El cantautor leonés define «La voz descalza» como un diálogo entre dos llamas de amor vivas: Juan de la Cruz y Teresa de Jesús. El sábado 30 de mayo presenta este recital en Ars Málaga-Palacio Episcopal.
Así describe Amancio Prada su primer contacto con estos dos grandes místicos españoles:
«Conocí a san Juan de la Cruz en el bulevar de las Malas Hierbas de París, en 1970. Allí estaba estudiando en una buhardilla de aquellas donde convivíamos estudiantes y emigrantes. Tenía por vecino de habitación a un compañero de estudios en la Sorbona, y yo creo que estaba tan harto de mis canturreos nocturnos que un día llamó a mi puerta y me dijo «Toma, lee» y puso en mis manos un libro gordo, como diciendo «lee y calla», y era la vida y obra de san Juan de la Cruz. Fue peor el remedio que la enfermedad porque cuando llegué al Cántico, las canciones entre el alma y el esposo me encantaron desde el primer momento y pensé que lo más natural sería cantarlo, y así me puse. Santa Teresa vino de la mano de San Juan unos años más tarde, después de haber grabado el cántico espiritual, un director de cine francés que vino a españa a hacer una película sobre las huellas de santa Teresa pensó que yo podría cantar el famoso poema de santa Teresa de «vivo sin vivir en mí». A mí me daba un poco de vértigo, pero me puse y se produjo ese pequeño milagro de incorporar también su música callada, o con esa ilusión he vivido y lo canto».
Ana María Medina