La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos convoca en la Catedral a miembros de las iglesias presentes en Málaga, y celebra un gesto público para manifestar su preocupación por la situación que viven los migrantes y refugiados llegados a nuestro país.
Dentro del marco de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que se celebra del 18 al 25 de enero, a las 19.30 horas del domingo 20 de enero, el atrio de la Catedral de Málaga acogió el encuentro de fieles y representantes de las diversas confesiones cristianas establecidas en la provincia de Málaga, presidido por el Obispo de Málaga, Jesús Catalá.
El signo comenzó con las palabras de Rafael Vázquez Jiménez, delegado de Ecumenismo y Diálogo Interreligioso de la Diócesisde Málaga, quien expresó el «sufrimiento que compartimos por estos hermanos nuestros, que huyen de la guerra y del hambre, o que se ven obligados a abandonar su tierra a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental, así como nuestro dolor por el desprecio que en los países de acogida se da a la dignidad de estos hijos e hijas de Dios». A continuación se leyó el texto del evangelio de Mateo 25, 31-46 y después de unos minutos de silencio, el pastor Jose Manuel Mochón, de la Iglesia Evangélica Española y Director del Centro Español de Ayuda al Refugiado (CEAR), leyó un manifiesto, que expresa la solidaridad y el compromiso de las Iglesias cristianas, independientemente de su confesión, por trabajar juntos a favor de los hermanos migrantes y refugiados.
Tras el comunicado, el coro de africanos de la parroquia de Cristo Rey puso sonido a la riqueza artística de los migrantes venidos de otras culturas. Al gesto público se unieron quienes participan mensualmente del Círculo del Silencio, convocado por la Delegación Diocesana de Migraciones.
Al terminar, los participantes entraron en la Catedral para el encuentro ecuménico de oración, en el que participaron más de 300 personas, fieles de las diferentes Iglesias cristianas, representantes de la Delegación de Migraciones, el grupo ecuménico de Málaga y el centro ecuménico Lux Mundi.
Ana María Medina
