La plaza frente a la parroquia de Santa Ana y San Joaquín ha recibido el nombre del que fuera su primer párroco, D. José María Ortega.
La propuesta de dedicar este espacio público a este sacerdote partió hace 8 años del entonces párroco, Andrés Merino, y la iniciativa contó con el apoyo de los vecinos del barrio y de la hermandad de Nueva Esperanza, quienes recogieron una multitud de firmas. En la actualidad, D. José María Ortega reside en la Residencia Buen Samaritano a sus 94 años.