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La Delegación de Pastoral Familiar organiza una jornada formativa sobre la vocación matrimonial

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La Delegación de Pastoral Familiar organiza una jornada formativa sobre la vocación matrimonial

El próximo 11 de enero se celebrará en la Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla, desde las diez de la mañana hasta las dos de la tarde, una sesión formativa para agentes de pastoral familiar, catequistas de prematrimoniales, miembros de los Centros de Orientación Familiar (COFs), sacerdotes, matrimonios y novios con la utilidad de reforzar su formación en la vocación matrimonial y en la renovación de la misma.

Esta actividad se denomina «Del rito a la vida: La simbología del ritual del matrimonio», y será impartida por Carmen Álvarez, doctora en teología dogmática por la Universidad Pontificia Salesiana de Roma y profesora en la Universidad Eclesiástica San Damaso de Madrid.

Para poder asistir a esta charla formativa, las personas interesadas deben de rellenar el siguiente formulario, para ocupar el aforo completo de este evento.

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Antonio Gil: “Año nuevo, lucha nueva”

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«Al trasluz» nos recuerda que el nuevo año viene marcado por la apertura de la puerta santa y el «Año Jubilar»

El Año Nuevo viene ya etiquetado por la Iglesia católica como el “Año Jubilar”, con la apertura de las “puertas” tanto en Roma, las de la Basílica de san Pedro, como en la cárcel de Rebibbia, por el papa Francisco, al igual que hicieron los obispos de todas las diócesis. En Córdoba, nuestro obispo, monseñor Demetrio Fernández, abrió tambien las puertas de la Catedral, iniciándose el Año Jubilar, que se clausurará en nuestra ciudad el 28 de diciembre de 2025. Esta “apertura de las puertas” simboliza la posibilidad que todos tenemos de “abrir de par en par las puertas del corazón”.

Ante el Año Nuevo, nos viene siempre a la memoria el lema de san Josemaría,  quien decía que, “en vez de Año nuevo, vida nueva, hemos de decir: “Año nuevo, lucha nueva”, porque los que dicen “vida nueva” probablemente no mejorarán de vida, pero los que luchan cada día, sí que tendrán el éxito asegurado”. Cinco sugerencias fraternales.

-“Marca los tres tiempos de cada jornada: Tiempo para Dios, para ti mismo y para el prójimo.

-Dios no se esconde a los que lo buscan y preguntan por Él. Tarde o temprano recibimos su “visita” inolvidable.

-Copia el estilo de Dios: “Cercanía, compasión, ternura”.

-Lo que define a un cristianos es el vivir confiando en un Dios cercano por el que se siete amado sin condiciones.

-El Año Nuevo nos ofrece una Madre, María, y un regazo maternal”.

 

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Comienza el ‘Año de Bajada’ con el izado de la bandera de María de las Nieves

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La Palma comenzó su Año de Bajada con el izado de bandera en el “morro” que protege el Real Santuario de Las Nieves, anunciando que estamos ante la LXX edición de las Fiestas Lustrales de la Bajada de la Virgen.

Se trata de un año muy especial por dos razones. Por un lado, los palmeros volverán a disfrutar de una Bajada 10 años después, ya que la edición de 2020 se tuvo que suspender debido a la pandemia del Covid-19. Y, por otro lado, este inicio de Bajada coincide con el comienzo de la celebración del Año Jubilar “Peregrinos de la esperanza”.

La vivencia personal y comunitaria de este Jubileo, como hemos venido informando, también trae consigo el compromiso social. En este sentido, la sede jubilar del Santuario de las Nieves se ha unido a la iniciativa de la Conferencia Episcopal para visibilizar, orar y comprometernos con la realidad de la trata de personas y la explotación sexual y laboral.

La Misa, en la que participaron las principales autoridades de la isla, fue presidida por el vicario episcopal de La Palma, Ángel Luis Pérez, quien destacó la gran oportunidad de encuentro con el Señor que se nos brinda en este año. “La Bajada y el Jubileo son dos coincidencias que confluyen en 2025 para enriquecer nuestra vida cristiana. Damos gracias a Dios porque después de 10 años hemos podido iniciar este camino junto a la Virgen para renovar nuestra fe”.

