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Santa Lucía de Siracusa

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Santa Lucía de Siracusa

Santa Lucía de SiracusaDe acuerdo con «las actas» de Santa Lucía, nuestra santa nació en Siracusa, Secilia (Italia), de padres nobles y ricos y fue educada en la fe cristiana. Perdió a su padre durante la infancia y se consagró a Dios siendo muy joven. Sin embargo, mantuvo en secreto su voto de virginidad, de suerte que su madre, que se llamaba Eutiquia, la exhortó a contraer matrimonio con un joven pagano. Lucía persuadió a su madre de que fuese a Catania a orar ante la tumba de Santa Agata para obtener la curación de unas hemorragias. Ella misma acompañó a su madre, y Dios escuchó sus oraciones. Entonces, la santa dijo a su madre que deseaba consagrarse a Dios y repartir su fortuna entre los pobres. Llena de gratitud por el favor del cielo, Eutiquia le dio permiso. El pretendiente de Lucía se indignó profundamente y delató a la joven como cristiana ante el pro-consul Pascasio. La persecución de Diocleciano estaba entonces en todo su furor.

El juez entonces la amenazó con llevarla a una casa de prostitución para someterla a la fuerza a la ignominia. Ella le respondió: «El cuerpo queda contaminado solamente si el alma consciente». Santo Tomás de Aquino, el mayor teólogo de la Iglesia, admiraba esta respuesta de Santa Lucía. Corresponde con un profundo principio de moral: No hay pecado si no se consiente al mal.

No pudieron llevar a cabo la sentencia pues Dios impidió que los guardias pudiesen mover a la joven del sitio en que se hallaba. Entonces, los guardias trataron de quemarla en la hoguera, pero también fracasaron. Finalmente, la decapitaron. Pero aún con la garganta cortada, la joven siguió exhortando a los fieles para que antepusieran los deberes con Dios a los de las criaturas, hasta cuando los compañeros de fe, que estaban a su alrededor, sellaron su conmovedor testimonio con la palabra «amén».

Aunque no se puede verificar la historicidad de las diversas versiones griegas y latinas de las actas de Santa Lucía, está fuera de duda que, desde antiguo, se tributaba culto a la santa de Siracusa. En el siglo VI, se le veneraba ya también en Roma entre las vírgenes y mártires más ilustres. En la Edad Media se invocaba a la santa contra las enfermedades de los ojos, probablemente porque su nombre está relacionado con la luz. Ello dio origen a varias leyendas, como la de que el tirano mandó a los guardias que le sacaran los ojos y ella recobró la vista.

Cuando ya muchos decían que Santa Lucia es pura leyenda, se probó su historicidad con el descubrimiento, en 1894, de la inscripción sepulcral con su nombre en las catacumbas de Siracusa. Su fama puede haber sido motivo para embelezar su historia pero no cabe duda de que la santa vivió en el siglo IV.

(Fuente corazones.org)

Se le representa normalmente con una espada que le atraviesa el cuello, una palma, un libro, una lámpara de aceite y en ocasiones también con dos ojos en un platón.

http://www.santopedia.com/santos/santa-lucia-de-siracusa

 

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Los peregrinos sevillanos, acompañados por el arzobispo, recibidos en la abadía de Montserrat

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El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, junto a los peregrinos sevillanos que acompañan a la Hermandad de Montserrat de Sevilla, han acudido esta tarde a la abadía benedictina de Santa María de Montserrat, en Barcelona, donde se venera a la patrona de Cataluña, popularmente conocida como ‘La Moreneta’.

La peregrinación de la corporación de Viernes Santo a la abadía de Montserrat se realiza en el marco del milenario de la fundación del Monasterio de Montserrat, coincidiendo con los 425 años de la fundación de la Hermandad de Montserrat, de Sevilla, que ha trasladado de manera extraordinaria a la capital catalana la imagen de su Titular, Ntra. Sra. de Montserrat, para celebrar sendas efemérides.

