. Los participantes, conocieron detalles de la figura del joven seminarista y ofrecieron un ramo de flores en el monumento que, que como hemos referido, se encuentra levantado en el lugar.

Otra de las visitas fue a la parroquia Nuestra Señora del Carmen, patrona de la pedanía, donde se celebró la Eucaristía que presidió el párroco Fray Florencio Fernández y concelebraron el referido Antonio Aranda y Jesús Moreno, sacerdote de la Residencia. La Cooperativa Virgen del Carmen y la Aceitera Monte-Tucci, entregaron presentes de sus productos.

Los excursionistas tuvieron la oportunidad de compartir inolvidables momentos con los niños y maestros de la población, recibiendo muestras de cercanía, cariño y afecto, que completaron el encuentro entrañable, entre jóvenes y mayores.

 En la actividad colaboró el ayuntamiento, por lo que estuvo presente, el alcalde pedáneo, Antonio Galán.

También acudieron a la cita los miembros de la Asociación Manuel Aranda, que no quisieron perderse la presencia de los excursionistas que habían llegado desde la capital. En el almuerzo, en el que degustaron una exquisita paella, se vivieron momentos de buena convivencia, quedando todos los asistentes muy satisfechos del trato recibido, La jornada terminó con una serenata musical, que fue del agrado de todos los asistentes,

D. Antonio Aranda, como capellán de la residencia, catalogó la experiencia como muy positiva, al poder mostrar a los ancianos lugares de Monte Lope Álvarez, una pedanía pequeña pero encantadora y receptiva. Los participantes, no dudaron en hacer llegar a su capellán el agradecimiento por llevar a cabo esta iniciativa, haciéndole llegar por parte de todos ellos, muestras de cariño por lo bien que lo pasaron y disfrutaron con esta excursión.

Manuel Contreras
Periodista

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Convocado el I Concurso Internacional de composición de Música Sacra “Obispo Osio”

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El Concurso forma parte del programa de actividades de la Exposición y Congreso “Símbolo: Luz de Nicea”. La partitura ganadora será interpretada por la Orquesta de Córdoba y el Coro de la Catedral de Córdoba

La diócesis de Córdoba con el patrocinio del Cabildo Catedralicio de Córdoba la primera edición del Concurso Internacional de Composición de Música Sacra “Obispo Osio”, que se desarrollará como parte del programa oficial del Congreso y Exposición “Símbolo: luz de Nicea”, entre abril de 2024 y junio de 2025.

 Música sacra al servicio de la liturgia

La música sacra está al servicio de la liturgia católica y su composición puede estar acompañada de un texto que dota de sentido orante una celebración. En el caso del  I Concurso Internacional de composición de Música Sacra “Obispo Osio”, se propone resignificar artísticamente el Credo formulado con la colaboración del Obispo Osio que perdura hasta hoy, conservando, respetando y reforzando la integridad de su sentido como testigo de fe y unidad de la Iglesia desde el siglo IV a nuestros días.

En España, la música sacra se localiza históricamente en la etapa Mozárabe, anterior a la reforma de San Gregorio en el siglo XI, que unificó toda la liturgia en torno a una serie de cantos. Este concurso pretende atraer talento y revela el interés de la Diócesis por generar una cultura musical en Córdoba en el marco del Congreso y Exposición “Símbolo: luz de Nicea”.

Así, el legado más antiguo de música sacra llamada “hispánica” o “mozárabe” se concreta en tres tradiciones, todas localizadas en el Norte de España: la tradición castellano leonesa, la tradición toledana, y una tercera tradición riojana, en el monasterio de San Millán de la Cogolla; de estas tres tradiciones es de donde proceden los recopilatorios más antiguos de música asociada a la liturgia propia, previa a la reforma de San Gregorio, que conocemos hoy.

Este I Concurso pretende estimular la creación de música sacra e incentivar la composición entre músicos actuales, una actividad artística poco frecuentada por la escasa inversión en encargos y orillada por la secularización.

Las bases del concurso

A este primer concurso podrán presentarse compositores de cualquier nacionalidad y sin límite de edad. Las obras que se presenten deben usar íntegramente el texto del credo Niceno-Constantinopolitano, en latín o en su traducción oficial española.