Por su parte, el rector del Santuario de las Nieves, José Fernando Lorenzo, se mostró muy satisfecho por la celebración de esta jornada. “Ha sido un día magnífico porque hemos abierto el templo jubilar para que los fieles que lo deseen puedan ganar el Jubileo de este año santo. Asimismo, es muy significativo para los palmeros ver este izado de bandera. Por todo ello, esperamos que 2025 sea un año muy esperanzador”.

El alcalde de Santa Cruz de La Palma, Asier Antona, también destacó la gran expectación que ha despertado este 2025 en toda la isla. “Estoy convencido que va a ser un magnífico año. No solo porque estamos en año jubilar y lustral, sino porque confío que va a ser la mejor Bajada de la Virgen de las Nieves de la historia ya que hay muchas ganas y mucho fervor, tras la imposibilidad de celebración en 2020”.

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El Obispo visita la Casa de Acogida Madre del Redentor

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Monseñor Demetrio Fernández estuvo con los participantes de estos recursos de Cáritas Diocesana

El obispo de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández, comenzó el año visitando las instalaciones de la Casa de Acogida Madre del Redentor y del Ala de Baja Exigencia para pasar un rato con los participantes de estos recursos del programa para Personas en Situación de Sin Hogar de Cáritas Diocesana de Cordoba.

El prelado estuvo acompañado por el director de Cáritas Diocesana, Darío Reina, y el Delegado diocesano, Antonio Reyes.







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Las cruces jubilares llegan a las parroquias de Berja, Abla, Pechina y Huércal-Overa

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Tras la solemne apertura diocesana del jubileo en la catedral de Almería el pasado 29 de diciembre, las parroquias de Berja, Abla, Pechina y Huércal-Overa han recibido las cruces jubilares como símbolo de fe y unidad.

En la ceremonia de apertura, presidida por el obispo Antonio Gómez Cantero, se llevó a cabo la bendición y entrega de estas cruces a los párrocos de cada comunidad jubilar. Este gesto marca el inicio de un tiempo de gracia y renovación espiritual en el que los fieles están invitados a profundizar en su vida de fe y peregrinación.

La llegada de las cruces jubilares a estas parroquias marca el inicio para todos aquellos que no pueda. Peregrinar a Roma y quieran ganar el jubileo en nuestra diócesis. En la parroquia de Pechina se recibía con alegría y gran participación de los fieles en la eucaristía del día 1 de enero. En Huércal Overa se acogía la cruz jubilar el mismo día 29 de diciembre con una entrada solemne de la Cruz en la parroquia. Berja y Abla también la recibían en sus templos el mismo día 29.

Las cuatro parroquias en breve comunicarán los actos jubilares que están preparando para compartir este momento de gracia con todos los diocesanos.

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MATERNIDAD, por Jesús Martín Gómez

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Dicen que hay tres cosas que cambian completamente en la perspectiva de la mujer cuando esta se convierte en madre: la preocupación por el futuro, la seguridad y la perspectiva del tiempo. La maternidad va unida tan estrechamente a la mujer que es capaz de cambiar completamente la visión que esta tiene de la vida. Anhelos, prioridades, deseos, preocupaciones… todo cambia para quien se hace madre. Porque el ser madre supone la donación total, el olvido absoluto de sí misma. Hemos de imaginar que también todo esto cambió para María, nuestra Madre, cuando recibió la noticia del ángel y, más tarde, dio a luz al Hijo de Dios.

El dogma de la maternidad divina de María, que estos días celebrabamos, es el lugar desde el que interpretar toda la existencia de la Virgen. María es principalmente la Madre de Dios y el desarrollo de los demás dogmas marianos se sostiene sobre esta realidad. Por ser la Madre de Dios fue preservada de todo pecado, virgen durante toda su vida y al término de su existencia terrena fue elevada al Cielo. Su existencia tiene sentido desde la maternidad vivida como un don de Dios para la salvación de las criaturas.  Esta es la altísima vocación que Dios ha dispuesto también para cada mujer: ser madre, dar vida, amar desinteresadamente y hasta el fin. No en vano dice el apóstol: “La mujer se salvará por la maternidad” (1 Tim 2, 15).