Los peregrinos han sido recibidos por el rector de la basílica, el padre Joan María Mayol, OSB. La imagen de Ntra. Sra. de Montserrat se ha situado en el altar mayor, a las plantas de la ‘Moreneta’,  donde ha tenido lugar el rezo del rosario y de la Visita espiritual a Nuestra Señora de Montserrat, oración escrita por quien fuese obispo de Vic, monseñor Josep Torras (1846-1916) , con la que expresó su devoción a la Virgen y su profundidad teológica, especialmente en las advocaciones que dirige a la Virgen de Montserrat. La celebración concluyó con la visita el besamanos a la patrona de Cataluña.

Inicio de los actos del 425º aniversario de la Hermandad de Montserrat

Mañana sábado 13 de diciembre, a las doce del mediodía, monseñor José Ángel Saiz Meneses presidirá la Eucaristía de acción de gracias por el milenario del monasterio de Montserrat y que dará inicio a los actos por el 425º aniversario de la corporación sevillana de Monsterrat.

Previamente, a las diez de la mañana tendrá lugar un rosario con la imagen de Ntra. Sra. de Montserrat, de Sevilla, bajo palio, por los alrededores del santuario.

Las celebraciones podrán seguirse por el canal de youtube del Monasterio.

Programa oficial de la peregrinación

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Fallece el sacerdote Pedro Benítez Calderón

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Fallece el sacerdote Pedro Benítez Calderón

Hoy viernes 12 de diciembre ha fallecido en Sevilla, a los 75 años, el sacerdote Pedro Benítez Calderón.
Nacido en Monterrubio de la Serena (Badajoz) el 9 de julio de 1950, fue ordenado el 25 de mayo de 1997 (hace 28 años), en Santo Domingo (República Dominicana).
Vicario parroquial de Santa Mª la Blanca, de los Palacios y Villafranca, desde 2005, en 2009 tomó posesión como párroco de la misma.
De 2011 a 2017, ejerció como párroco de Ntra. Sra. de la Victoria y Espíritu Santo, de Morón de la Frontera.
Hasta 2024, fue párroco de San Gil Abad, año en el que se encarga de la capellanía del convento de Santa Mª de Jesús, de Sevilla.

Sus exequias se celebrarán mañana, sábado 13 de diciembre a las once de la mañana, en la Parroquia de San Gil, tras lo cual sus restos mortales serán trasladados al cementerio de San Fernando, donde será enterrado en el panteón de la Hermandad Sacramental de San Gil, a la una de la tarde.

Elevamos una oración por su alma, con la esperanza de que goza ya de Su presencia, agradecidos por su servicio y entrega a la Iglesia en Sevilla. Descanse en paz.

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Ceuta reafirma su compromiso solidario: crece la colaboración ciudadana con la Iglesia en la campaña de la Renta

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La Iglesia diocesana de Ceuta vuelve a ser reflejo de una comunidad solidaria. Los datos publicados por la Conferencia Episcopal Española sobre la campaña de la Renta 2024 —presentada en 2025— confirman que, un año más, miles de ceutíes han decidido confiar en la labor social y pastoral de la Iglesia marcando la casilla de la X, gesto que permite sostener numerosos proyectos de atención a personas vulnerables. La confianza de los contribuyentes en Ceuta y Melilla ha crecido un 0,74% más que el año anterior.

En la Ciudad Autónoma de Ceuta -incluyendo Melilla- se registraron 23.011 asignaciones, lo que supone el 30,97 % del total y evidencia la fuerte implicación de los ciudadanos en el sostenimiento de la actividad de la Iglesia. Gracias a esta colaboración, la campaña generó 1.469.886 euros.

En el año 2024, la Diócesis de Cádiz y Ceuta recibió 4.608.330 euros procedentes de la Conferencia Episcopal que, sumados a las aportaciones directas de los fieles, parroquias y Cáritas Diocesanas, se alcanzó un total de 5.615.361 euros. Estos recursos nos han permitido sostener el culto, la pastoral y las obras de caridad de la Iglesia en el territorio diocesano.

