
Ntra. Sra. de Belén
Ocupando el sitio donde, hasta su destrucción en 1936, estuvo el retablo de san Blas, se bendijo en 1972 el sobrio retablo dedicado a la Virgen de Belén.
Este conjunto fue sufragado por el Colegio de Arquitectos de Málaga, en homenaje a quien es su protectora desde que, en 1688, a imitación de la Real Congregación de Arquitectura de Madrid, precedente de la Academia de San Fernando, todas las demás instituciones de esta índole en España asumieron de manera progresiva este patronazgo. Atendiendo a estos precedentes, Pío XII el 12 de septiembre de 1949, lo refrendó y declaró de forma oficial. El pretexto de este patrocinio queda justificado por el hecho de que, tras el episodio del pesebre, la Sagrada Familia encontró una casa donde habitar (San Mateo 2, 11).
Lo más relevante del retablo es la imagen mariana que recrea, que no copia, a la Virgen de Belén que Pedro de Mena hiciera para el Convento de Santo Domingo y que, parejo con otro dedicado a san José, estaba situado en la embocadura de la capilla mayor de esa iglesia perchelera. Tal efigie es obra del escultor jerezano Francisco Pinto Berraquero quien, por encargo del arcipreste Francisco Corrales, tantos trabajos realizara para nuestra Catedral en los años sesenta. Las cofradías de los Dolores del Puente y de Mena también cuentan en sus tronos procesionales con réplicas de esta añorada Virgen de Belén.