La figura de María, Madre de Dios, nos demuestra que no es necesario aspirar a ser aquello que no somos para salvarnos. Que cuando asumimos desde nuestra propia peculiaridad el lugar que nos corresponde en la historia de la salvación Dios actúa por nuestro medio acercando hacia sí a los demás. La semilla de la paz que el mundo necesita es precisamente que cada uno busquemos en nuestra vida hacer la voluntad de Dios. Este puede ser el reto para el año nuevo que comienza: dejarnos iluminar por él y aspirar a vivir en plenitud lo que realmente somos, hijos de Dios.

Jesús Martín Gómez

Párroco de Vera

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Domingo II después de Navidad – Ciclo B

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Domingo II después de Navidad – Ciclo B

No son muchos los relatos, en la sagrada Escritura, de los acontecimientos posteriores al Nacimiento de Jesús. Como en tantas ocasiones sucede, la imaginación, la devoción y la piedad popular, no siempre incorporadas en la misma proporción, pueden llegar a suplir lo que los evangelios no nos ofrecen. Los relatos de San Mateo y San Lucas ofrecen dos imágenes complementarias en el nacimiento de Jesús: los pastores y los Magos. En ambos casos destacan la adoración, el asombro y la esperanza de Israel y de toda la humanidad. En este II Domingo de Navidad, las lecturas ofrecen una mirada mucho más allá, mucho más profunda, que podría definirse como una mirada teológica. Adentrémonos despacio en esta mirada al Rostro de Dios a través del Prólogo del Evangelio de Juan (Jn 1,1-18)

El prólogo del Evangelio de Juan es una introducción a toda su obra. Se puede encontrar los temas importantes que después desarrollará. Y utiliza un hilo conductor, una expresión que se va repitiendo, sobre todo al comienzo: el “verbo”, la “palabra”. Esta expresión puede confundir, pero pensemos un momento: el “verbo” estaba junto a Dios y era Dios. En teología se suele decir que se trata de la segunda persona de la santísima trinidad; del Hijo, que después se encarnó. Pues bien, de ese Hijo se nos dice que es “verbo”, “palabra”. Se nos dice que quiere comunicarse, o más bien que es comunicación. Que quiere entrar en diálogo. Esa intención de comunicarse es tan fuerte, que no solo nos llega por los oídos, no solo es luz para guiar nuestros pasos, sino que toma carne y quiere acampar entre nosotros.

Jesucristo es la encarnación del deseo, anhelo y compromiso de comunicarse que tiene Dios. Lo expresa atinadamente el último versículo: El Hijo único nos ha dado a conocer al Padre. Con Jesús ha llegado a nosotros la totalidad de la Revelación: no tenemos que esperar ya nada más, tampoco nada menos. Al mismo tiempo se prende la Esperanza de una manera espectacular y nueva: tenemos a Dios de nuestra parte, quiere hablarnos y señalarnos el camino para volver a Él sin pérdida

Como sucede en la vida, en el prólogo de Juan hay un reconocimiento de cierto “fracaso” de comunicación: algunos no recibieron esa Palabra, esa luz, no acogieron este mensaje de salvación, como tampoco ahora. Esto nos debe tranquilizar y animar al mismo tiempo: ni viéndolo a Él en persona se convencieron de que Dios quería hablar con ellos; pero hay otra mucha gente que se esfuerza en responder a esa Palabra creadora y dadora de Vida, como entonces también ahora.

En este año jubilar, de una manera especial, los cristianos nos encontramos porque buscamos ser de la luz, seguimos caminando como peregrinos de Esperanza. Cada uno de nosotros tendrá que descubrir ‒si no lo ha hecho todavía‒ cuál es su función en este acto de comunicación.