Las obras que concurran deben estar adaptadas a una instrumentación para orquesta, Coro y Órgano (este último opcional). La plantilla orquestal estará compuesta por la Orquesta de Córdoba. El coro mixto será dirigido por Clemente Mata, mientras la dirección de la Orquesta y director principal será Salvador Vázquez, director de la Orquesta de Córdoba.

Las partituras concursarán anónimamente y deberán ser enviadas en papel acompañadas de un título y un lema. El jurado, compuesto por cinco miembros en la primera fase del concurso y por nueve miembros en la segunda, estará presidido por Francisco Martín-Quintero, XXXIII Premio Reina Sofía de Composición Musical y profesor superior de Composición y Orquestación en el Conservatorio Superior de Música “Rafael Orozco” de Córdoba entre 2004 y 2007 y Catedrático de Composición del CSM Manuel Castillo de Sevilla. Los miembros del jurado son personalidades del mundo de la música y compositores de reconocido prestigio.

La fase preliminar del I Concurso Internacional de composición de Música Sacra “Obispo Osio” comenzará el 29 de abril de 2024 y finalizará el 29 de noviembre de 2024. El 29 de enero de 2025, el Jurado de la fase 1 hará pública la selección de un máximo de cuatro obras y serán interpretadas por la Orquesta de Córdoba y el Coro de la Catedral en concierto abierto. Los compositores seleccionados pasarán a la fase final y valorados por el jurado de la fase finalista durante un concierto público el viernes 27 de junio del 2025 a las 21:30 horas en la Catedral, al término del cual se reunirá el Jurado para emitir veredicto  y otorgar los premios en el mismo acto.

El primer premio está dotado con 9.000 euros, del segundo al cuarto no tendrán dotación económica y contarán con diplomas de honor de finalistas.

Puedes consultar aquí las bases del concurso

Bases concurso música sacra obispo Osio 2024





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El retablo mayor de la parroquia de Zufre

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El retablo mayor de la parroquia de Zufre

De los importantes bienes culturales que alberga la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Zufre han tratado Alberto Oliver, Alfonso Pleguezuelo y José María Sánchez en la Guía Histórico-Artística de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, de 2004 , que, de forma más breve, se publica también en la Guía Artística de Huelva y su provincia, de 2006 .

Sin duda, la obra de mayor interés artístico de la parroquia de Zufre es su retablo mayor, fechado entre 1545 y 1546. De estructura gótica, con aspecto actual neogótico, de madera dorada, ocupa el testero central de la capilla mayor, concluida en 1563. Está formado por dos conjuntos: en la parte inferior, una predela de catorce tablas pictóricas, que efigia un Apostolado y dos santas; y en la superior, cinco calles verticales y dos cuerpos horizontales, que representan la Vida de la Virgen, en ocho tablas de pinturas y dos relieves. Los relieves pueden ser obra de Bernardino de Ortega . Las tablas del banco se atribuyen a un pintor situado en el círculo de Alejo Fernández, en el primer tercio del siglo XVI, mientras que las que forman el retablo, propiamente dicho, se han venido atribuyendo a Juan de Zamora, pero hay razones documentales y estilísticas para plantear la hipótesis de que sus autores fueran Hernando de Esturmio y Pedro Villegas Marmolejo.

En 1974, considerábamos que el banco procedía de una viga, obra que atribuíamos al círculo de Alejo Fernández; y las restantes a Juan de Zamora . Por su parte, José María Sánchez piensa que el banco procede de un retablo de los Doce Apóstoles, y coincide en Juan de Zamora para el retablo mayor .

No obstante, hemos de tener en cuenta la reciente atribución del retablo de Cala a Juan de Zamora, por una serie de rasgos estilísticos que lo asemejan a los retablos de Osuna , por lo que creemos necesario modificar la hipótesis de las posibles autorías, adjudicando el banco del Apostolado al círculo de Alejo Fernández, entre los que se mueve Juan de Zamora –más cercano al retablo de Cala–, y las tablas principales de la Vida de la Virgen a Hernando de Esturmio y a Pedro de Villegas Marmolejo.