La Diócesis destaca que la X se marca siempre de forma libre y voluntaria, y que detrás de ese gesto hay personas que creen en el bien que la Iglesia realiza cada día: acompañamiento espiritual, apoyo material, escucha, acogida y ayuda directa a miles de familias.

Esto nos motiva para seguir avanzando en transparencia y eficiencia en la gestión de los recursos, reforzada por el Sello de Calidad y Transparencia de la Comunicación de las Instituciones Eclesiales, concedido en junio de 2025 por la Universidad de Barcelona. Además, invita a consultar su portal de transparencia, donde se detalla con claridad la actividad y el destino de los fondos.

Gracias por ayudarnos para ayudar”, porque cada contribuyente que marca la X hace posible que la Iglesia en Ceuta continúe ofreciendo esperanza, acompañamiento y ayuda donde más se necesita.

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Un año más, aumentan los ciudadanos que confían en la Diócesis de Cádiz y Ceuta.

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La Diócesis de Cádiz y Ceuta expresa su profundo agradecimiento a todas las personas que han mostrado su apoyo marcando la casilla de la Iglesia Católica en la campaña de la Renta de 2024, presentada en 2025. Los datos, publicados por la Conferencia Episcopal Española, confirman que la confianza de los contribuyentes  ha crecido un 0,34% en territorio Diocesano, concretamente han confiado en nosotros 2.755 contribuyentes más que el año anterior.

Un año más, aumenta el número de ciudadanos que han respaldado la labor pastoral, social y evangelizadora de la Iglesia. En la provincia de Cádiz, el número de asignaciones ha ascendido a 159.630, lo que representa un 33,94 % del total. Gracias a este compromiso, la campaña ha generado un total de 6.640.642 euros.

Este importe es recibido por la Conferencia Episcopal Española, que lo distribuye entre las diócesis según criterios de solidaridad e igualdad, garantizando así que los recursos lleguen a todas las Iglesias locales, independientemente del tamaño o la realidad social de cada una.

En el año 2024, la Diócesis de Cádiz y Ceuta recibió 4.608.330 euros procedentes de la Conferencia Episcopal que sumados a las aportaciones directas de los fieles, parroquias y Cáritas Diocesanas, se alcanzó un total de 5.615.361 euros. Estos recursos nos han permitido sostener el culto, la pastoral y las obras de caridad de la Iglesia en el territorio diocesano.

La Diócesis destaca que todos los contribuyentes que marcan la X lo hacen de forma libre y voluntaria, un gesto que refleja la conciencia y la confianza depositada en la misión de la Iglesia. En total, han sido miles de personas atendidas espiritual, pastoral y caritativamente.

Por ello, marcando la X en la casilla de la Iglesia Católica en su declaración, los ciudadanos contribuyen a la labor que realiza la Diócesis a través de sus distintas delegaciones episcopales, parroquias, la Cáritas Diocesanas de Cádiz y la de Ceuta, Cabildos, Seminarios, y otras entidades dependientes.

Esto nos motiva para seguir avanzando en transparencia y calidad, para garantizar a los fieles, y ciudadanos en general, el uso eficiente de los fondos para hacer más con menos. En este sentido, la Diócesis seguirá trabajando para mantener el Sello de Calidad y Transparencia de la Comunicación de las Instituciones Eclesiales, otorgado en junio de 2025, por la universidad de Barcelona. Como parte de su compromiso con la transparencia, la Diócesis invita a consultar el portal de transparencia disponible en su página web, donde se detallan las actividades y el destino de los recursos aportados.

 

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Lecturas del III Domingo de Adviento (Ciclo A)

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Lecturas del III Domingo de Adviento (Ciclo A)

Primera lectura

Isaías 35, 1-6a. 10

Dios viene en persona y os salvará

El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa y florecerá, germinará y florecerá como flor de narciso, festejará con gozo y cantos de júbilo.

Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón.

Contemplarán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios.

Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes; decid a los inquietos: «Sed fuertes, no temáis. He aquí vuestro Dios! Llega el desquite, la retribución de Dios. Viene en persona y os salvará».

Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán; entonces saltará el cojo como un ciervo.

Retornan los rescatados del Señor.

Llegarán a Sión con cantos de júbilo: alegría sin límite en sus rostros.

Los dominan el gozo y la alegría.

Quedan atrás la pena y la aflicción.

 

Salmo

Salmo 145, 6c-7. 8-9a. 9bc-10

R/. Ven, Señor, a salvarnos

– El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente, hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos.

– El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos. El Señor guarda a los peregrinos.

-Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad.

 

Segunda lectura

Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 7-10

Fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cerca.

Hermanos: esperad con paciencia hasta la venida del Señor.

Mirad: el labrador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía.

Esperad con paciencia también vosotros, y fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cerca.

Hermanos, no os quejéis los unos de los otros, para que no seáis condenados; mirad: el juez está ya a las puertas.

Hermanos, tomad como modelo de resistencia y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor.

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Mateo 11, 2-11

¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, mandó a sus discípulos a preguntarle: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?».

Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los cojos andan; los leprosos quedan limpios y los sordos oyen; los muertos resucitan y los pobres son evangelizados. ¡Y bienaventurado el que no se escandalice de mí!».

Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué salisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Mirad, los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta?

Sí, os digo, y más que profeta. Este es de quien está escrito: “Yo envío mi mensajero delante de ti, el cual preparará tu camino ante ti”.

En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él».

Comentario de Antonio J. Guerra

Juan el Bautista desde la cárcel oye hablar de las acciones del Mesías (Cristo) y manda a sus discípulos para preguntarle a Jesús: ¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?”. Jesús no les responde a la pregunta, y les remite a los signos que le acompañan en su ministerio, signos que anuncian que el proyecto de Dios se está realizando según la profecía de Isaías 35,5-6: “Dios viene en persona y os salvará. Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán”. Jesús revela su identidad a través de las obras que él realiza.

Juan está perplejo, porque ha anunciado a un Mesías lleno de fuerza que habría de llevar el fuego por todas partes, y ahora oye hablar de Jesús que, al contrario de lo esperado, se manifiesta con actitudes de misericordia y bondad. Ni siquiera el Bautista es una excepción en la oscuridad de la fe, ni goza desde el principio de una plena comprensión del proyecto de Dios que le puede preservar del escándalo (dejar de confiar en Dios).

La respuesta de Jesús al Bautista todavía es válida para nosotros hoy: Jesús ya está llevando a cabo este cambio; nos da signos, pero debemos darles crédito, siguiéndole por el camino de debilidad que él ha elegido. El Reino de Dios llega sin ruido (será instaurado definitivamente sobre la cruz), pero sólo si creemos podremos experimentar su fuerza y también nosotros nos comprometeremos en el verdadero cambio del mundo.

Dichoso el que no se escandalice de mí”: viene a ser una llamada a creer. Dichoso el que no se escandaliza de la forma “humilde” de la presencia del Mesías, sino que, por el contrario, reconoce en él la verdadera presencia de la acción de Dios que cambia y salva al mundo. Enjugará las lágrimas de sus hermanos, como hizo Jesús, pero consciente que sólo Dios puede salvar a toda la humanidad del mal.

Nuestra fe se manifestará, según la enseñanza de Santiago, en un conjunto de obras, no vistosas sino preciosas porque se apasionan por el destino de la humanidad, y aunque sufre por la lentitud, no se encoge de ánimo sino que lo ensancha abriéndolo al proyecto “increíble” de Dios.

Para profundizar:

  1. El Mesías es aquel que traería la salvación definitiva que viene de Dios. ¿Por qué las obras de Jesucristo (Jesús el Mesías) no convencieron a todos? ¿Qué esperaban de él?
  2. Jesús refiriéndose a Juan lo califica de profeta aplicándole una cita de Malaquías que anuncia la venida de Dios mismo “Yo envío a mi mensajero delante de ti” (Mal 3,1). Al igual que Juan, estamos llamados a preparar la venida de Jesús, ¿cómo anunciamos esta llegada inminente?

