250 aniversario de la bendición de la imagen de María Santísima del Mayor Dolor y 75 aniversario fundacional de la Archicofradía del Mayor Dolor (Parroquia San Sebastián-Antequera)

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Homilía del obispo emérito de Málaga, Mons. Jesús Catalá, durante la Eucaristía con motivo del 250 aniversario de la bendición de la imagen de María Santísima del Mayor Dolor y 75 aniversario fundacional de la Archicofradía del Mayor Dolor.

250 ANIVERSARIO DE LA BENDICIÓN DE LA IMAGEN DE MARÍA SANTÍSIMA DEL MAYOR DOLOR Y 75 ANIVERSARIO FUNDACIONAL DE LA ARCHICOFRADÍA DEL MAYOR DOLOR

(Parroquia San Sebastián – Antequera, 18 octubre 2025).

Lecturas: Ex 17, 8-13; Sal 120, 1-8; 2 Tm 3, 14-4, 2; Lc 18, 1-8.

(Domingo Ordinario XXIX-C)

1.- Los inicios de la Archicofradía antequerana del Mayor Dolor

Un saludo de nuestro Obispo, D. José-Antonio, quien me ha solicitado que presida esta celebración, que con gozo y alegría comparto con vosotros.

Celebramos hoy el 250 Aniversario de la Bendición de la imagen de María Santísima del Mayor Dolor y el 75 Aniversario fundacional de la Archicofradía del Santísimo Cristo del Mayor Dolor y María Santísima del Mayor Dolor, a cuyos sagrados titulares el pueblo antequerano profesa una devoción secular.

Para recordar las raíces de la Archicofradía vamos a remontarnos a 1771, año en que el imaginero almeriense, afincado en Antequera, Andrés de Carvajal y Campos donó al cabildo de la iglesia Colegial de San Sebastián la imagen del Santísimo Cristo del Mayor Dolor, que representa a Jesús en el momento de recoger sus vestiduras tras ser azotado, como podemos contemplar; es una imagen inédita, que no es normal ver a Jesús en esa posición. La advocación primitiva se centraba en otra imagen titulada “Cristo, Nuestro Bien”.

En aquel entonces y para propagar la devoción se hicieron estampas y grabados, bendecidos con indulgencias por el entonces obispo de Málaga, Mons. José Molina Lario; el papa Pío VI concedió en 1782 la indulgencia plenaria; y se construyó el altar del Mayor Dolor como privilegiado de la parroquia.

La Hermandad celebró esta efeméride en 2021, dando gracias a Dios y preparando la fiesta con las actividades eclesiales propias del pueblo cristiano: la formación; la espiritualidad con la celebración litúrgica y la caridad.

2.- 250 Aniversario de la imagen de María Santísima del Mayor Dolor

Hoy celebramos el 250 Aniversario de la bendición de la imagen de la Virgen del Mayor Dolor, gran referente devocional mariano. Y damos gracias a Dios, que nos ha permitido celebrar estos acontecimientos y mantener la fe católica, a pesar de los avatares de la historia. ¡Gracias, queridos cofrades y devotos por vuestro testimonio!

Como vemos en la imagen, la Virgen tiene su mano derecha sobre su corazón, que nos recuerda la profecía de Simeón, cuando los padres de Jesús lo presentaron en el Tempo: «Y a ti misma una espada te traspasará el alma» (Lc 2, 35). No fue una espada en un momento concreto de su vida, sino una espada continua durante toda su vida; desde el nacimiento de su Hijo en Belén donde no encontraban posada (cf. Lc 2, 7) hasta el momento en que la Virgen presenció la muerte de Jesús en la cruz (cf. Jn 19, 25).

Queridos cofrades, lleváis en vuestras manos el testigo para transmitir la fe a las nuevas generaciones; es una tarea difícil y árdua, pero necesaria y noble. Como hemos escuchado en el evangelio de hoy, el Señor se pregunta si cuando venga al final de los tiempos «¿encontrará esta fe en la tierra?» (Lc 18, 8).

Podéis comenzar a contar otros doscientos cincuenta años y preguntaros si, dentro de quinientos años, permanecerá la fe en Antequera y la devoción a la Virgen del Mayor Dolor. ¡Esperamos que, gracias a vuestro testimonio, se mantenga viva nuestra fe en Antequera!

Un signo de renovación de vuestra Archicofradía es la admisión de unos jóvenes en la “Junta Joven”, que serán el eslabón siguiente en la cadena de la historia.

2.- 75 Aniversario de la Archicofradía del Mayor Dolor

La archicofradía del Santísimo Cristo del Mayor Dolor y María Santísima del Mayor Dolor celebra ahora su 75 Aniversario fundacional en 1950, conocida popularmente como Cofradía del Mayor Dolor, que ofrece su testimonio de fe como todo cofrade debe dar.

