Catedrático del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, Juan Antonio Sánchez López (Málaga, 1967) ha estudiado en profundidad la Catedral de Málaga y desde hace 3 años, dirige el curso que sobre este templo se ofrece en los Centros Teológicos de la Diócesis.
+ información sobre los cursos, en la web www.ceset.edu.es y en el teléfono 952220060 (de 17.30 a 21.00 horas)
¿Cómo nació la idea?
En su origen está el que fuera deán de la Catedral, D. Alfonso Fernandez-Casamayor, que descubrió la necesidad de impartir una formación cualificada sobre el templo a los guías turísticos, muchas veces instruidos más por leyendas que por hechos contrastados. Sin embargo, en seguida se amplió. El Instituto Superior de Ciencias Religiosas San Pablo lo incluyó en su oferta académica de 2015, y desde el primer minuto se abrió a todo interesado: estudiosos de humanidades y amantes de la cultura y el arte en general, consiguiendo una acogida extraordinaria.
¿Cuál es la estructura del curso?
Se pretende un conocimiento exhaustivo y especializado de la Catedral. A lo largo de cinco semanas, con dos sesiones semanales, se imparte mediante clases teóricas, sobre su valor como patrimonio y espacio de culto cristiano así como la historia de su construcción, y mediante prácticas de campo, que llamamos “encuentros con la Catedral”, acercándonos a diferentes aspectos: la pintura, el coro, la capilla mayor, los retablos, las artes decorativas y textiles… Algo que gusta mucho es la visita a la ropería, donde se encuentran los ternos litúrgicos, y que el Cabildo concede como una oportunidad en exclusiva a los alumnos, ya que se trata de una dependencia no oficial, sino doméstica, “íntima”, del templo.
Los malagueños queremos mucho a nuestra Catedral y nos duele cuando hablan sobre ella. Pero para amar hay que conocer. ¿La conocemos lo suficiente?
Yo soy optimista, y creo que, por fortuna, cada vez se va conociendo más. Este curso lo han hecho ya casi 500 personas, y una de sus virtudes es que consigue llevar esa formación a un público amplio, y dota a la persona de herramientas para hacerse su propia opinión acerca de la Catedral, para discernir sobre las informaciones que regularmente nos llegan de este templo a través de los medios.
¿Qué es lo que más sorprende a los alumnos?
De las clases teóricas, curiosamente, el capítulo en el que se evoca la aljama, la primitiva mezquita que fue consagrada como Catedral tras la conquista de la ciudad por los Reyes Católicos. En los encuentros prácticos, la visita al coro y a la ropería.
En su opinión, ¿cuál es el principal valor artístico de la Catedral?
El arquitectónico. En comparación a los templos de su tiempo y al resto de catedrales, se puede afirmar que, aún cuando tiene unos valores patrimoniales o muebles muy importantes, su valor en mayúscula es su arquitectura.
Ana María Medina
