Artículo escrito para la Jornada Pro Orantibus del 26 de mayo de 2013.
Los monasterios y conventos tienen que ser oasis de silencio orante y constante. Torres vigías que desde las cumbres nos anuncien a todos los cristianos y al mundo entero la aurora de un tiempo nuevo.
A todos los fieles cristianos se les recomienda que: «en esta Jornada Pro Orantibus es justo y necesario que recemos por las personas contemplativas, que volvamos la mirada y el corazón a sus monasterios y pidamos por sus intenciones. Sin duda, sus intenciones van encaminadas a la permanencia en la fidelidad siempre renovada de todos sus miembros en la vocación recibida y al aumento de vocaciones en esta forma de consagración». Todos los cristianos nos unimos a la oración de aquellos hermanos de la comunidad que hacen de vigía, día y noche, y nos alientan a perseverar en la oración.