La devoción a los Sagrados Titulares no queda anclada en la historia pasada, sino que constituye una realidad de fe, que la Hermandad ha mantenido hasta hoy. ¡Enhorabuena, queridos cofrades y devotos!

Cada Miércoles Santo es una fiesta piadosa desde la mañana hasta la noche, iniciando con el “besa-pie” del Señor, continuando con la celebración de la eucaristía, procesionando por la feligresía la imagen del Señor; y la penitencia devocional con el acompañamiento de promesas de luz al Santísimo Cristo del Mayor Dolor y a su Santísima Madre.

La devoción se mantiene diariamente con la “peregrinación” de los devotos a esta iglesia Colegial de San Sebastián, para rezar ante las imágenes sagradas, que hoy contemplamos.

La Cofradía sigue colaborando en la actividad caritativa con los más necesitados a través de la Cáritas parroquial, siendo presencia de Cristo.

Seguid viviendo diariamente, queridos cofrades, vuestra fe y llevando a cabo la caridad de Cristo a los hermanos más necesitados. Seguid profesando la fe y celebrándola en la liturgia; y seguid danto testimonio público de esa misma fe.

3.- La oración constante

Según el evangelio de hoy Jesús explicaba a sus oyentes la parábola de la viuda y del juez inicuo «para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer» (Lc 18, 1).

La viuda insistía al juez que debía hacerle justicia, pero éste no le hacía caso (cf. Lc 18, 2-4). Sin embargo, para evitar que siguiera importunándolo, decidió hacer justicia (cf. Lc 18, 5).

El evangelista Lucas presenta la importancia y el valor de la oración. Jesús nos descubre que orar, al igual que amar, es la tarea más noble del hombre, porque es fruto del ejercicio gozoso del amor y de la confianza; quien ama, reza; y quien reza, ama. Rezar no significa recitar simplemente oraciones aprendidas, sino una relación personal y un diálogo personal con Dios; y no solo para “verborrear” lo que uno quiere, sino para escuchar al Señor.

El Maestro explica a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse. Jesús es el mejor maestro de oración de la historia, porque la ha experimentado en relación a su Padre del cielo. Puede enseñar con autoridad sobre la oración, tanto en la forma de realizarla como en el contenido de la misma. Por eso nos enseñó el “Padrenuestro”, llamada “oración dominical”, que es la oración preferida por el Señor y que lo encierra todo.

Queridos fieles cristianos y cofrades, la oración es necesaria en nuestra vida para alabar y bendecir el nombre de Dios, para llevar a cabo la voluntad del Señor, para mantenernos fieles a la misión encomendada y para dar testimonio de nuestra fe en esta sociedad paganizada.

La devoción a vuestros Sagrados Titulares os mantiene en la fe y en el amor al prójimo y hace que perseveréis en la oración, personal y comunitaria.

4.- Domingo Mundial de las Misiones o Evangelización de los pueblos (DOMUND)

Como hemos escuchado en la monición de entrada, con el lema “Misioneros de esperanza entre los pueblos” (cf. Mt 22,9), celebra hoy toda la Iglesia la Jornada Mundial de las Misiones, que recuerda a cada cristiano y a cada cofrade su vocación fundamental a ser mensajeros y constructores de esperanza, siguiendo las huellas de Cristo, nuestra Esperanza. El lema está inmerso en el itinerario del Jubileo 2025 que estamos celebrando.

Siguiendo a Cristo, los cristianos estamos llamados a transmitir el Evangelio, la Buena Noticia de salvación, a las personas que conviven con nosotros y comparten nuestra época, teniendo en cuenta sus condiciones de vida concretas, siendo así portadores y constructores de esperanza (cf. Francisco, Mensaje para el Domund 2025, 2).

Los misioneros de esperanza son personas de oración, porque la persona que espera en la otra vida es una persona que reza (cf. F.X. Nguyen Van Thuan, Il cammino della speranza, Roma 2001, n. 963).

La evangelización es siempre un proceso comunitario (cf. Benedicto XVI, Spe salvi, 14), que no termina con el primer anuncio y el bautismo, sino que debe construir comunidades cristianas que vivan y anuncien el Evangelio.

Ésta es vuestra misión, queridos cofrades; somos misioneros de esperanza. El Santísimo Cristo del Mayor Dolor es nuestra Esperanza; y María Santísima del Mayor Dolor es la Madre de Jesús, que nos acoge y ampara con su maternal intercesión, conduciéndonos hacia la esperanza eterna.

A Ella le pedimos que nos acompañe en la oración y en nuestro caminar hacia la patria celestial, nuestro verdadero y definitivo destino. Amén.

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