El ecónomo diocesano, Rafael Carmona, ha sido uno de los invitados del programa El Espejo. En su intervención, este diácono permanente se ha referido a la labor que realiza la Iglesia en favor de toda la sociedad a lo largo de todo el año y que, en tiempos de pandemia, se ha visto reforzada.
«En nuestra Iglesia atendemos siempre a las personas y a los más necesitados independientemente de la religión, color o raza»
Escucha aquí la entrevista con Rafael Carmona en El Espejo.
Carmona se ha referido al hecho de que las Cáritas parroquiales hayan atendido en dos meses de pandemia a tantas personas como a lo largo de todo el año 2019: «nuestras Cáritas están desbordadas, pero nunca perdemos los ánimos y confiamos siempre en la providencia divina. Tenemos un pueblo malacitano siempre muy generoso y muchísimos voluntarios de las parroquias y de las cofradías que nos ayudan», y plantea una pregunta: «¿por qué las colas de personas pidiendo ayuda las tenemos en las parroquias y no en lugares públicos? Por algo será».
El ecónomo se ha referido a la labor de la Iglesia que es para todos y reconocida por todos, independientemente de su fe: «En nuestra Iglesia atendemos siempre a las personas y a los más necesitados independientemente de la religión, color o raza». Asimismo, constata que «hay muchas personas que no se consideran católicas, que no van a Misa, pero sí reconocen esa labor social que realiza la Iglesia en hospitales, en centros para drogadictos, en atención al mayor y sobre todo a nivel interno de la misma Iglesia. Tenemos la suerte de que tanto creyentes como no creyentes siguen confiando en la Iglesia Católica marcando la X en la casilla correspondiente en su declaración de la renta».
Y ha hecho un llamamiento a marcar las dos casillas, tanto la de la Iglesia como la de otros fines de atención social: «Yo pediría marcar, por supuesto, las dos casillas. Así la aportación voluntaria sería el doble, pues se asignan este modo el 0 7 % a la Iglesia Católica y el otro 0,7% a los fines sociales. Y quisiera recordar, porque algunos medios por ahí dicen lo contrario, que el Estado no financia la Iglesia. Son los contribuyentes quienes eligen libremente y voluntariamente, cada año, adónde van sus impuestos. Y esto supone un 25% del total del presupuesto de la Iglesia».
Antonio Moreno Ruiz