El pasado sábado, 19 de noviembre, se celebraba en el Seminario de Jaén el Encuentro Diocesano de Voluntariado de Cáritas, bajo el lema «Ilusionariado: voluntarios ilusionados para servir».
El objetivo de dicho encuentro, en el que han participado más de 150 voluntarios de las diferentes Cáritas parroquiales, era ampliar la formación y analizar cuáles son los retos que han de marcar su acción en el contexto actual. Tras la charla central, a cargo de D. Luis Antonio Rodríguez Huertas, de Cáritas Diocesana de Almería, se desarrollaron diferentes talleres, en los que se abordaron asuntos como la acogida y el encuentro en Cáritas, la animación en la comunidad parroquial o la cooperación fraterna.
El acto contó, además, con la presencia del Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, quien destacó que la ilusión ha de ser clave en la acción de Cáritas. “Un voluntario de Cáritas es alguien que ha respondido a la llamada del Señor. Esa llamada siempre tiene un rostro, el rostro de los pobres que, en palabras del Papa Francisco, son la carne herida de Cristo”. Sin embargo, según el Obispo, el voluntario no puede quedarse sólo en la acción social. “El servicio de la caridad es un ministerio de la Iglesia, es decir, no actuamos en nombre propio, sino en el de la comunidad cristiana. Vamos enviados por la Iglesia, no estamos solos, y por eso como voluntarios hemos de ser miembros vivos de la Iglesia”.
Durante su intervención, el Pastor diocesano señaló que el reto de la Iglesia ha de ser el de “evangelizar y anunciar a Cristo en todo lo que es, hace y dice”. Para ello, como miembro de la Iglesia, el voluntario de Cáritas ha de recoger en la Eucaristía la fuerza y el sentido de su servicio.
Cáritas Diocesana
