Este lunes, último día de septiembre, la Curia diocesana se ha dado cita en la Casa de la Iglesia, para, con una Eucaristía, poner a Cristo en medio de su labor a lo largo del nuevo curso.
Una cita ineludible tras el periodo estival en la que, convocados por el pastor diocesano, Don Sebastián Chico Martínez, sacerdotes y laicos que trabajan en la Curia diocesana han querido compartir la celebración para que la acción del Espíritu Santo impregne las tareas que la Iglesia les tiene encomendadas.
En el presbiterio, junto al Prelado del Santo Reino, el Vicario General, D. Juan Ignacio Damas y el Provicario General, D. José Antonio Sánchez Ortiz, así como el secretario particular del Obispo, D. Francisco Javier Cova, como maestro de ceremonia.
Las lecturas han estado participadas por los laicos y miembros del Tribunal Eclesiástico, D. Sergio Ramírez y Dª Lola Vacas, la monición de entrada por Dª M Ángeles Negrillo y la oración de los fieles por el Delegado de Familia y Vida, D. Juan de Dios García.
Homilía
El Obispo ha interpelado a la Curia no solo como pastor diocesano, sino como miembros de su familia más cercana en la Diócesis y aquellos que, con su colaboración, ayudan en su tarea pastoral. En este sentido, Don Sebastián ha comenzando diciendo: “Nos reunimos en este momento, y junto al altar del Señor, para comenzar oficialmente, dando gracias a Dios y pidiendo su ayuda, un nuevo curso pastoral, un tiempo de renovación en nuestra misión común al servicio de la Iglesia y del Evangelio. Hoy las lecturas nos invitan a reflexionar sobre cuatro aspectos fundamentales que deben guiar nuestro trabajo en este nuevo año: la entrega, el servicio, la humildad, y el discipulado”.
En este sentido, el Prelado jiennense ha subrayado la misión evangelizadora como el fin último de la Curia, en la que tiene que anunciar a Cristo resucitado desde cualquiera que sea el área de trabajo que desarrolle: “Al inicio de este nuevo curso pastoral, estamos llamados a renovar nuestra entrega. La Curia Diocesana, esa gran familia que formamos todos, no es solo una institución jurídica o administrativa, la misión de la Iglesia es evangelizar y todo en ella debe estar al servicio de esta misión. Nuestra entrega está llamada a ser total, buscando siempre el bien de la diócesis y de los fieles, conscientes de que nuestro trabajo, aunque muchas veces sea silencioso o discreto, es una parte vital en la construcción del Reino de Dios”.
Don Sebastián ha enfatizado la labor de cada uno de los trabajadores de la Curia sea cual sea el trabajo que desarrollen, porque todos son necesarios para el buen funcionamiento de la Iglesia diocesana, ya que todos son parte de la Caridad pastoral del Obispo: “Cada una de las personas y organismos que la componen deben ser instrumentos de la caridad pastoral, un servicio que busca siempre el bien de la comunidad. Servimos a los fieles, a las parroquias, a las asociaciones, comunidades de vida consagrada… promoviendo la comunión y la unidad en nuestra Diócesis de Jaén”.
Para concluir su predicación, el Obispo ha pedido la intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, en su advocación de la Cabeza, para que “la Curia de la Iglesia de Jaén sea siempre un lugar donde reine la unidad, la comunión y el servicio, reflejando el rostro de una Iglesia viva, en salida y fiel a su misión”.
Después de la foto de familia, han compartido un aperitivo, en las galerías de la Casa de la Iglesia, para tener un rato de fraternidad y convivencia entre las distintas áreas de trabajo de la Diócesis de Jaén.
Galería fotográfica: «Inauguración del curso de la Curia 2024-2025»
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