El 24 de septiembre celebramos la fiesta de la Virgen de la Merced, la patrona del mundo penitenciario y de la Familia Mercedaria. En la diócesis de Málaga son varias las comunidades de religiosas Mercedarias, tanto de vida activa como de vida contemplativa, dispuestas a servir a quienes más lo necesiten y a rezar por todos. Entramos hoy a sus residencias y a la prisión de Alhaurín de la Torre, de mano del delegado de Pastoral Penitenciaria.
El 10 de agosto de 1218, san Pedro Nolasco fundó en Barcelona la Orden de la Virgen María de la Merced de la redención de los cautivos. En muchos centros penitenciarios se sigue celebrando la fiesta de su Patrona: la Virgen de la Merced, entre ellos en el de Alhaurín de la Torre. Son muchos siglos de los que corroboran esta especial dedicación de los mercedarios y de la vocación de la Merced por los que sufren cautiverio, por los presos y por los esclavos, de donde nace realmente esta devoción. Pero la Merced es la Patrona de los cautivos, no sólo físicos, sino también cautivos espiritualmente y de los más marginados de la sociedad.
Centro penitenciario
El centro penitenciario de Alhaurín de la Torre vive un día muy especial cada 24 de septiembre, es la fiesta de la Virgen de la Merced, la patrona del mundo penitenciario. El recién nombrado delegado de Pastoral Penitenciaria, el religioso trinitario Antonio Elverfeldt, afirma que «es una fiesta para toda la prisión, para los internos, los funcionarios, el equipo social… para todos los que forman parte de la prisión de una forma u otra. Por la mañana se celebra la Eucaristía, sobre las 10.30 horas, dependiendo de la organización del día, y en ella participan desde el director hasta el último interno que así lo desee, incluso en algunas ocasiones asiste hasta el alcalde de la localidad. El objetivo es unirnos todos y rezar por nuestra libertad y la libertad de todos. La libertad correcta para cada persona, no sólo la física, sino también la interna, la espiritual… Es un gran día de fiesta».
Elverfeldt pertenece a la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos, conocidos como «trinitarios», cuyo carisma se centra en la liberación de los cautivos y que fue fundada por San Juan de Mata en 1198. «Y liberación, en principio, necesitamos todos, desde el más rico al más pobre. Aunque hay personas que están extremadamente cautivas y otras marginadas. Nuestra comunidad está presente en las parroquias de la Palma-Palmilla, un barrio de las periferias, en el que tenemos muy buena gente, seres humanos impresionantes a los que se les cierran muchas puertas. Nosotros no somos héroes que salvamos el mundo, sino que nos dedicamos a las personas, de una en una, a las que tenemos más cercanas, como hizo Jesús; sabiendo que es Él quien actúa», asegura Elverfeldt. En la diócesis de Málaga los trinitarios están presentes en Antequera y en Málaga capital. En Antequera se hacen cargo de la parroquia de la Santísima Trinidad, la Fundación Prolibertas (casa de acogida para inmigrantes e internos de prisión durante sus permisos) y el Noviciado. En Málaga, Elverfeldt, junto a su compañero Andrés González, lleva la parroquia de Jesús Obrero y San Pío X, en La Palma-Palmilla; la capellanía del centro penitenciario de Alhaurín de la Torre; la Delegación de Pastoral Penitenciaria y el SIT (Solidaridad Internacional Trinitaria), del que Elverfeldt es su actual presidente en España y desde el que se está prestando ayuda a refugiados de varios países desde hace años.
El delegado de Pastoral Penitenciaria comienza este curso pastoral con un deseo: «que haya unión, motivación, haya alegría y que seamos capaces de comunicar con el último de los últimos. Yo siempre digo que, el que está más marginado, el que peor vemos, a él es a quien más nos tenemos que entregar. Espero que seamos capaces, en la Pastoral Penitenciaria, de tener la sensibilidad y la cercanía a Dios necesarias para poder hacerlo».
Orden de la Merced
En el barrio de la Cruz del Molinillo se encuentra el Monasterio de las Madres Mercedarias compartiendo edificio con el Museum Jorge Rando, en lo que fue el colegio que las madres gestionaron desde 1903 a 1988.
Desde el 21 al 23 de septiembre, a las 19.00 horas, están celebrando el triduo a la Virgen de la Merced, predicado por el religioso reparador Lorenzo Fernández, superior de los padres reparadores de Málaga, presentes en la parroquia de San Antonio de Padua. El día 24 tendrá lugar la misa solemne por la patrona.
Según explica la Madre Mª Carmen Yoldi, superiora de la comunidad, el monasterio está formado en la actualidad por siete hermanas (dos jóvenes recién llegadas de Guatemala, que pronto recibirán la profesión solemne).
La Madre Yoldi vive en este monasterio desde enero de 1978 y afirma que «la sigue cautivando el Amor de Dios, a la comunidad y a las hermanas». El carisma de la Orden de la Merced sigue siendo la oración contemplativa redentora: «es cierto que han cambiado las cautividades de nuestro mundo, pero siguen existiendo, no hay más que ver a tantas personas que están saliendo de sus países».
Mercedarias de la Caridad
Las Mercedarias de la Caridad tienen dos comunidades en Málaga capital (atienden la Casa sacerdotal y una residencia de hermanas mayores) y una en Alameda (una residencia de hermanas mayores). Sor Encarnita es la superiora de la comunidad que atiende la Casa Sacerdotal. En esta casa iniciaron la fiesta de la Merced el día 15, con la celebración de la novena. Cada día, a las 19.00 horas, el sacerdote Alfonso crespo preside la Eucaristía y predica la novena en la capilla de la comunidad. La Eucaristía del día 24 estará presidida por el Sr. Obispo. Esta comunidad está formada por cinco hermanas y su capellán es el sacerdote Francisco Millán.
En la residencia de hermanas mayores, situada en la Avenida Carlos Haya, son 15 las hermanas mayores que forman la comunidad y cuatro las que las cuidan. Son auténticas vidas llenas de entrega y sacrificio. El capellán de esta comunidad es el sacerdote Gabriel Leal.
En palabras de Sor Encarnita Romero, superiora de la comunidad de la Casa sacerdotal, «el 24 de septiembre es un día muy grande. Es más, todo el mes de septiembre es grande para nosotras, es el mes de nuestra Madre». Los tiempos han cambiado, pero el carisma de estas religiosas sigue siendo el de «servir a los demás en todas las facetas de su vida, por eso servimos en colegios, residencias de ancianos, casas de acogida de inmigrantes (en Almería) y hasta leproserías en algunos países en los que esta enfermedad sigue activa». En Málaga atienden a los sacerdotes mayores, «es una casa abierta a todos los sacerdotes de la diócesis. En la actualidad hay 27 viviendo y otros cuantos se acercan para almorzar. Los atendemos en todo lo que necesitan, excepto en confesarlos, que son ellos quienes nos confiesan a nosotras (se ríe) y también atendemos la casa del Sr. Obispo».
Sor Encarnita lleva 53 años en la congregación, «me costó entrar porque era hija única y dolía la separación, pero no me cambio por nadie, soy una mujer feliz porque Él me da las fuerzas que siempre necesito, es el Amor de los Amores».
Encarni Llamas Fortes