Vicisitudes del retablo

La construcción del retablo originó un largo pleito ante el Provisorato de Sevilla entre la parroquia de Higuera de la Sierra y la Vicaría de Zufre, que terminó en la Real Chancillería de Granada . En el antiguo presbiterio de Zufre existía el retablo del Crucificado, que se desmontó para ser sustituido por uno nuevo. El mayordomo de la parroquia vecina de Higuera de la Sierra solicitó del provisor de Sevilla que el retablo desmontado pasara a la iglesia de San Sebastián de Higuera, basándose en que dicha iglesia carecía de él, y en que los diezmos de Higuera eran cobrados por la Vicaría de Zufre, con la obligación de proveer sus necesidades. El visitador del Arzobispado dio la razón a Higuera, y ordenó que se le entregaran las tablas. Sin embargo, tanto el vicario de Zufre, Antón Sánchez, como el mayordomo, Antón Alonso, se opusieron, entendiendo que el retablo había sido labrado a costa de la fábrica y de los vecinos de Zufre, tan devotos de la imagen titular. El provisor mantuvo su orden, y cuando fueron a retirar las tablas, éstas habían desaparecido o habían sido reubicadas en el templo. El Vicario fue prendido y encarcelado por rebeldía en Sevilla. Por su parte, el Concejo de Zufre recurrió ante la Real Chancillería de Granada, que resolvió la cuestión ordenando que la parroquia de Zufre costeara un retablo nuevo para Higuera, y que fuera realizado por Pedro de Villegas Marmolejo y Hernando de Esturmio, que efectivamente fue terminado el 12 de octubre de 1551 .

El vicario Antón Alonso, por su testamento de 8 de abril de 1572, instituye una capellanía en su capilla de los Doce Apóstoles, donde tenía su enterramiento, para la que manda comprar un retablo. José María Sánchez plantea la hipótesis de que el Apostolado formara la viga del retablo del Crucificado , y que Antón Alonso dispusiera que el Apostolado fuera integrado en el retablo de la Vida de la Virgen. Pero puede plantearse otra hipótesis, y es que las tablas del Apostolado hubieran formado la viga del retablo del Crucificado, que fueron desmembradas, y que el encargo de Antón Alonso se refiriera a la construcción de la arquitectura del retablo donde situar las tablas en su capilla propia. Por lo que el conjunto del Apostolado debió integrarse en el retablo mayor, con el añadido del sagrario neogótico, al producirse la reforma de 1912, de Manuel Fatuarte, que retocó las pinturas, y de Antonio Roldán, que se ocupó del dorado, siendo cura propio Juan Ignacio Rueda.

El retablo mayor se terminó en 1545 “anno salutis”, o 1546 “anno Domini”. En la tabla de la Huida a Egipto, en el proceso de restauración, se ha podido leer: “ACABOSE AÑO DE MDXLV AºS SIENDO MAIORDOMO / ANTÓN ALONSO CVRA DESTA IGLESIA I VICARIO ANTÓN SÁN / HEZ. COSTÓ TRESCIENTAS MIL MARAVDIS”. Mientra que en la lápida de mármol existente en la capilla mayor se dice que fue terminado en 1546: “IHS. ESTE RETABLO / SE ACABÓ ANOº Dº / 1546 I LA CAPILLA / ANOº Dº 1563 / SIENDO VICº I MAIOR / DOMO ANTOº ALº”.

Suponemos que el retablo tendría su guardapolvo, sobre el que se situaba el Cristo Crucificado y la Virgen dolorosa, que se bajaron para darle un barniz en 1666 . Se trata del Cristo que está en el coro alto.

Con el tiempo, el retablo mayor se fue deteriorando, hasta el punto de que, en la visita pastoral de 8 de noviembre de 1686, el arzobispo don Jaime de Palafox y Cardona mandó se hiciera un sagrario nuevo para el altar mayor . Por mandato del provisor, el escultor José Francisco Escobar inspeccionó el retablo el 29 de julio de 1696, y planteó la conveniencia de sustituir el de pinturas por otro de arquitectura, con cuatro columnas salomónicas, entrecalles y arbotantes, sagrario, nicho y camarín expositor, lo que fue aprobado por el visitador general de fábricas, Álvaro Coronel, el 28 de septiembre siguiente . Afortunadamente no llegó a construirse.

En 1702, el visitador señala “que se retoquen algunas pinturas del retablo del altar mayor”, lo que llevó a cabo Juan Ramírez Prieto, en 1709.

