La parroquia de Santa Ana, en Algarrobo, se une a la iniciativa propuesta por el Papa los días 29 y 30 de marzo.
A lo largo de la jornada la parroquia permanecerá abierta ininterrumpidamente y habrá momentos en los que se tenga la posibilidad de acercarse al Sacramento de la Reconciliación. El sacerdote Miguel Chacón, párroco de la localidad, permanecerá en el confesionario gran parte de esta jornada.
VIERNES, 29 DE MARZO
17.00 horas
Celebración de la Santa Misa con la asistencia de los niños de 3° de catequesis.
Inicio de las 24 horas para el Señor.
17.30 horas
Exposición del Santísimo Sacramento. Estación a Jesús Sacramentado.
18.30 horas
Rezo de Vísperas.
19.30 horas
Rezo del Santo Vía Crucis.
20.30 horas
Lectura del Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2018.
22.30 horas
Rezo de Completas.
23.00 horas
Adoración Eucarística.
Oración y silencio.
SÁBADO, 10 DE MARZO
6.00 horas
Rezo del Oficio de Lecturas.
8.00 horas
Rezo solemne de Laudes.
10.00 horas
Rezo del Veni Creator (invocación al Espíritu Santo).
Rezo de la Hora Tercia.
10.30 horas
Celebración comunitaria del perdón.
¿Cómo confesarse? Pautas para una buena confesión.
Desde las 11.00 a las 13.00 horas el párroco confesará a todos aquellos que se acerquen al Sacramento de la Penitencia.
12.00 horas
Rezo del Ángelus.
Rezo del Santo Rosario.
15.00 horas
Rezo de la Hora Nona
Rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia.
16.00 horas
Procesión del Santísimo por las calles Iglesia, Panadería, Maestra Dolores Rivas, plaza España, calle de los Derechos Humanos, Blas Infante, Arroyuelo, las Flores e Iglesia.
Bendición solemne.
Reserva del Santísimo.
Clausura de las 24 horas para el Señor.
El párroco afirma «nos gustaría realizar esta jornada de oración junto a todos los grupos de nustra parroquia, cofradía y todas las persona que lo deseen. Nuestra intención principal es poner en el centro la importancia de la oración y la Adoración Eucarística, esperando disfrutar de una experiencia donde todos nosotros, y en especial muchos de nuestros jóvenes, podamos encontrar el camino para volver al Señor y para vivir un momento de intensa oración redescubriendo el sentido de la propia vida».