El texto del Evangelio señala a una persona en particular, que recibió la luz y que tenía su función: Juan Bautista, cuya misión especial era ser testigo. Juan no es la luz, algo en lo que insiste particularmente el texto. Es interesante esto, porque a veces creemos que somos nosotros los que tenemos que brillar con luz propia ¡nada más lejos de la realidad! Nuestra misión es ser reflejo de la luz, el origen de la luz es ese niño pequeño, esa Palabra encarnada. La continua contraposición en el texto de luz y tinieblas tampoco ha de confundirnos: la luz es más poderosa que la oscuridad. No podemos descartar la presencia de la oscuridad, pero debemos ser positivos: la luz (que es Dios) es mucho más fuerte que la tiniebla.

En definitiva, la Esperanza, que nos sirve tanto de vela, como de ancla, que se encuentra en el mascarón de proa y en el corazón del creyente, señala que navegamos a esa Luz vamos por mar cierto y seguro. Abramos el corazón a la luz, a la vida, a la “Palabra”, para que descubramos nuestra función y nos pongamos manos a la obra: tenemos que ser testigos de la luz del Señor, que nos da vida y nos capacita para ser hijos en el Hijo. Alimentémonos ahora de la carne de aquel que sin dejar de ser Verbo quiso ser uno de nosotros ¿Hay alegría y esperanza más grande?

Isaac Moreno Sanz
Profesor de Sagrada Escritura
Párroco de Rociana del Condado

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Más olivos en Face Retama, que será templo jubilar desde este sábado

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Más olivos en Face Retama, que será templo jubilar desde este sábado

Este sábado 4 de enero, a las 12 de la mañana, se abrirá el Santuario diocesano de San Torcuato, en Face Retama, como templo jubilar. Durante 2025 se celebra el Jubileo de la Esperanza y, en la diócesis de Guadix hay dos templos jubilares para celebrarlo y ganar las indulgencias: la Catedral y este Santuario de Face Retama. Será el obispo, D. Francisco Jesús Orozco, quien abra las puertas de este templo jubilar, en una celebración de la Eucaristía a la que estamos invitados todos.

Quienes quieran participar, tendrán que desplazarse hasta Face Retama, andando o en coche. Para este último, el camino sale desde Benalúa. Allí en Face Retama, además de participar en el inicio de Año Jubilar en este templo tan especial, se podrá conocer el entorno y los edificios que convierten ese espacio en un lugar singular y que nos conectan con San Torcuato y el inicio de la fe en nuestra diócesis. Por supuesto, se podrá conocer la iglesia que recuerda el lugar donde San Torcuato fue enterrado y que, durante este año, será templo jubilar.

Dos olivos

Face Retama se está restaurando en los últimos años. Se ha hecho mucho, pero aún queda. Una de las últimas actuaciones fue la plantación de dos olivos en aquel paraje, para que, poco a poco, se vaya llenando de más vida. Se plantaron el 4 de octubre pasado, fiesta de San Francisco de Asís y día en el que se clausuraba el “mes de la creación”, que la Iglesia celebró durante todo septiembre. Es un mes para concienciarnos de la necesidad de cuidar la casa común que es nuestro planeta y colaborar, así, con el proyecto creador de Dios: en vez de destruirlo o agotarlo, estamos llamados a cuidar lo que hemos recibido de Dios, para que otras generaciones también puedan hacerlo.

Como cuenta el director del secretariado diocesano para el Cuidado de la Creación, José Manuel Martos, “aquel día hubo celebración de la Eucaristía en Face Retama, en el sepulcro de San Torcuato, y se oró intensamente por la creación. Después, tuvo lugar una procesión con el Santísimo sacramento en la custodia, que culminó con la bendición de los campos de toda la diócesis desde el punto más alto del monte que alberga el monasterio de cuevas del siglo III-IV de aquel santo lugar”.

Dos olivos más que se suman al conocido como olivo de San Torcuato, que ha sobrevivido a siglos de avatares, como testigo de la historia.

