TEMPLOS PARA LA MÁLAGA DEL FUTURO

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Oficina de información de los Obispos del Sur de España

En 1992 la Diócesis de Málaga inició, promovida por el entonces Administrador Apostólico Mons. Fernando Sebastián y continuada por el actual Obispo Mons. Antonio Dorado, una campaña con un objetivo claro: proveer a la Málaga del Nuevo Milenio de una infraestructura digna en cuanto a complejos parroquiales para la acción pastoral de la Iglesia.

Desde aquellas fechas son ya 27 los nuevos complejos construidos en la Diócesis, amén de las más de 300 obras de remodelación y conservación de los edificios existentes, todo ello gracias a la generosidad y solidaridad de los malagueños comprometidos con la marcha de su Iglesia Diocesana; también de aquellas personas que nos visitan en estas fechas de verano.

Pero la tarea continúa: actualmente son 3 los complejos parroquiales en construcción y serán necesarios otros 8 para cubrir los requerimientos inmediatos debidos al crecimiento demográfico de las parroquias de la Diócesis. Se estiman en unos 12 millones de euros los necesarios para seguir adelante en las obras más inmediatas.

La ayuda de todos es necesaria, por pequeña que sea. El próximo 14 de agosto los malagueños tienen la oportunidad de manifestar su compromiso colaborando en la campaña Templos para la Málaga del Futuro.

Se puede realizar una aportación extraordinaria o bien, como muchos malagueños ya, suscribir una cuota periódica.

Extractamos unos párrafos de la Carta Pastoral Entre todos lo estamos consiguiendo, de Mons. Dorado Soto, para esta campaña de 2005. Se puede leer la carta íntegra en Noticias Especiales.

A los malagueños y los que estáis de paso os pido un sacrificio generoso para que todos podamos disponer de un lugar digno en el que celebrar la santa misa, en el que acoger a los niños y a los adultos para recibir las catequesis y en el que celebrar los acontecimientos más importantes de nuestra vida, como el nacimiento de un hijo, la pérdida de un ser querido y la unión matrimonial de nuestros jóvenes.

Como os he dicho en otras ocasiones, al presentar al Pueblo de Dios las cuentas de cada año, tenemos que dar gracias al Señor por la generosidad de nuestras gentes; una generosidad que nos permite acercarnos a la autofinanciación de la Iglesia. También hoy confío en que cada uno, al reflexionar sobre lo que ha recibido y recibe diariamente del Señor, sepa manifestar su gratitud compartiendo lo que pueda. No lo olvidéis, el día 14 de Agosto, cuando os recuerden que se celebra una colecta extraordinaria a favor de los nuevos templos, unos recién construidos y otros que están todavía en construcción.

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