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Gracias, Almería: más de 114.000 personas sostienen la misión de la Iglesia

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La Diócesis de Almería quiere expresar su agradecimiento sincero a los 114.868 almerienses que han marcado la X a favor de la Iglesia Católica en sus declaraciones de la Renta correspondientes al ejercicio fiscal 2024, cuyos datos se han dado a conocer recientemente en el marco de la campaña de la Renta 2025.

Los datos presentados a nivel nacional confirman una evolución positiva también en nuestra diócesis. En Almería, por segundo año consecutivo, aumenta el número de personas que deciden destinar libremente el 0,7 % de sus impuestos al sostenimiento de la Iglesia, consolidando así un gesto de apoyo a su misión pastoral, social y evangelizadora.

En concreto, durante la última campaña se han contabilizado 114.868 declaraciones con asignación a favor de la Iglesia Católica en la provincia, lo que supone 1.386 más que el año anterior. Aunque el porcentaje de declaraciones se mantiene en torno al 28 % del total, el incremento en el número de contribuyentes refleja la confianza de los almerienses en la labor que desarrolla la Iglesia.

Este respaldo se ha traducido en una asignación económica de 4.280.016 euros, lo que representa un aumento de 427.350 euros con respecto al ejercicio anterior. Un crecimiento que permite seguir impulsando la acción pastoral, la atención a las personas más vulnerables, la labor caritativa y social, así como el cuidado y mantenimiento del patrimonio eclesial.

Si se comparan los datos con los de hace dos campañas, el crecimiento es aún más significativo: 7.912 personas más han marcado la X en su declaración, lo que ha supuesto más de 1,2 millones de euros adicionales en apenas dos años.

La Diócesis de Almería renueva su agradecimiento a todos los almerienses que, con este gesto sencillo y libre, hacen posible que la Iglesia continúe desarrollando su misión al servicio de las personas y del bien común.

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Ante la Eucaristía de clausura del Año Jubilar en la Archidiócesis

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A la Archidiócesis de Sevilla

Queridos hermanos:

Junto con mi saludo afectuoso, aprovecho esta oportunidad de dirigirme a vosotros para expresaros, en primer lugar, mi profunda gratitud a Dios por los frutos espirituales que hemos recibido durante la celebración del Jubileo 2025. Ha sido un tiempo de gracia, de misericordia y de perdón, que hemos aprovechado y celebrado con gozo respondiendo a la convocatoria que hizo pública el papa Francisco el 9 de mayo de 2024 con la Bula Spes non confundit. En ella, el Santo Padre anunciaba a toda la Iglesia Universal la celebración del Jubileo ordinario de 2025 bajo el lema «Peregrinos de Esperanza».

Después de unos meses de preparación y de la designación de los lugares sagrados de peregrinación en nuestra Archidiócesis para conseguir el don de la indulgencia jubilar, tras la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, el día 29 de diciembre de 2024 inaugurábamos solemnemente el Año Jubilar en la S. I. Catedral de Sevilla.

Según quedó recogido en la Bula de convocatoria, el Jubileo de la Esperanza finalizaría en las iglesias particulares el domingo 28 de diciembre de 2025 y sería clausurado con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 6 de enero de 2026, Solemnidad de la Epifanía del Señor. Llegado este momento, os invito vivamente a que participéis en la solemne celebración de la Eucaristía de clausura del Año Jubilar en la Archidiócesis de Sevilla el próximo día 28 de diciembre de 2025, fiesta de la Sagrada Familia, a las 18:00 horas, en la Catedral.