Antonio Gómez

Delegado diocesano de MCS. Guadix

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‘Perdona nuestras ofensas, concédenos la paz’ (Tribuna en ABC de Sevilla. 31-12-2024)

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‘Perdona nuestras ofensas, concédenos la paz’ (Tribuna en ABC de Sevilla. 31-12-2024)

La reciente película El Jurado n. 2 (2024) de Clint Eastwood presenta un intenso drama moral sobre la responsabilidad, la búsqueda de la verdad y el peso de las decisiones personales, temas que se entrecruzan con el profundo sentido cristiano del Año Nuevo, que mañana inauguramos. La Iglesia, en el primer día del año, conmemora a Santa María, Madre de Dios, como modelo de fe y entrega, al tiempo que invita a toda la humanidad a buscar la paz y la reconciliación, radicada en la gracia de la bendición divina. En la película, el protagonista, Justin Kemp, un hombre de familia, es llamado como miembro del jurado, en el que pronto comienza a considerar la posibilidad de estar implicado en el crimen que está juzgando. El desarrollo de la trama lo irá forzando a cuestionar su conciencia y tomar decisiones que podrían cambiar su vida y marcar el futuro de su joven familia y del acusado sobre quien el jurado tiene que pronunciarse. Este dilema resuena en la llamada cristiana al concluir un año e iniciar el nuevo: meditar nuestro pasado, asumir nuestras responsabilidades, pero, sobre todo, abrirnos a la gracia del perdón, tanto hacia nosotros mismos, como hacia los demás, conscientes de que la paz que pedimos para nuestro corazón y para el mundo ha sido traída al mundo por el Hijo Dios, en quien se sella la reconciliación de lo humano y lo divino. El año 2025, será un año jubilar en el que celebrar, de un modo particular, la gracia del perdón de los pecados, de la reconciliación y de la conversión. Este año nuevo se presenta como una oportunidad de verdadera renovación espiritual en la Iglesia católica, marcado por el Jubileo Universal convocado por el Papa Francisco. Este acontecimiento especial, que se celebra cada veinticinco años, permite la meditación sobre la misericordia divina y el fortalecimiento de la relación con Dios y con los demás. Bajo el lema “Peregrinos de Esperanza”, el año jubilar invita a todos a emprender con determinación un camino de fe, reconciliación y esperanza en medio de los retos de nuestro mundo, dejando atrás el peso del pasado y abrazando el futuro con fe y optimismo. El Papa, consciente de las heridas y los retos que enfrenta la humanidad, ha destacado la importancia de este Jubileo como un “tiempo de esperanza”, esto es, una llamada a renovar la confianza en el amor de Dios y a ser instrumentos de su misericordia en el mundo.

El Jubileo es una tradición bíblica que encuentra sus raíces en el Antiguo Testamento. Se instituyó como un tiempo de gracia, perdón de deudas, liberación de esclavos y descanso de la tierra cada cincuenta años. En el contexto cristiano, este tiempo extraordinario está marcado además por la posibilidad de obtener indulgencias plenarias a través de actos de devoción, peregrinación y obras de caridad. En un contexto marcado por crisis sociales, económicas y climáticas, el Papa Francisco nos llama a ser portadores de amor para los más vulnerables, a trabajar por la justicia y la paz, y a vivir nuestra fe con autenticidad y compromiso. La peregrinación, una de las tradiciones más significativas del Jubileo, simboliza el camino interior de cada creyente hacia la santidad; sin embargo, también es un recordatorio de que somos un pueblo en camino, una comunidad universal llamada a avanzar junta hacia un futuro más justo y fraterno. En esta línea, el Jubileo 2025 se convierte en una oportunidad para renovar el pacto de fraternidad universal y de amistad social promovido por el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti.

