«Si pudiera dar un consejo a las futuras madres sería que no tengan miedo»

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Victoria López Rosas es la creadora de una de las primeras tiendas online accesible de España y diseñadora de una marca de ropa inclusiva llamada Iguales. Está casada y es madre de cuatro hijos.

Por más que intentemos imaginarlo, hasta que una mujer no está embarazada no descubre el sentimiento de la maternidad, ¿Cómo recuerdas aquellos primeros momentos?

Mi primer embarazo no fue esperado. Tenía 23 años y estaba terminando un máster en Madrid. Llevaba cuatro años con mi pareja, aunque estábamos pasando un mal momento. La noticia del embarazo fue totalmente inesperada, pero desde el primer instante la recibí con ilusión y un poco de miedo. Recuerdo que me hice la prueba con mi hermano, que estudiaba conmigo allí y él me apoyó en todo momento. Estaba loco por tener un sobrino. Cuando la prueba dio positivo, bajé corriendo a la farmacia a comprar dos más, porque pensé que no podía ser. 

Pero sí era…

Fue una sorpresa. No fue buscado, acababa de empezar las prácticas en una empresa y quería quedarme en Madrid e incluso irme al extranjero. Así que, en ese momento, mi vida dio un giro de 180 grados, pero desde el minuto uno tuve claro que quería tener a mi hijo y me dio muchísima fortaleza para avanzar, tomar decisiones y me hizo ver las cosas con más claridad. Eso no quiere decir que no tuviese miedos, incertidumbres… pero mis padres me apoyaron desde el primer momento, al igual que toda mi familia. Si pudiera dar un consejo a las futuras madres sería que no tengan miedo, porque con el paso del tiempo veo que muchos de los errores que he cometido han sido debidos en su mayoría a mis miedos. 

Y después, ¿vinieron tres hijos más?

Así es, la relación con el padre de mi primer hijo terminó y cuando él tenía 4 años, empecé a salir con el que hoy día es mi marido, Gregorio. Nos casamos y hemos tenido tres hijos más, todos varones. Pepe tiene 22 años; Enrique, 15; Darío, 11 y Gonzalo, 8. Y los quiero a todos igual, cada hijo es único e igual de importante.

¿Cómo recuerdas aquellos momentos de tu embarazo?

Al principio, todo es un mundo. Te cuentan muchas cosas, pero hasta que no lo vives no sabes lo que es. Cada persona, además, lleva el embarazo de una manera, incluso cada embarazo es diferente. Yo me encontraba regular físicamente, con las típicas molestias del primer trimestre, pero siempre con mucha ilusión. Hay momentos que no se te olvidan. La primera vez que escuchas su corazón, las primeras ecografías, ahora ya en tres dimensiones, es increíble cómo ves sus facciones, cuando lo sientes moverse… Esto es espectacular en cada embarazo. Cada uno es único y te coge en un momento vital distinto. En el primero tienes más miedos, en el segundo más madurez, pero en definitiva cada embarazo y cada parto han sido como una primera vez, cada uno es único y especial. El momento del parto para mí es maravilloso, lo habría repetido mil veces. Aunque un poco preocupada, siempre iba a dar a luz feliz. Me sentía muy segura y, cuando les ves la cara por primera vez, es un momento mágico que te cambia la forma de entender el mundo. Recuerdo en el primer embarazo, uno cree que la maternidad va a ser de una manera y no tiene nada que ver con la realidad una vez que tienes a ese ser en tus brazos.  

Además de la maternidad, hace unos años decidiste embarcarte en un proyecto para las personas con discapacidad, ¿cómo surgió la idea?

Siempre quise hacer algo relacionado con la moda, pero que al mismo tiempo aportase algún valor a la sociedad, y justo en ese momento leí que Facebook estaba intentando adaptar su red a personas ciegas, porque para la mayoría de ellas las redes sociales no son accesibles. Cada vez hay más herramientas para hacerlas accesibles, pero sigue existiendo una gran cantidad de personas que se queda fuera. En ese momento, me pregunté si las páginas webs en las que yo compraba ropa normalmente eran accesibles y descubrí que no, entonces fue cuando pensé en mi proyecto.

¿Y en que consiste?

Primero creé una página accesible llamada Dadai.shop para alojar diferentes tiendas de ropa y que el colectivo con discapacidad pudiera acceder a ellas. Nuestra web es totalmente accesible. Es decir, una persona ciega, gracias a los lectores de pantalla, puede navegar perfectamente. Igualmente, una persona que tenga movilidad reducida pueda moverse por comandos de voz. Incluso la Fundación Once seleccionó Dadai Shop para formar parte de su aceleradora de Startups.

Pero también diseña ropa inclusiva, ¿no es así?

Sí, una cosa llevó a la otra, ya que me di cuenta de que había muy poca ropa de este tipo. Así que lancé la marca de ropa Iguales, cuyas prendas incorporan un código QR para que las personas ciegas puedan, con un móvil, escuchar la identificación de la prenda, así podrán saber de qué color es, si es lisa o estampada… lo que les da mucha autonomía. Incluso consejos de lavado para que puedan poner una lavadora de forma autónoma y no depender de nadie. Piensa que el hecho de que tu ropa tenga un código QR no te estorba para nada, pero para alguien que no puede ver es una herramienta muy útil. Creo que todavía falta mucho camino por recorrer, pero seguiremos caminando.

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