Como estaba previsto, el lunes 20 de marzo se ha celebrado el retiro cuaresmal para el presbiterio diocesano en las instalaciones del Seminario.
Junto al Obispo, han participado unos 80 sacerdotes de toda la Diócesis, comenzando a las 10,30 de la mañana tomando un café mientras se iban reuniendo todos. En torno a las 11 ha tenido lugar la meditación en el salón de actos dirigida por el sacerdote diocesano de Málaga D. Alfonso Crespo Hidalgo.
“La misericordia mueve a la conversión personal y activa la conversión pastoral” ha sido el título de su exposición en la que, después de citar unas palabras del Papa Francisco en su mensaje para la Cuaresma, se ha centrado en la estrofa de la oración para el jubileo de la misericordia que hace referencia a los ministros de la Iglesia. A partir de ella, ha reflexionado sobre la figura del sacerdote que en su debilidad experimenta la misericordia y el perdón de Dios para, de esa forma poder sentir compasión por los más necesitados de la misma misericordia. En un segundo momento, a la necesaria conversión pastoral -afirma- ayudaría que quien se acerque a los ministros de la iglesia se sienta esperado, amado y perdonado.
Tras la meditación, los sacerdotes han tenido un tiempo para la oración ante el Santísimo expuesto en la Capilla Mayor, donde finalmente también han celebrado la Eucaristía en la solemnidad de San José presidida por D. Amadeo. En la homilía, Monseñor Rodríguez Magro quiso poner de relevancia la figura de San José, de quien dijo que trató al Niño Jesús «con un profundo amor, con un profundo respeto y a la vez con un profundo sentido contemplativo. José supo captar, interpretar, aceptar y abrir el corazón a un sueño».
El Pastor de la Iglesia de Jaén quiso compartir con los sacerdotes congregados un deseo «Que el Señor nos ayude a interpretar y a descubrir a Dios también en lo que nosotros hacemos, con gestos, con símbolos desde nuestra condición de personas débiles y pecadoras, pero a la vez siendo conscientes de que a través de nosotros está pasando el misterio de la Gracia, se está ofreciendo el misterio de la Gracia».
La jornada concluyó con la comida de un buen número de sacerdotes en el comedor del seminario.
Juan Ramón Gómez
Delegado Episcopal del Clero