Estoy convencido de que la vivencia del Jubileo 2025 ha supuesto para todos nosotros una ocasión para la conversión personal y una oportunidad para seguir avanzando por el camino iniciado en el Bautismo. Pero dicha vivencia también debe llevarnos a un compromiso comunitario de carácter social y a una mirada a los que sufren. Por esa razón, os invito a colaborar en el Proyecto Social Jubileo 2025 de la Conferencia Episcopal Española de ayuda a las víctimas de trata y explotación. Lo haremos con nuestra aportación en la colecta de la celebración de la Eucaristía de clausura del Año Santo. Con este gesto, como expone el papa León XIV en su primera exhortación apostólica, podemos ayudar a estas personas a sentir el amor de Jesucristo (Dilexi te, 121).

Que María Santísima, Nuestra Señora de los Reyes, nos sostenga y ayude en la tarea de vivir y anunciar el evangelio con el testimonio de una vida cercana a quienes más sufren y peor lo pasan en esta vida. Con mi abrazo cordial y mi bendición.

+ José Ángel Saiz Meneses
Arzobispo de Sevilla

El pedestal

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El reo contestó al político de turno: … para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad; todo el que es de la verdad escucha mi voz. Pilato le dijo: —¿y qué es la verdad? Aquí se terminó el interrogatorio.

En este tiempo de posverdad y de sentimientos demoniacos a flor de piel, las redes arden en retorcidas medias verdades, falsedades e insultos viscerales, incluso entre los que piensan que defienden a cincel la autenticidad de la fe, aunque sus diatribas carezcan de caridad. Ya hace treinta y cinco años una teóloga laica francesa, Georgette Blanquière, hablaba de la autodestrucción de nuestras comunidades cristianas porque vivíamos, relacionándonos desde la diferencia y la oposición, ella lo denominaba envidia espiritual. Es bochornoso tanto enfrentamiento. Cada uno está buscando defender su territorio y no soportan que otros, dentro de la Iglesia, pueda pensar distinto, aunque sea el Papa. En realidad, no hay quien nos baje de nuestro pedestal.

Creemos demasiado en la dialéctica de la oposición y de la reivindicación, mucho más que en la comunión y la corresponsabilidad, haciendo difícil el avance y el crecimiento de la Iglesia. Pretenden ser los únicos consecuentes y coherentes esculpiendo sus razonamientos en la piedra, atacando furibundamente a los que ven como oponentes, creen solo en sus emociones y su arraigada ideología, mientras el Señor sigue haciendo garabatos con el dedo en la arena, esperando la misericordia.

Muchas veces esta mirada orgullosa, desde el pedestal, tiene sus raíces en heridas profundas, en sufrimientos, en fracasos, en valoraciones, o en expectativas que nos habíamos hecho y que no responden con los latidos de Dios, como el hermano mayor de la parábola del Padre bueno y los dos hijos: si yo te he servido fielmente… ¿por qué él y no yo? Detrás de esta pregunta y este lamento se encubre una incorrecta imagen de Dios, pero sobre todo un corazón raquítico.

El Corazón de Dios y por tanto el del Evangelio, es el Amor, incluso a los enemigos, tan difícil de digerir. Si la comunión fraterna surge del amor de Dios, solo cuando estemos unidos a Dios estaremos unidos entre nosotros practicando la caridad y el perdón, participando unidos en la Eucaristía, fuente y culmen de comunión, ejerciendo la sinodalidad para caminar juntos en el amor. Las personas orgullosas, que piensan que caminan en verdad, incapaces de empatía, parecen que rezan a Dios diciéndole: Señor, no me bajes nunca de mi pedestal de humildad.

Delante de mi teclado tengo esta cita: el sumo sacerdote, dijo a Jesús: ¿No tienes nada que decir ante lo que estos testifican contra ti? Pero Jesús callaba. Pues eso. ¡Ánimo y adelante!

+ Antonio Gómez Cantero, Obispo de Almería

Publicado en VIDA NUEVA el 06/12/2025

La verdadera alegría

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En este III Domingo de Adviento, tradicionalmente llamado Gaudete, la liturgia nos invita a levantar la mirada y a dejarnos renovar por la alegría del Señor. La antífona de entrada toma las palabras de san Pablo: «Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres» (Flp 4,4). No se trata de un eslogan optimista, sino de una llamada profunda a descubrir la fuente de la verdadera alegría en medio de las preocupaciones y cansancios de la vida.

