A todos los diocesanos
Queridos hermanos y amigos:
Con esta breve carta expreso públicamente mi profunda gratitud al Sr. Obispo y a todos vosotros por estos últimos ocho años (2005-2013) en los que he tratado de serviros como vicario general. Todos comprendéis fácilmente las razones que explican que ha llegado el momento del relevo.
El objetivo principal del ejercicio de mi ministerio en este tiempo, como declaré al tomar posesión de esta responsabilidad, ha sido facilitar el encuentro y la colaboración del presbiterio y de toda la Diócesis con nuestro pastor. Primero con D. Antonio y en estos últimos cinco años con D. Jesús. En este mismo camino deseo seguir ahora como deán de la Catedral.
Os pido perdón a todos por cuantas veces no supe hacer bien mi trabajo como vicario general y moderador de la curia.
Continuemos trabajando con alegría y deseo de servir a la Iglesia, siempre como colaboradores del Sr. Obispo.
Con gratitud, afecto y esperanza,
Alfonso Fernández-Casamayor Palacio