Homilía de Mons. Jesús Catalá durante la Eucaristía celebrada en la Catedral con motivo del Encuentro Mundial de las Familias
ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS
(Catedral-Málaga, 26 junio 2022)
Lecturas: 1 Re 19, 16b.19-21; Sal 15, 1-2.5-11; Gál 5, 1.13-18; Lc 9, 51-62. (Domingo Ordinario XIII-C)
1.- El apóstol Pablo, en el texto de su carta a los Gálatas, centra su atención en desarrollar su doctrina de la libertad según el Espíritu; y nos ha dicho que nuestra vocación es la libertad: «Para la libertad nos ha liberado Cristo» (Gál 5, 1).
El pensamiento de Pablo es cristocéntrico. Ha sido Cristo Jesús quien nos ha conseguido la salvación, a la que accedemos participando por la fe y los sacramentos y formando un nuevo pueblo animado por el Espíritu.
Vivir en libertad significa vivir como Cristo vivió, asumir las mismas actitudes que él, tener sus mismos sentimientos (cf. Flp 2, 5), vivir en humildad y ocupar los puestos de servicio a los demás; por eso nos pide san Pablo: «Sed esclavos unos de otros por amor» (Gál 5, 13).
2.- Esa libertad, que nos ofrece el Espíritu como hijos de Dios, hay que ponerla en práctica en la vida cotidiana. Algunos piensan que son libres, si no se comprometen; pero, precisamente la libertad se ejerce al tomar decisiones. Nuestra sociedad vive hoy lejos del ideal cristiano del matrimonio y de la familia. Manifestar con libertad la Buena Nueva del matrimonio cristiano es un testimonio necesario en esta época.
Del 22 al 26 del presente mes de junio se está celebrando en Roma el X Encuentro Mundial de las Familias, promovido y presidido por el papa Francisco, quien invitaba en su mensaje del 2 de julio de 2021 a participar a todas las familias cristianas del mundo en este acontecimiento eclesial.
El 19 de marzo de 2021 comenzó el Año “Familia Amoris Laetitia” con motivo del quinto Aniversario de dicha exhortación y culmina en Roma hoy, día 26 de junio de 2022. Nosotros nos unimos a este hermoso acontecimiento eclesial.
3.- El tema del encuentro es ‘El amor familiar: vocación y camino de santidad’, y busca mostrar la belleza y la felicidad del amor en la familia.
En medio de las crisis culturales y sociales actuales el anuncio gozoso de la familia es una esperanza para todos pues, como afirma el papa Francisco, “nadie puede pensar que debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio es algo que favorece a la sociedad. Ocurre lo contrario: perjudica la maduración de las personas, el cultivo de los valores comunitarios y el desarrollo ético de las ciudades y de los pueblos” (Amoris laetitia, 52).
La familia es la célula de la cultura de la vida y de la civilización del amor. Formar una familia significa “ser parte del sueño de Dios, uniéndose a Él en la construcción de un mundo donde nadie se sienta solo” (Francisco, Discurso en la fiesta de las Familias y vigilia de oración en Filadelfia(26.09.2015).
4.- La libertad en Cristo quiere decir estar dispuestos como Él a dar la vida por los demás, a renunciar a lo propio para que su obra se haga realidad, a caminar en la verdad y en el bien.
El cristiano está llamado a vivir en el mundo iluminado por la verdad, porque la mentira ata y esclaviza. La verdad hace libres, como dijo Jesús a los judíos: «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Jn 8, 31-32).
Como recuerdan en su Nota para esta ocasión los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, todos debemos promover la vida humana desde su concepción y apoyar el derecho a nacer y a ser acogidos por sus padres con amor. Ninguna madre debería convertirse en víctima del aborto. Hemos de sostener la libertad de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones morales en una formación integral. Estamos a favor de los cuidados paliativos y de la libertad de conciencia; y denunciamos las situaciones en las se constatan diversas formas de esclavitud, trata de personas o condiciones laborales abusivas (cf. Sí a la familia y sí a la vida, Madrid, 22.06.2022).
5.- Pongamos, queridos fieles, nuestra mirada en la Sagrada Familia, como nos ha invitado el papa Francisco para dar un renovado y creativo impulso pastoral y poner a la familia en el centro de la atención de la Iglesia y de la sociedad (cf. Angelus, 14.03.2021).
Por ello “alentamos a todos los católicos a promover la defensa de la vida, denunciando los proyectos legislativos que atentan contra ella y confunden la injusticia con el derecho. Animamos así, con todos los cauces que permite una sociedad democrática, a movilizarse en favor de la vida y a buscar con creatividad nuevos modos de instaurar esta necesaria cultura del cuidado que la promueva y proteja” (Subcomisión Episcopal para la Familia, Sí a la familia y sí a la vida).
Ayer decía el papa Francisco en el Encuentro Mundial de las Familias: “Afirmamos la belleza de la familia, sentimos más que nunca que debemos defenderla. No permitamos que se contamine por los venenos del egoísmo, el individualismo, la cultura de la indiferencia y la cultura del despilfarro, y así perder su «ADN» que es la aceptación y el espíritu de servicio” (Homilía. Vaticano, 25.06.2022). Hoy en Madrid hay una manifestación a favor de la familia y de la vida; es un testimonio público de la fe en nuestra sociedad.
Pedimos al Señor que la Sagrada Familia de Nazaret sea el modelo para toda familia, y para que llene nuestras comunidades domésticas de amor sincero y generoso, siendo fuente de alegría incluso en las dificultades.
¡Que la Virgen María nos acompañe en este camino de testimonio y de esperanza! Amén.
