La parroquia Nuestra Señora de la Encarnación, en Torrox, ha vivido la dedicación de su altar tras una profunda restauración del templo. El párroco, José Morales, escribe una breve crónica.
El pasado dia 12 de julio la parroquia de Torrox celebró, a las 20 horas, un acontecimiento importante. Tras la restauración de las cubiertas, artesonado, fachadas exteriores, iluminación, solería y megafonía, la parroquia se vestía de fiesta para la dedicación de su altar, renovado por completo.
La presencia de nuestro obispo, Don Jesús Catalá, por primera vez visitando la parroquia, convocó a un sin fin de fieles, allá por los 700, ya que se repartieron el mismo número de recordatorios del acto.
Estuvieron presentes algunos párrocos anteriores y algunos compañeros del arciprestazgo de Axarquía-Costa. El Sr. Obispo recalcó que, ante la renovación de las piedras muertas, conviene una renovación de las priedras vivas.
El párroco abundó después sobre la misma idea: «Permitidme, mis queridos hermanos, que en este día yo os haga la pregunta que estimo que es la más necesaria para empezar: ¿Es posible hacer de las piedras vivas que somos, una iglesia que resplandezca por la solidez de su fe, por la seguridad de su esperanza y por la fuerza de su caridad? Creo que sí. Sólo hay que poner los diminutos granos de arena que tenemos, a disposición del mejor arquitecto, para que Él trabaje nuestros fundamentos, restaure nuestras fuerzas y consolide nuestro afán».
José Morales, párroco de Ntra. Sra. de la Encarnación (Torrox)
