«Primero padre de familia, luego maestro, me gusta mi colegio, y luego hago dibujillos», con esta sencillez explica Fano el don que ha recibido de Dios y que ha puesto al servicio de los demás. Los dibujos de Francisco Javier Velasco Fano (Oviedo, 1973) ilustran el Evangelio de cada domingo en la revista diocesana desde el 22 de abril de 2001. Ese mismo año comenzó a trabajar como profesor de educación especial en el colegio María de la O de los Asperones. Recientemente ha salido a la luz un libro titulado «Jesús para todos», que cuenta con la riqueza de los dibujos de Fano y de las reflexiones del sacerdote Juan Antonio Paredes.
–Sus dibujos ilustran numerosas publicaciones de todo el mundo, hasta de Japón, pero el libro «Jesús para todos» es el primero que firma como autor, ¿cómo nos lo presenta?
–Este proyecto es la recopilación de muchos de los dibujos que han salido publicados en la revista DIÓCESIS, en la que llevo colaborandomás de 10 años. Se trata de contar la vida de Jesús de manera sencilla, a través de las imágenes. En esencia es contar el Evangelio con imágenes y que eso nos mueva desde el interior, por eso tiene una pequeña oración al final y por eso el subtítulo es «Imagen, palabra y oración».
–¿Cuánto hay de cada una de ellas?
–La imagen es importante. El lenguaje de nuestro tiempo tiene mucho de imagen y preside este libro. La editorial PPC ha conseguido una edición preciosa, muy visual. A mí me gusta mucho que lo primero que se lee es el Evangelio, el punto de partida de cada hoja es la Palabra de Dios, después vemos una imagen grande, una pequeña reflexión y una oración final. Tiene también un poco del lenguaje publicitario actual, pero sin perder la esencia que es el Evangelio y que es lo que nos mueve a hacerlo.
–Maestro en el Colegio María de la O, en los Asperones, desde 2001, ¿no ha pensado en dedicarse profesionalmente al dibujo?
–La verdad es que no. Yo me siento primero padre de familia, luego maestro, me gusta ser maestro, me gusta mi colegio, y luego hago «dibujillos». No me siento ilustrador, sino que dibujo cosas de Dios, puedo dibujar otras cosas, pero yo lo que siento es una manera de compartir y de vivir lo que creo. Forma parte de mis noches, yo digo que es como Nicodemo, que se encuentra al Señor por las noches. Cuando están los niños acostados y están las cosas del trabajo hechas, uno reza y lo expreso dibujando, es el Señor quien me ha dado el don de dibujar. Ésta es la única motivación para dibujar, y no hay otra.
–Otro de los autores es el sacerdote Juan Antonio Paredes, anterior delegado de Medios, teólogo y párroco de Santa María Estrella de los Mares, ¿cuál ha sido su papel?
–Fue el visionario de este libro.Tenía claro que había que hacer un libro con los dibujos. Hasta el título lo tenía claro desde el principio. Sus textos le dan muchísima profundidad.
–Sus dibujos están cargados de ternura y amor, pero también de denuncia profética.
–El Evangelio es buscar la justicia. Donde llega el Evangelio hay que denunciar el dolor y la pobreza. La Iglesia tiene que estar al lado de los pobres, acompañar a los pobres siempre, sabernos pobres siempre y luchar por la justicia social. Y se puede luchar con ternura, no hay que coger las armas, sino el amor de Dios, que es lo que tenemos.
–Una curiosidad. En sus dibujos siempre aparecen unas mariposas en la firma.
–(Se ríe) Esas mariposas responden a que esto de dibujar es un compromiso familiar. Lo primero que soy es padre. Hay cuatro mariposas porque tenemos tres hijos y son mi mujer y mis tres hijos. Es una forma de hacer presente que es un compromiso de familia y son parte de la firma.
– ¿Qué le dice su familia?
– Pues mi hija mayor ya está dibujando. Cuando preparamos el bautizo de la pequeña, la mayor dibujó el recordatorio. Yo le ayudé a colorearlo. Cuando van a catequesis y le dan dibujos le hace mucha ilusión que los haya hecho su padre. Ya me tienen fichado.
– Los beneficios del libro se destinan a un proyecto muy interesante.
– El Evangelio es anunciar a Jesús, tenemos que anunciar el Evangelio por todo mundo, y también los cristianos vamos creando justicia. Este libro también quiere recoger esa doble finalidad: el Evangelio y su justicia. El proyecto al que se destinan los beneficios es un colegio de acogida para niños de la calle en el Chad, el cuarto país más pobre del mundo. Se trata de una petición que hizo el obispo de allí, que es de Zaragoza. Hay dos malagueños allí, que son amigos. Le pedí a los otros autores que si empujábamos para allí. Y eso hemos hecho. Para nosotros es una alegría, pues los dibujos son un don y lo que se nos ha regalado no podemos cobrarlo. Es un servicio que queremos compartir con estas familias, que lo necesitan más que nosotros.
– ¿Hay ya próximos proyectos?
– Proyectos hay muchos, peticiones muchas y tiempo poco. Pero la verdad es que hemos hecho un buen equipo porque las cosas es comunidad se hacen mucho mejor y estando juntos, las limitaciones de cada uno se van perdiendo. Pronto comenzaremos un nuevo proyecto.