
La Casa del Sagrado Corazón ha recibido el XII Premio Valores que el diario La Razón concede a entidades y personas que destacan por su servicio al bien común. La entrega tuvo lugar el martes 8 de abril en el Museo Thyssen de Málaga, y desde el Cotolengo acudieron el vicepresidente de su Fundación, Gabriel Leal, y dos de las religiosas que conviven con los acogidos.
También fueron reconocidos los voluntarios que entregaron su tiempo a los damnificados por la DANA y Bancosol, el banco de alimentos.
La Casa del Sagrado Corazón, el Cotolengo de Málaga, es un centro de acogida, una realidad asistencial de la Diócesis de Málaga al servicio de personas que no encuentran un lugar en el que vivir: personas con discapacidad, familias en exclusión, migrantes, etc. encuentran en ella su hogar. Cuando se les cierran todas las puertas, esta casa abre el corazón y los brazos en acogida y ofrece a estas personas la oportunidad de recuperarse y recuperar su ilusión de vivir; en definitiva, volver a la vida.
Los galardones han reconocido al colectivo «Voluntarios ante la dana», un grupo que aglutinó a miles de voluntarios procedentes de toda España y que desempeñó labores fundamentales durante la catástrofe desde la Universitat Politècnica de València (UPV) y al Banco de Alimentos Bancosol.
Estos premios han reconocido la labor de la Casa del Sagrado Corazón de Jesús, conocida en Málaga como el Cotolengo. Esta institución, fundada en 1965 por el padre Jacobo, es conocida por acoger anualmente a decenas de personas en situación crítica de abandono social y sanitario. Actualmente, la institución atiende a cerca de 60 personas residentes, algunas de las cuales llegan tras situaciones de abandono o en condiciones graves de vulnerabilidad. Destaca particularmente por no recibir subvenciones públicas, dependiendo exclusivamente de la Providencia, que se hace presente mediante aportaciones voluntarias de personas e instituciones. La Casa ha sido recientemente elegida templo jubilar para el Año Santo 2025.
El alcalde de Málaga ha entregado el reconocimiento al sacerdote Gabriel Leal, vicepresidente de la Fundación, que ha estado acompañado por dos religiosas que atienden día a día a los residentes de la casa de acogida, la hermana Teresa y la hermana Ana.