XCVI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española.
Desde la entrada en vigor del nuevo sistema de Asignación Tributaria en 2007, la Iglesia percibe para su sostenimiento, únicamente el importe resultante de la asignación de los contribuyentes en el Impuesto de la Renta de la Personas Físicas.
Desaparecieron, en consecuencia, el carácter mínimo de los pagos a cuenta así como el compromiso de percibir una cantidad equivalente al año anterior.
Los presupuestos del Fondo Común Interdiocesano para 2011 se nutren de dos importes:
a) Pago a cuenta de la Asignación Tributaria de 2011. Dicho pago a cuenta, de acuerdo con el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2011, ha quedado congelado en la misma cantidad que el año anterior.
b) Liquidación de la Asignación Tributaria de 2009 (campaña de la renta de primavera de 2010). A fecha de hoy no disponemos de los datos relativos a la liquidación provisional.
La liquidación de la Asignación Tributaria de 2009 dependerá de 2 factores
1. La variación de la cuota íntegra total de impuesto. Dicho importe global se determina en función de:
a. Modificaciones legales en el IRPF.
b. Renta declarada por los contribuyentes en función de su situación económica
2. La variación en el número y composición de los asignantes a favor de la Iglesia Católica.
A día de hoy, no se han publicado datos de la cuota íntegra total del IRPF correspondiente al 2009. Los únicos datos disponibles, publicados por la Intervención General de la Administración del Estado en el “Avance de la Actuación presupuestaria de las Administración Públicas de 2009” indican en su página 48 lo siguiente:
“La recaudación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas correspondiente al Estado se eleva a 30.432 millones de euros y cae un 29,9%, tasa que se reduce al 10,5% antes de deducir la participación de las Administraciones Territoriales”.
Aunque la Asignación Tributaria no se calcula a partir de la recaudación, sino de una magnitud anterior del Impuesto (cuota íntegra), es lógico plantear una correlación entre ambos datos, por lo que es previsible un descenso significativo por este concepto.
Por otro lado, resulta muy complejo conocer cuál habrá sido el comportamiento del número de declarantes que asignan a favor de la Iglesia, tras unos años de incrementos constantes en asignantes.
Por estas razones, se ha propuesto a la Asamblea Plenaria, tras dialogar sobre los criterios de reparto del Fondo Común, dejar pendiente la cantidad a consignar en los presupuestos para 2011, manteniendo, de manera provisional, la misma cantidad que en el año 2010. Cuando se disponga de datos fiables sobre el resultado de la asignación tributaria, se corregirá dicha cantidad al alza o a la baja, dependiendo de su resultado.