Jornadas de Puertas Abiertas: «El preso también te necesita»

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Del 20 al 22 de abril tienen lugar en la parroquia Jesús Obrero, en La Palma-Palmilla (Málaga), unas Jornadas de Puertas Abiertas organizadas por la Delegación de Pastoral Penitenciaria bajo el lema “El preso también te necesita”.

Antonio Elverfeldt: «Queremos que la gente conozca esta labor tan fascinante»

«Se trata de una invitación a conocer de cerca la misión de los más de 50 voluntarios que forman parte del equipo de Pastoral Penitenciaria con las personas privadas de libertad, con sus familias y con todos los que quieran conocer esta realidad», explica Andrés González, trinitario y capellán.

Los participantes en esas jornadas escucharán en directo el testimonio de personas que han estado presas y de voluntarios; obtendrán información sobre sobre la labor de servicio que la Iglesia de Málaga ofrece en los centros penitenciarios a través de mesas de información, talleres, exposiciones e incluso una proyección audiovisual: un corto rodado en la prisión de Alhaurín de la Torre, “Tres razones”, en el que se explica cómo es la estancia de un interno en la prisión.

«Con estas jornadas, queremos hacer conocer esta pastoral desconocida que la Iglesia hace desde los primeros siglos de su historia», explica el delegado de Pastoral Penitenciaria, Antonio Elverfeldt, «una labor que se realiza tanto con las personas que están en prisión, como con los afectados por sus delitos y con las familias. Son los tres ámbitos en los que trabajamos. En primer lugar, dentro de la prisión, con los internos y los que trabajan allí: funcionarios, psicólogos, educadores y todos los que están implicados en ese mundo. En segundo lugar, realizamos una labor de sensibilización en la prevención con los jóvenes, les hablamos de cómo casi el 90% de los internos en la cárcel han llegado allí por causa de la droga. Por último, también atendemos el tema de la reinserción. Cómo las familias de los hombres y mujeres que están en prisión sufren por lo que ha hecho el familiar en prisión. Todo esto es lo que queremos hacer ver en las jornadas».

También explicarán en qué consiste el voluntariado, que es el motor de Pastoral Penitenciaria. Ya son cuatro los centros penitenciarios que existen en la Diócesis de Málaga: Melilla, Alhaurín de la Torre, Centro de Reinserción Social (Polígono Guadalhorce) y el nuevo centro de Archidona.

«Queremos que la gente conozca esta labor tan fascinante», afirma Elverfeldt, «y que se cree esa sensibilidad necesaria. En todos los barrios y parroquias hay personas que están en prisión o tienen algún familiar que lo está. A veces vemos a los presos como los malos, los que han hecho mal a la sociedad y están marcados. Nos cuesta pensar que necesitan nuestra ayuda, pero nosotros creemos en Jesucristo y, cuando andaba por el mundo buscaba a los enfermos y no a los sanos: a Mateo que era un gran pecador, hoy día sería algo así como un traficante droga. Queremos que la gente sepa que los presos son personas a las que hay que darles la oportunidad de cambiar. Queremos que las parroquias conozcan mejor esta labor, para que podamos hacer un trabajo coordinado entre todos en la evangelización, la acción social y la inserción en la sociedad.

Horario

Las Jornadas de Puertas Abiertas tiene lugar el viernes 20 de abril, de 18.00 a 20.00 horas; el sábado 21, de 11.00 a 13.00 y de 18.00 a 20.00 horas; y el domingo 22, de 11.00 a 13.00 horas. Los grupos que deseen participar, pueden contactar por teléfono con el delegado de Pastoral Penitenciaria, al número 657 08 82 80, para coordinar la participación. Hay lugar para aparcar en la propia parroquia.

El lema: “El preso también te necesita”

El lema elegido este año «quiere expresar la unión radical que existe entre la herida y el cuerpo que la sufre», explica el delegado de Pastoral Penitenciaria, Antonio Elverfeldt. «El preso es la herida sufriente de este Cuerpo Místico del que yo soy parte: la Iglesia. Si a Él le duele a mí me duele; ¡me debe doler! Si Él sufre yo debo sufrir. Si Él está solo en su soledad enrejada yo debo sentir esa soledad en mi carne y en mi alma. ¡Ay de mí si el dolor de mi hermano no lo siento y no me inmuta! ¡Ay de mí si digo frases ateas como “por algo estará ahí” o “tiene lo que se merece” sin preguntarme siquiera qué parte de culpa pude tener yo, y la sociedad que lo condena, en el proceso de sus caídas. Si Jesús le hubiera echado en cara a la samaritana y al buen ladrón, a Pedro y a la mujer adúltera… a ti y a mí… todas nuestras equivocaciones y pecados la historia de su Evangelio sería otra y no habría habido perdón y, por supuesto, tampoco conversión y cambio de vida».

Los más de 50 voluntarios de Pastoral Penitenciaria son hombres y mujeres de nuestra Iglesia que «trabajan haciendo presente a Jesús y su evangelio en la propia prisión y en los distintos ámbitos relacionados íntimamente con ella: la familia del preso, el trato con el mundo de la judicatura y de la abogacía, la prevención expresa en colegios e institutos de toda la Diócesis, o la creación de conciencia liberadora en sus propias parroquias de origen en los medios donde desarrollan su actividad diaria».

Encarni Llamas Fortes

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