Rafael Léon es carmelita descalzo y ha compartido un encuentro con los miembros de este movimiento en el Centro Diocesano Císter.
En el encuentro, han participado 13 personas, que han tratado la oportunidad de la Cuaresma y la Pascua para su particular apostolado. «Ha sido un encuentro fraterno y cordial, en el que he tratado de ayudar a la gente a vivir el Misterio del Señor en estos días que se avecinan», afirma León.
Aunque los grupos son autónomos y diocesanos, la misión del consiliario es acompañar a los miembros en su camino espiritual, atendiendo las peticiones concretas que se le hacen llegar. En ese sentido, esta visita no es la primera que el consiliario realiza a la diócesis.
Ana María Medina