“Itt. Seiscientos y sesenta reales pagados a Juan Ramírez Prieto, maestro dorador y estofador de Arazena por retocar el retablo, ocho lienzos y estofar las paredes del altar mayor que hacen fachada con los dose apóstoles, dar de color a vnas puertas questán en dicha pared y pintar un frontal negro para dicho altar. Dio reciuo en 30 de octubre de 1709” .

Nuevamente, en 1725, el arzobispo don Luis de Salcedo y Azcona ordenó lo siguiente:

“Por cuanto habemos reconocido que el retablo que tiene esta iglesia en su altar mayor está tan viejo e indecente que le faltan muchas piezas y cada día se le están cayendo, mandamos al vicario de esta villa y mayordomo de fábrica, soliciten que se haga nuevo retablo decente a la menor coste que se pudiere, porque esté siquiera con la decencia necesaria y correspondiente”.

Tampoco se llegó a construir el nuevo retablo, sino que el mismo José Ramírez Prieto doró la frontalera y poco más .

En 1912, Manuel Fatuarte y Antonio Roldán, vecinos de Sevilla, además de limpiar las pinturas, rehicieron la estructura arquitectónica, eliminando la mayor parte de los doseletes, recomponiendo las tracerías, y tallando los pilares y los arcos conopiales que rematan las calles, en sustitución del primitivo guardapolvo. Posiblemente fueron los que adaptaron la antigua viga a modo de banco, así como la talla del sagrario neogótico, a juego con el banco. Consta la firma de Fatuarte en la tabla del Abrazo ante la Puerta Dorada: “SE RESTAURÓ Aº. 1912 POR MANUEL FATUARTE Restauº / De La Sta. Igleª. Catedral de Seviª Siendo cura proº D. Juan Igº Ru /eda”.

 Finalmente, entre abril de 2001 y el 18 de marzo de 2002, la empresa Crest Arte, S.L., bajo la dirección de Mauricio J. López Madroñero e Isabel Baceiredo Rodríguez, ejecutó el proyecto de restauración redactado por Jesús Mendoza en 1997-1998, promovido por la Dirección General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía. La restauración supuso una inversión de 87.439,45 €. Se editó un políptico y se presentó públicamente el resultado de los trabajos el 10 de junio de 2002 .

La cuestión de la autoría del Ciclo de la Vida de la Virgen María

Las pinturas del retablo de la Virgen en Zufre se han venido atribuyendo a Juan de Zamora, por su parentesco con el retablo del Sagrario de la Colegiata de Osuna, que Hernández Díaz documentó como obra de Juan de Zamora, por el contrato fechado en octubre de 1531, y modificado en junio de 1532 . Pero Diego Angulo ya planteó la duda sobre la tabla central, de la Última Cena, en la que ve una mano distinta, por lo que, si el contenido de las tablas laterales fue rectificado y ratificado por Juan de Zamora, la tabla central debió encomendarse a otro artista . Valdivieso advierte también la disparidad de estilos . Juan Miguel Serrera plantea la hipótesis de que ese otro autor pudiera ser Andrés Ramírez, que trabajó con Juan de Zamora en los laterales del retablo de Almonaster, poco antes de 1569 . Efectivamente, en la tabla del Lavatorio de los Pies, que se conserva en una colección particular, pueden verse las figuras alargadas, los rostros en tres cuartos e inclinados, que recuerdan dicha tabla central de Osuna . Han de tenerse en cuenta, también, la tabla de la Presentación del Niño, de la iglesia de San Bartolomé de Carmona, que es calificada como “obra del maestro del retablo de Zufre” , o determinadas obras de Esturmio, como parte de las tablas del retablo mayor de la iglesia de San Pedro, de Arcos (1539-1542) . Estas obras se mueven en un nuevo estilo, manierista hispanoflamenco, que puede agruparse en torno a Hernando de Esturmio. A éste y a Andrés Ramírez los hemos visto relacionados con Zufre al intervenir como tasadores del retablo de la Pasión, de la capilla de Catalina Martín, obra de Andrés de Zamora. En cuanto a Pedro de Villegas, que evoluciona en su madurez hacia un estilo más romanista, en estos años del retablo de Zufre se mueve en el manierismo flamenco, como la Anunciación de la Parroquia de San Lorenzo de Sevilla, calificada de “arcaizante” para la fecha del retablo, 1593 .

