Alejandro: «Cuando llegué a Proyecto Hombre, había perdido el control de mi vida»

Diócesis de Málaga
Diócesis de Málagahttps://www.diocesismalaga.es/
La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Alejandro González termina estos días el programa base de Proyecto Hombre. Gracias a este centro, que cumple 40 años en Málaga, ha superado sus problemas de adicción y emprende una nueva vida con mucho aprendido. Así relata su historia.

«Pedir ayuda no es rendirse, es tener el valor de empezar de nuevo. Es un paso difícil, sí, pero también el más importante»

¿Cuál era su situación al iniciar este camino?
Cuando llegué a Proyecto Hombre, me encontraba en una situación muy complicada. Mi vida estaba marcada por la adicción y decisiones destructivas que me habían alejado de mis seres queridos y de mí mismo. Sentía que había tocado fondo y que no podía seguir viviendo así. Aunque me costaba reconocerlo, sabía que necesitaba ayuda y que tenía que cambiar de estilo de vida. Si no, perdería todo lo que tenía, familia, amigos, pareja e hijos.

¿Fue eso lo que le llevó a buscar ayuda?
Fue una combinación de factores, pero lo que realmente me impulsó fue darme cuenta de que no podía hacerlo solo. Aunque había intentado muchas veces manejar mi situación por mí mismo, me di cuenta de que no podía y que cada vez me hundía más. Mis problemas de adicción ya no solo afectaban a mi salud, sino también a mis relaciones personales y a mi entorno. Estaba viendo que me alejaba y perdía a la gente que quería y eso me dolía. Había perdido el control de mi vida y sabía que algo tenía que cambiar y que no tenía las herramientas para hacerlo por mí mismo y me sentía complementamente perdido.

¿Por qué Proyecto Hombre?
Porque sabía que necesitaba algo serio, profundo y con experiencia. Y Proyecto Hombre era todo eso. Es un programa con una trayectoria larga, sólida, con profesionales y voluntarios comprometidos y con una calidad humana insuperable y donde uno se siente acompañado en todo momento. Lo que más me sorprendió y a la vez me convenció fue que no solo se centraban en el consumo, sino en las personas. En sus emociones, sus historias y sus heridas. Proyecto Hombre no solo me ofreció un tratamiento personal, me ofreció una oportunidad de vida.

¿Cómo definiría este proceso? 
Como un viaje profundo de cambio o transformación personal. No ha sido fácil, ha habido momentos muy duros, pero también ha sido una de las experiencias más importantes de mi vida. Proyecto Hombre me ha dado la oportunidad de parar, mirar hacia adentro y empezar a reconstruirme desde el principio. He aprendido a conocerme mejor, a entender mis emociones, a aceptar mi pasado y a tomar responsabilidades. La principal ayuda que he encontrado ha sido el acompañamiento constante tanto del equipo profesional y voluntarios como de los compañeros que, como yo, están en su propio proceso. Sentirme comprendido, no juzgado y saber que no estaba solo ha sido importante. El compromiso del equipo, su cercanía y la calidad humana con la que trabajan han hecho que en momentos difíciles no me rindiera. También el apoyo de mi familia y amigos, que han estado presentes en todo momento, ha sido fundamental. Este proceso ha durado algo más de dos años y aunque no ha sido un camino fácil y rápido, ha valido la pena cada paso. Hoy me siento una persona mucho más consciente, libre y con herramientas para enfrentar la vida de otra manera.

¿Qué significa ahora graduarse, terminar este proceso?
Significa muchísimo para mí. Es el cierre de una etapa muy intensa en la que he aprendido, crecido y sanado más de lo que pensaba o imaginaba. Es mirar atrás y darme cuenta de todo lo que he superado y del cambio que he vivido como persona. Es una mezcla de orgullo y agradecimiento, porque ese es el esfuerzo que ha supuesto llegar hasta aquí. Pero también lo vivo con respeto y humildad, porque esto no es un punto y final sino un nuevo comienzo de una etapa en la que tendré que seguir aplicando y trabajando en lo aprendido, cuidándome y enfrentando la vida con responsabilidad.

¿Cómo afronta el futuro?
Afronto el futuro con responsabilidad, con los pies en la tierra. Sé que no todo será fácil, que la vida sigue trayendo retos y dificultades, pero ahora tengo herramientas, claridad y, sobre todo, ganas de vivir y de disfrutar de lo que tengo, mi familia, amigos e hijos. He aprendido que el cambio no se consigue una vez y ya está. Es algo que se trabaja cada día. Por eso quiero seguir cuidándome, rodeándome de personas que me quieren y me suman, y sin olvidar de dónde vengo. Afronto el futuro con ilusión. Tengo metas, sueños y la confianza de mantener un estilo de vida diferente al que tenía, con valores, honestidad y respeto hacia mí y los demás. 

¿Qué le diría a otras personas en su misma situación?
A las personas que están pasando por lo mismo que yo pasé, les diría que no están solas, que aunque ahora mismo se sientan perdidas, atrapadas o sin salida, hay una manera de salir adelante. Yo también estuve ahí creyendo que no podía cambiar, que ya era demasiado tarde o que no valía la pena intentarlo, pero estaba equivocado. Pedir ayuda no es rendirse, es tener el valor de empezar de nuevo. Es un paso difícil, sí, pero también el más importante. Si yo pude, cualquiera puede. Solo hace falta dar el primer paso y confiar, aunque sea con miedo y desconfianza. Que no tengan vergüenza de reconocer que necesitan ayuda. Hay lugares como Proyecto Hombre donde realmente te ayudan, donde te escuchan y te enseñan a vivir de otra manera. El camino no es fácil, pero merece la pena: recuperas tu vida, tus relaciones y, sobre todo, te recuperas a ti mismo. Yo le diría que no se rindan, que por muy negro o complicado que parezca todo ahora, siempre hay una salida y que esa salida empieza en uno mismo, en creer y querer de verdad.

Ver este artículo en la web de la diócesis

Contenido relacionado

Las parroquias del arciprestazgo de San Cayetano celebran una asamblea

El sábado 25 de octubre, la parroquia de la Asunción, en...

Los Músicos Católicos invitan a compartir una vigilia de música y oración por la...

La parroquia de santa Rosa de Lima, en Málaga, acogerá el...

Los niños y adolescentes tienen una nueva cita diocesana entregando sus talentos

"Yo le entrego mi talento" es el lema del IV Encuentro...

Enlaces de interés

ODISUR
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.