Las lecturas de este domingo son un auténtico canto a la esperanza. El profeta Isaías anuncia la vuelta del pueblo del exilio, y describe una creación que se transforma: el desierto florece, los ciegos ven, los sordos oyen, los cojos caminan, la lengua del mudo canta de alegría (cf. Is 35). Es el lenguaje de los signos mesiánicos, los mismos que Jesús recordará a los enviados de Juan Bautista para que comprendan que en Él se cumplen las promesas de Dios. En el corazón de Cristo, los pequeños, los pobres, los heridos de la historia ocupan el lugar preferente; ellos son los primeros destinatarios de la Buena Noticia.

Sin embargo, no es difícil que surja en muchos la objeción: ¿es posible hablar de alegría en un mundo tan herido por la violencia, las guerras, las crisis económicas, la soledad y las rupturas familiares? Los llamados “maestros de la sospecha”, y de manera muy especial Nietzsche, acusaron al cristianismo de ser enemigo de la vida, de poner sospecha sobre todo placer, de apagar la fiesta del corazón humano. También hoy, algunos piensan que la fe recorta la felicidad o impone una moral gris que sofoca el deseo de plenitud.

Ante estas preguntas, la tradición de la Iglesia nos recuerda que la alegría cristiana no es superficial ni ingenua. El Concilio Vaticano II, al comenzar la constitución Gaudium et spes, afirma que «los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo […] son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo». Es decir, la Iglesia no vive al margen del sufrimiento del mundo; lo asume, lo hace suyo, lo presenta ante Dios. Nuestra alegría no consiste en cerrar los ojos al dolor, sino en experimentar, precisamente ahí, la cercanía del Señor que viene a salvarnos.

Un gran teólogo del siglo XX, Olivier Clément, decía que el cristianismo tiene sentido en una sociedad secularizada porque nos habla de un Dios que no se “usa”, un Dios que no es un instrumento para nuestro interés, sino el Dios de la gracia, que nos devuelve el gusto por la vida y nos restituye la capacidad de maravillarnos ante la belleza de la existencia. Ante tanta cultura de la utilidad y del rendimiento, la fe nos recuerda que hay realidades gratuitas —el amor, la amistad, el perdón, la adoración— que aparentemente “no sirven para nada”, pero sin las cuales la vida se vuelve fría y sin horizonte.

La liturgia de Adviento nos ayuda a educar nuestro corazón en esta alegría teologal. No se trata de una euforia pasajera, sino de la alegría de sabernos amados por el Padre, acompañados por Cristo y habitados por el Espíritu Santo. Os invito a vivir este Domingo Gaudete como una verdadera escuela de alegría cristiana. En medio de las prisas de estos días, de las compras, de las luces y de los compromisos, dejemos un espacio para la oración serena, para la escucha de la Palabra, para la adoración ante el Señor. Redescubramos la belleza de la liturgia bien celebrada, que nos eleva el alma y nos hace gustar, ya desde ahora, un anticipo de la alegría eterna.

Al mismo tiempo, pidamos la gracia de ser testigos de alegría en medio de nuestro mundo. Un rostro sereno, una palabra de consuelo, un gesto de servicio humilde en la familia, en el trabajo, en la parroquia, pueden convertirse en signos luminosos del amor de Dios. Que María, causa de nuestra alegría, nos acompañe en este tramo final del Adviento y nos enseñe a acoger a Jesús que viene. Que ella nos ayude a responder a la gran pregunta que hoy nos hace la liturgia: ¿es posible una invitación a la alegría? Sí, es posible y es real, porque Dios se ha hecho carne, ha acampado entre nosotros y no se cansa de salir a nuestro encuentro.

+ José Ángel Saiz Meneses
Arzobispo de Sevilla

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