Ante la resolución del pleito entre Higuera y Zufre en la Chancillería de Granada, nos preguntamos: ¿por qué la sentencia ordena expresamente que se encargue a Pedro Villegas y a Esturmio la construcción del nuevo retablo de Higuera? ¿no sería porque ellos fueron los autores del nuevo retablo de Zufre? La Chancillería resuelve con equidad: que los mismos artistas que hicieron el retablo de Zufre hagan el de Higuera.

Estilísticamente, hablar de un anónimo “Maestro del retablo de Zufre” no es más que el reconocimiento de un estilo peculiar, la suma de los dos maestros sevillanos Hernando de Esturmio y Pedro Villegas Marmolejo . Podríamos enumerar el alargamiento y la monumentalidad de las figuras, compuestas en forma de S; la utilización de ropas adamascadas en los personajes secundarios, que recuerdan usos de pintores del quatrocento italiano; los rasgos fisonómicos, el pelo rizado en personajes masculinos, los rostros femeninos de perfil y en tres cuartos, la acusada curvatura de los párpados; y los fondos de arquitectura renacentista, entre otros rasgos presentes en las obras de ambos maestros.

El abrazo de San Joaquín y Santa Ana ante la Puerta Dorada (179 x 97 cm.)

La primera tabla del cuerpo inferior del lado del evangelio representa el Abrazo de San Joaquín y Santa Anta ante la Puerta Dorada del Templo de Jerusalén, primitiva figuración del misterio de la Concepción Inmaculada de María, que, según narran los Apócrifos , se produjo en aquel encuentro. Un ángel toca ambas cabezas, produciéndose entonces la milagrosa concepción. La escena se desarrolla ante una arquitectura clásica, abovedada, sobre columnas corintias de fuste liso. Al fondo, un paisaje de ciudad. El conjunto presenta una gran monumentalidad. tanto en las personas como en los edificios. Las figuras se componen en eses contrapuestas. Como en otras escenas, los personajes principales visten ropas convencionales, de túnica y manto, mientras que los secundarios lucen lujosos vestidos contemporáneos a la ejecución de las tablas. Los rostros femeninos caracterizan al autor, especialmente en la línea ondulada de la comisura de los párpados.

En la base aparece la inscripción relativa a la restauración de 1912 por Fatuarte, siendo cura propio Juan Ignacio Rueda: “SE RESTAURÓ Aº. 1912 POR MANUEL FATUARTE Restauº / De La Sta. Igleª. Catedral de Seviª Siendo cura proº D. Juan Igº Ru /eda”.

La Presentación de la Virgen Niña en el Templo de Jerusalén (189 x 93 cm.)

Ocupa la segunda tabla superior del lado del evangelio. Se refiere a la etapa de la educación de la Virgen Niña. Describe el momento en que, según los Apócrifos , la Santísima Virgen, de tres años, es llevada sus padres al Templo de Jerusalén para ofrecerla a Dios, como lo habían prometido, y para que se educase con las demás vírgenes. La Niña subió por sí sola, con extremada gracia, ligereza y alegría, con gran admiración de los presentes, ante la prontitud con que se desprendía de sus padres y se dedicaba al Señor.

Santa Ana y San Joaquín quedan en primer término, acompañados de dos mujeres y dos hombres respectivamente. Al fondo, el sacerdote la recibe, acompañado de dos acólitos, anacrónicamente vestidos con sotana y roquete, portando sendos cirios. La ambientación arquitectónica consiste en un espacio semicircular, adintelado, sobre columnas de fuste liso y capitel compuesto. En los intercolumnios se abren unos nichos, con esculturas de profetas en mármol blanco, entre ellas la de Moisés con las tablas de la Ley. Enlaza el espacio alto del fondo con el plano inferior, una escalinata con los quince escalones –los quince salmos graduales– de movidas líneas, creando variedad de superficies, y el efecto de profundidad espacial.

La Anunciación del ángel y la Encarnación del Verbo de Dios. (179 x 90 cm.)

