La Virgen de la Victoria es patrona coronada y alcaldesa honoraria perpetua de la ciudad de Melilla, que estos días se viste de fiesta para celebrar su día en la Natividad de la Santísima Virgen. En la novena se desglosan, este año, cada una de las alabanzas y peticiones del Padrenuestro.
Como explica el Vicario Episcopal, Eduardo Resa, «se trata de que todos sus devotos, congregantes y los melillenses todos, cuyos nombres lleva Ella en el corazón de madre, ponderen esa obra maestra salida de las manos de Dios que es la Virgen María. Mi deseo es que este novenario sea expresión de nuestra gratitud a la Madre del cielo bajo cuya protección nos ponemos cada día».
Los cultos en honor a la Virgen de la Victoria se desarrollan del 30 de agosto al 8 de septiembre con la exposición del Santísimo a las 19.30 horas, seguido del Rezo del Santo Rosario y la Eucaristía, a las 20.30 horas. El primer día se realiza la bendición a las embarazadas, a quienes se pone bajo la intercesión de la Virgen, y cada día numerosas asociaciones, grupos y comunidades tienen un especial protagonismo. El 2 de septiembre se presentan a la Virgen los niños recién nacidos; el 3, renuevan sus votos aquellos matrimonios que así lo desean; el 5, se administra la unción de enfermos a los mayores de 60 años y aquellos enfermos que quieran recibirla y el día 7, se imponen las medallas a los nuevos congregantes de la Real y Franciscana Congregación de Nuestra Señora de la Victoria.
HIMNO A LA VIRGEN
Este es el texto del himno oficial a la patrona de Melilla, Nuestra Señora de la Victoria:
Oh patrona de Melilla
y del mundo maravilla
que a este pueblo concediste
la victoria sin igual
y por eso madre mía en tu amor
y en ti confía
que nos sigas protegiendo con tu aliento maternal.
Virgen hermosa de la Victoria, dame en la gloria
puesto de honor, puesto de honor
no desempares, ni un solo instante al que anhelante
busca tu amor y no permitas, Virgen del cielo,
que en este suelo haya rencor.
No desempares, ni un solo instante al que anhelante
busca tu amor.
Venid, llegad,
la Virgen de la Victoria
nuestro ruego escucha ya.
