Con motivo de su reciente fallecimiento se celebrarán eucaristías en distintas diócesis andaluzas. El pasado 14 de marzo Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, fallecía en Italia. El 18 se celebró el funeral en la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma, presidido por el Cardenal Tarcisio Bertone.
Durante los próximos días en varias Diócesis andaluzas se celebrarán eucaristías por ella. La primera de ellas será la presidida por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, D. Carlos Amigo Vallejo, el jueves 3 de abril a las 20 h. en la Santa Iglesia Catedral de Sevilla. El acceso al tempo será por la Puerta de San Miguel (Avda. de la Constitución).
El domingo 6 de abril la eucaristía será en Almería, en la parroquia de San Sebastián a las 20 h.
En Granada la eucaristía tendrá lugar el lunes 7 de abril a las 20 h. en la Basílica de Ntra. Sra. de las Angustias. La presidirá el Arzobispo, D. Javier Martínez. Previamente a la celebración de la eucaristía, a las 19:30 h., se presentará la figura de Chiara Lubich a través de algunos de sus escritos.
El martes 8 de abril, D. Juan del Río Martín, Obispo de Asidonia – Jerez presidirá la misa pontifical a las 20 h. Será en la Santa Iglesia Catedral de Jerez. En Cádiz se están organizando autobuses para asistir a la misa. Más información en los teléfonos 956 262 214 y 669 804 177.
En Málaga, el Obispo D. Antonio Dorado Soto presidirá la celebración de la eucaristía en la parroquia de San Gabriel (Avda. Cánovas del Castillo, 5) el miércoles 6 de abril a las 20 h.
En Jaén la misa se celebrará el jueves 17 de abril en la parroquia de San Bartolomé a las 20 h.
Chiara Lubich nació en Trento en 1920. Es a principios de los años 40, durante la Segunda Guerra Mundial, bajo los bombardeos que destruyen todo Trento, cuando Chiara -que tiene poco más de 20 años-, experimenta el encuentro con Dios Amor, "el único que no pasa". Este descubrimiento de Dios Amor, que comunica y comparte enseguida con sus primeras compañeras, cambia su vida radicalmente: "Mientras pensábamos vivir simplemente el Evangelio, inadvertidamente el Espíritu nos iba subrayando algunas Palabras que debían convertirse en los principios operantes de una nueva corriente espiritual: la espiritualidad de la unidad". A los refugios, junto a sus primeras compañeras, lleva sólo el Evangelio; sus palabras aparecen iluminadas por una luz nueva e, inmediatamente, las traducen en vida. La vida da un salto de calidad. Experimentan aquella alegría, paz y fuerza fruto del Espíritu, signos inconfundibles de la presencia viva del Resucitado, prometida a “dos o tres reunidos en su nombre”.
En el testamento de Jesús "Que todos sean uno", encuentran el objetivo de su vida: llevar la unidad a todas partes donde haya división.
Este ideal ahora involucra a millones de personas dando vida a un movimiento de renovación espiritual y social, multicultural y multirreligioso, el Movimiento de los Focolares, presente en 182 países del mundo.
En 1977 recibe en Londres el Pemio Templeton por el Progreso de la Religión, con lo que la actividad de Chiara comienza lentamente a cobrar notoriedad pública. En 1991, durante un viaje a Brasil, frente a los enormes desequilibrios de este país, lanza el Proyecto Economía de Comunión; un proyecto que hoy anima a más de setecientas empresas y que pretende trazar las líneas de una nueva economía capaz de incidir en los desequilibrios entre ricos y pobres.
En 1996 en París la UNESCO le confiere el Premio por la Educación para la Paz.
Entre 1997 y 1998 abre nuevas perspectivas de diálogo interreligioso: es invitada a hablar de su experiencia interior en Tailandia ante ochocientos monjes y monjas budistas; en Nueva York, ante tres mil musulmanes en la mezquita de Harlem; y en Argentina, a la comunidad hebrea de Buenos Aires. En septiembre de 1998 en Estrasburgo recibe del Consejo Europeo el Premio Derechos Humanos.
Chiara continúa recibiendo, año tras año, diversos premios: ciudadanías honorarias, doctorados honoris causa en las más variadas disciplinas (Ciencias Sociales, Economía, Pedagogía, Comunicaciones Sociales, Filosofía, Teología, Artes, Ciencias Humanísticas,…) y universidades del mundo; el último doctorado lo recibió en su casa a inicios de año.
A principios de febrero de 2008 es internada en el Policlínico Gemelli. Allí recibe una carta de Benedicto XVI que relee a menudo; también recibe la visita del Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I. Semanas después, agravándose su estado de salud, regresa por expreso deseo suyo a su residencia habitual de Rocca di Papa; allí, acompañada por sus primeros compañeros y multitud de personas, fallece serenamente el 14 de marzo poco después de las dos de la mañana.