La tabla situada en el extremo superior del lado de la epístola representa la Anunciación (Lc 1, 26-38), momento que introduce a María en el misterio de Cristo, por la acción del Espíritu Santo, que sobrevuela en forma de paloma. El arcángel Gabriel despliega una filacteria con las palabras de la salutación: Ave Maria Graci[a Plena] Domi[nus tecum]. María, arrodillada, acepta humildemente la vocación divina. El ambiente sigue siendo monumental. La entonación es cálida: rojo en la túnica de María, y jacinto en el Arcángel Gabriel y en el paño de la mesa. El jarro de la derecha, con las azucenas simbólicas, es similar al aguamanil de la tabla del Nacimiento de San Juan Bautista. El enlosado presenta una interesante alusión a la lacería morisca, persistencia del recuerdo mudéjar.

La Visitación de María a su prima Santa Isabel (179 x 90 cm.)

La primera escena inferior del lado del evangelio representa el saludo de María a Isabel, en Ain Karin (Lc 1, 39-56), a quienes acompañan San José y dos sirvientas, con Zacarías que saluda a lo lejos desde una terraza abalaustrada. La ambientación paisajista la forma unas rocas elevadas, sobre la que parece levantarse una ciudad. San José acompaña a María, con atuendo de caminante. Es el momento en que Isabel, cuyo hijo no nacido saltó de alegría en su vientre, saluda a María como la bendita entre las mujeres, a lo que responde María con el inspirado cántico del Magníficat.

De los orígenes flamencos puede provenir el gusto por los colores intensos y por el realismo expresado en la riqueza en el vestido de damasco de las sirvientas, que contrastan con los ropajes más convencionales de los personajes bíblicos. Recuerdos de Esturmio se aprecian en la forma peculiar de tratar los rostros, y en el plegado de los ropajes. La figura de José resulta amplia y corpulenta, pero con una postura movida, formando una S inversa.

El nacimiento de San Juan Bautista (189 x 93 cm.)

Se encuentra en la parte inferior de la cuarta calle, en el lado de la epístola. Presenta una composición circular, con abundantes personajes que llenan por completo la escena, característica propia del manierismo. Isabel yace en la cama. María, en primer plano, sostiene al niño Juan, que ya recién nacido es presentado como un atleta, para resaltar el carácter heroico del Precursor. Detrás de ella aparece Zacarías, que sostiene en la mano el pliego donde deja escrito: “Juan es su nombre” (Lc 1, 56-80). Destaca la riqueza en los brocados de la sirvienta que porta el aguamanil. Más que en otras tablas, se deleita en la riqueza de la orfebrería, con jarras decoradas con guirnaldas y mascarones.

Relieve de la Purificación de la Virgen y Presentación de Jesús en el templo (60 x 100 cm.)

Cumplidos los cuarenta días del nacimiento de Jesús, María y José lo llevaron al templo de Jerusalén para la purificación de la Madre y la presentación del Hijo (Lc 2, 22-38). En el eje de la composición, la mesa y el sacerdote Simeón que sostiene al Niño. A su derecha, y en primer término, la Virgen María, sonriente, cubre su cabeza con velo blanco, que deja al descubierto parte de su dorada cabellera. El manto azul, espléndidamente estofado, se recogen bajo el brazo, y cae en serenos y verticales pliegues. Detrás de ella, una joven acompañante le lleva la cesta con las dos palomas, ofrenda por la purificación. En posición simétrica, San José, con ropa de caminante, manto sobre la túnica, bolsa al cinto y media gorra de fieltro, subraya con su gesto el estupor que le producen las palabras del sacerdote. Al fondo, con las manos cruzadas sobre el pecho, Ana la profetisa bendice a Dios por haber visto con sus ojos la salvación de Israel.

Toda la composición se desarrolla bajo la arquitectura gótica del propio retablo. La influencia del retablo mayor de la catedral de Sevilla es evidente en esta pieza, que reproduce con ligeras variantes la composición e iconografía del correspondiente relieve en el retablo sevillano. Bernardino de Ortega, escultor activo en Sevilla entre 1540 y 1551, que colaboró en la ejecución del citado retablo mayor, trabajó para un retablo en Zufre, que puede ser éste . Hemos de recordar la proximidad estilística que guarda con el grupo del Adoración de los Pastores, de la parroquial de Puerto Moral.

La Epifanía y Adoración de los Magos (189 x 93 cm.)

