En estos días se ha iniciado el estudio de la cimentación de la iglesia del Sagrario, dejando al descubierto restos óseos de los siglos XVII y XVIII.
Las catas que han dado comienzo vienen a dar solución a los problemas de integridad del edificio, que venía manifestando grietas en la fachada y desprendimientos en el interior. La iniciada estos días es la primera de las cinco previstas en la iglesia del Sagrario (tres en el interior y dos en el exterior), un estudio que persigue el objetivo de estudiar el estado de la cimentación.
Los arquitectos de la Catedral confirman que el Cabildo está haciendo todo lo que está en su mano para tratar de solucionarlo. Para ello se han llevado a cabo durante los últimos años estudios documentales, sondeos, mediciones e informes. «El principal problema es el asentamiento de la cimentación, que está realizada sobre un terreno inestable y que viene produciendo problemas desde antiguo, y que se han acrecentado en los últimos años, provocando incluso la clausura del templo», afirma Juan Manuel Sánchez La Chica.
«Estas catas quieren comprobar los refuerzos en la cimentación llevados a cabo en los cincuenta del siglo pasado, y buscar nuevas soluciones que sean definitivas», añade.
Según explica a diocesismalaga.es Juan de Dios Ramírez, arqueólogo director de los trabajos de excavación, «estas catas vienen a aportar datos sobre la situación real de los cimientos y plantear las mejores opciones a la hora de solucionar la problemática del edificio».
Además del control arqueológico, Ramírez dirige la documentación de los restos que rodean los cimientos de la iglesia, que al tratarse de una de las más antiguas de la ciudad, son «muy interesantes porque además de ayudar a encontrar una solución, se documentan restos de uno de los puntos más relevantes de la ciudad», explica. Esta primera cata se realiza en la esquina que une las fachadas sur y oeste. En esta última se encuentra el anterior zanjeado de los años 50 y en la sur, las primeras excavaciones han descubierto que el terreno se presenta menos manipulado, dejando a la luz enterramientos procedentes del cementerio parroquial, allí ubicado, con restos óseos de los siglos XVII y XVIII: lo que parece ser una mujer joven y un adulto, así como osarios diversos. Estos restos serán investigados, con la supervisión de antropólogos y arqueólogos, para ser catalogados y trasladados al Museo de Málaga, junto a los restos cerámicos encontrados.
La terminación de las cinco catas permitirá una lectura completa del estado de cimentación del edificio.
Ana María Medina