Los Equipos de Nuestra Señora, en el día de ayer, tuvimos muy presente el aniversario del fallecimiento de nuestro fundador, el sacerdote francés Henri Caffarel, así como el duodécimo aniversario del anuncio de la apertura de su causa de canonización.
Varios equipistas se sumaron a las Eucaristías celebradas en las parroquias de San Roque de Jaén y de San Pablo de Baeza, con la intención de dar gracias por nuestro fundador, y con el anhelo de que, en un día no muy lejano, la Iglesia proclame la santidad de la vida del Padre Caffarel, al que pedimos también su intercesión ante el Señor, para que nos conceda las gracias que precisamos y su ayuda para nuestros matrimonios y consiliarios, nuestros equipos y sus responsables.
En la homilía D. Juan Herrera, consiliario del movimiento, nos recordó las palabras del cardenal Lustiger, con motivo del funeral que se celebró en la iglesia de la Madeleine de París el 27 de septiembre de 1996, a los pocos días del fallecimiento del Padre Caffarel, reconociéndolo como “profeta de nuestro tiempo”.
Recordando las palabras que nuestro Obispo Amadeo nos dirigía en fechas pasadas en su carta “del sueño misionero a la misión diocesana”, y siguiendo el ritmo de nuestro Plan Pastoral Diocesano, el protagonismo este año lo tiene el objetivo de dar un paso decisivo en el sueño misionero de llegar a todos. Los miembros de los equipos de Nuestra Señora, bajo la protección de Nuestra Señora Reina de los Hogares, comenzamos un nuevo periodo, tras el Encuentro Internacional celebrado en Fátima, recordando las palabras de nuestro fundador Henri Caffarel “¿Somos conscientes, en efecto de la misión que nos incumbe en el mundo actual de ser… testimonios del amor conyugal, del amor paternal, del maternal, del amor filiar y del amor fraternal?”.
Ricardo Cobo y Mati Peinado
Miembros de ENS