La Adoración de los Reyes (Mt 2, 1-12) es la tabla más elegante y más peculiar de todas. María, sentada, viste túnica jacinto y manto azul. Detrás de ella, San José, con rasgos de anciano. Delante de ellos, dos reyes están de pie portan sus dones, y uno arrodillado ofrece su cofre al Niño, que, por su curiosidad infantil, introduce la mano en él. Los rasgos del manierismo flamenco queda patente en la esbeltez de la figura de la izquierda, y en la riqueza del manto del rey arrodillado. El fondo del paisaje lo constituye un templete adintelado sobre un montículo, y un puente en un plano intermedio. El ámbito de la escena en que se desarrolla la escena es una arquitectura de gran porte. Llama la atención la orfebrería renacentista de las ofrendas. La caja del oro, que el Niño curiosea, tiene sus lados en talud curvo, formando las esquinas volutas o grifos. El recipiente del incienso, llevado por la figura de izquierda, tiene el mismo adorno curvilíneo, y su tapadera se remata en una figura humana de pie sobre cuatro volutas. La mirra es llevada en una especie de copa con pie. Podemos distinguir dos grupos de figuras: el de María y José, más idealizadas, de colores y formas estereotipadas; y la parte de los Reyes, más concreta y realista, de vivo colorido, riqueza de vestidos, adornos de turbantes orientales, y abundancia de orfebrería.

La huida a Egipto (179 x 90 cm.)

La tabla de la Huida a Egipto (Mt 2, 13-15) está situada en el ángulo inferior del lado de la epístola. San José camina tirando del asno en que van montados la Virgen y el Niño. A su paso, las palmeras le ofrecen sombra y alimento. El paisaje, luminoso en el horizonte, es, en cambio, sombrío para quienes huyen de la persecución de Herodes. Se repite la composición del rostro femenino, inclinado en posición de tres cuartos, mirada triste, boca pequeña y tez blanca. Contrasta tal delicadeza con la fuerte anatomía de San José.

En la base se encuentra la inscripción donde consta la fecha de su ejecución: “ACABOSE AÑO DE MDXLV AºS SIENDO MAIORDOMO / ANTÓN ALONSO CVRA DESTA IGLESIA I VICARIO ANTÓN SÁN / HEZ. COSTÓ TRESCIENTAS MIL MARAVDIS”.

El Niño Jesús, maestro entre los doctores (189 x 93 cm.)

Se sitúa en el segundo cuerpo de la calle tercera. La escena de Jesús entre los doctores (Lc 2, 41-51) narra cómo los sabios de la Ley consultan, discurren y se mueven, ante el reto de la ciencia divina del Pequeño Maestro. Sonriente Jesús adolescente, los confunde. Se compone en tres planos: al fondo, Jesús está sentado en la cátedra. En una zona intermedia, como figuras secundarias casi desapercibidas, aparecen la Virgen y San José, abrumados por el disgusto de la pérdida del Niño. En un primer plano acapara toda la atención la corpulenta figura de un doctor que consulta los libros. El efecto de perspectiva está logrado por el enlosado y por la escalinata en ángulo recto, que intenta abrazar el espacio inferior.

Relieve de María, Tota Pulchra (155 x 75 cm.)

En medio relieve, centrando todo el retablo, aparece la Virgen María bajo la iconografía de la Tota Pulchra, que es una primera aproximación a la figura de la Inmaculada Concepción, titular de la parroquia. María es representada conforme al esquema renacentista, que engloba en sí los atributos de Inmaculada, Asunción y Reina. Como Inmaculada, viste traje jacinto y manto azul sobre oro, junta las manos e inclina la cabeza, y sus plantas reposan sobre la media luna y un querubín. Como Asunción, es portada por ángeles. Y como Reina, es coronada por dos de ellos. Como el relieve de la Purificación, se atribuye a Bernardino de Ortega

Banco del retablo. Apostolado.

Pensamos que el banco procede de una viga, elemento litúrgico habitual en las iglesias del siglo XVI, equivalente al iconostasio de la liturgia bizantina, bien sea que estuviera colocada en el arco toral o como coronación de un retablo de imaginería, o bien que sus tablas fueran adquiridas para formar retablo en la capilla de los Doce Apóstoles. El tema del Apostolado era uno de los predilectos para este tipo de bien mueble. Algunos de los modelos que se siguieron con frecuencia fueron el de la Catedral de Sevilla, la viga de Nuestra Señora de las Dueñas de Sevilla, o la de San Esteban de Sevilla, de Pedro de Campos, 1547. Juan de Zamora había pintado en 1528 una viga para la iglesia de Cala, conforme al estilo de Alejo Fernández y de Pedro Fernández de Guadalupe . Por esta razón, Juan Luis Ravé Prieto atribuye a Juan de Zamora el retablo mayor de Cala, fechándolo entre 1528 y 1530 .