El Jubileo 2025 se inició oficialmente el 24 de diciembre de 2024 con el rito de apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro por parte del Papa Francisco. El 29 de diciembre de 2024, en todas las catedrales y concatedrales, los obispos diocesanos celebramos la Eucaristía como apertura solemne del Año Jubilar. En los primeros compases del Año Jubilar celebraremos mañana la Jornada Mundial de la Paz, cuyo mensaje lleva por título “Perdona nuestras ofensas, concédenos la paz”. Este mensaje, arraigado en el Padrenuestro, subraya la conexión inseparable entre el perdón y la paz. El Santo Padre nos recuerda que el perdón es un acto de profunda transformación interior, capaz de romper las cadenas del rencor y de abrir caminos hacia la reconciliación. En un mundo herido por guerras, conflictos y divisiones, la llamada a perdonar se convierte en un imperativo moral y espiritual para construir una sociedad en la que reine la paz. La paz no es únicamente la ausencia de violencia, sino también la presencia de justicia, solidaridad y amor. En su mensaje, el Papa subraya que la paz verdadera comienza en el corazón de cada persona y se extiende hacia las estructuras sociales y políticas. Este Jubileo es una ocasión propicia para comprometerse con acciones concretas que promuevan la paz en todos los niveles. En el marco de este Jubileo y del mensaje de la paz, el Papa Francisco ha presentado tres propuestas, más que audaces, que buscan transformar las estructuras que perpetúan la desigualdad y el sufrimiento en el mundo: la condonación de la deuda externa, el respeto de la dignidad de la vida humana y la abolición de la pena de muerte, y la creación de un Fondo Mundial para la erradicación del hambre.

Al igual que Justin Kemp, el protagonista de la película El Jurado n. 2, que debe enfrentarse a la verdad para alcanzar la paz interior, el Año Nuevo, especialmente en el contexto del Jubileo, nos invita a mirar nuestras propias acciones y nuestras relaciones con honestidad, dejando atrás el rencor y el peso del pasado. Este ejercicio de memoria renovada y de perdón, inspirado por el ejemplo de María, intercesora y Madre, nos permite comenzar el año con esperanza y compromiso de vivir en armonía, siguiendo el mensaje de paz que la liturgia nos recuerda en esta solemnidad. Como “Peregrinos de Esperanza”, estamos llamados a caminar juntos, superando las divisiones y trabajando por el bien común. El Año Jubilar nos recuerda que, con confianza y determinación personal, es posible construir un mundo en el que la paz, la justicia y el amor sean una realidad para todos. Así podremos disponernos con esperanza a un futuro que, al igual que en la película, tiene como protagonista a un recién nacido. El Niño Dios dado a luz en Belén es la claridad divina que brilla en nuestra vida despejando toda oscuridad y sembrando en ella y en nuestro mundo la paz verdadera, fruto de su justicia. ¡Feliz Año 2025!

+ José Ángel Saiz Meneses

Arzobispo de Sevilla

 

 

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Catequistas peregrinan a Roma

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Desde la Delegación de Catequesis comienzan a preparar la pre-inscripción en la peregrinación a Roma con motivo del Jubileo de los Catequistas, que tendrá lugar del 26 al 28 de septiembre. «Será una experiencia espiritual y formativa en la que catequistas de todo el mundo se reunirán para renovar su fe, compartir su vocación y fortalecer su compromiso evangelizador», afirma el delegado, Gonzalo Martín.

Del 26 al 28 de septiembre participarán en «celebraciones litúrgicas solemnes junto al Santo Padre, el papa Francisco; en encuentros formativos y reflexivos, enfocados en nuestra misión catequética; en peregrinaciones a los lugares santos de Roma… lo que será una experiencia de comunión universal con catequistas de diferentes países», añade el delegado.

Para facilitar la organización, han puesto en marcha un período de pre-inscripción hasta el 15 de enero de 2025, «lo que nos permitirá coordinar la logística necesaria: traslados, alojamiento y materiales formativos». Para pre-inscribirse o resolver cualquier duda, pueden contactar a la Delegación de Catequesis escribiendo a catequesis@diocesismalaga.es

Los catequistas pre-inscritos recibirán información detallada sobre el itinerario, los costos y otros aspectos logísticos tras el cierre de las inscripciones.

«El Jubileo de los Catequistas es una oportunidad única para profundizar en nuestra vocación, renovar nuestra fe y compartir con alegría nuestra misión. Espero que juntos podamos vivir esta experiencia que, sin duda, será una fuente de gracia para nuestra Iglesia. ¡Os animo a participar!», concluye el sacerdote Gonzalo Martín. 

 
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