El conjunto es muy homogéneo, de un pintor formado en la tradición de Alejo Fernández, en fechas cercanas a las del retablo de Cala, hacia 1530. Sobresale la fuerte individualización de cada personaje, con aquellos rasgos menudos y melancólicos que nos recuerdan las figuras de la Capilla de las Doncellas. Se utiliza mucho el oro en el estofado de los ropajes, túnicas y mantos, y en los fondos, que fueron posteriormente pintados imitando un fondo jaspeado. Los apóstoles se distribuyen en dos grupos, definidos por la dirección de sus miradas hacia el centro. Todos llevan el libro que los caracteriza, con variadas y ricas encuadernaciones. Las tablas miden 57 x 35 cm., menos las extremas (57 x 31) y las de las esquinas (57 x 26).

De izquierda a derecha, es decir, comenzando por el lado del evangelio, las figuras son las siguientes: Santa Lucía, con sus atributos iconográficos: la palma del martirio y los ojos en una bandeja. Santo Tomás, lleva el libro y la escuadra, pues se dice que era arquitecto. San Judas Tadeo, con el libro y la alabarda. San Bartolomé, con el libro y el cuchillo con que fue despellejado . Santiago el Mayor, en hábito de peregrino, ancho sombrero, cayado con el calabacín minúsculo y capote. San Juan Evangelista, de rasgos juveniles, aparece en el momento en que bendice la copa envenenada, de la que surge un dragón de doble cabeza. San Pedro, situado en el lugar de mayor honor, el primero a la derecha de la tabla principal; porta una llave, extremadamente larga. En el centro, se sitúa un pequeño tabernáculo de las mismas dimensiones que las tablas, que representa el Cordero Místico, sobre el libro de los siete sellos y la banderola.

El siguiente grupo, del lado de la epístola, lo encabeza San Pablo, que, además del libro abierto, porta la espada del martirio. Santiago el Menor, martirizado bajo los golpes de la maza que aplastó su cabeza. San Andrés, con la cruz en aspas, y un libro con decoración de elementos circulares. San Simón lleva la sierra, que fue el instrumento de su martirio. San Mateo, además del libro que alude al primer Evangelio, alza con su derecha el hacha que hizo rodar su cabeza. San Felipe es la figura del extremo, pero, al estar recortada la tabla, no se aprecia suficientemente la cruz de su martirio. Cierra el conjunto Santa Bárbara, mártir de Nicomedia, representada con el copón en una mano y la torre en la otra.

Toda una galería de caracteres, narrado por el autor con gran dominio de los pocos elementos que le permite manejar el reducido tamaño de las tablas, sin caer en repeticiones de rostros, manos o atuendos. Su colorido es vivo y brillante: el uso del oro no le ha entorpecido para dar volumen a las figuras, modelándolas convenientemente con sombras suaves y difuminadas.

Conclusión

El retablo que preside la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, de Zufre, narra los misterios gozosos de la vida de la Virgen María, desde su concepción hasta su gloriosa asunción a los cielos, aunque omite los momentos dolorosos de la Pasión y muerte de su divino Hijo. En este ciclo narrativo han intervenido los maestro pintores Hernando de Esturmio y Pedro de Villegas Marmolejo, cuya autoría deducimos por la base documental del pleito en la Cancillería de Granada, y por los caracteres estilísticos de las propias tablas. Se completa con los relieves escultóricos de Bernardino de Ortega. La obra se ejecutó entre 1545 y 1546.

Al ciclo mariano se añadió, en la reforma de 1912, el banco, con el apostolado, procedente del retablo de la capilla de los Doce Apóstoles, de 1572, atribuido a Juan de Zamora.

A la belleza del entorno natural que se divisa desde la iglesia parroquial, se une la belleza de cada una de las tablas y los relieves del retablo de la Vida de la Virgen, la Inmaculada Concepción. Con razón se ha dicho que se encuentra “entre los mejores retablos pictóricos del siglo XVI conservados en el ámbito territorial de Andalucía Occidental” .

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