La Capilla Mayor del Seminario Diocesano acogía el pasado viernes, 29 de junio, Solemnidad de San Pedro y San Pablo, la Eucaristía de acción de gracias con motivo de la clausura del curso pastoral en la curia diocesana.
Dicha Eucaristía estuvo presidida por el Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro, y concelebrada por el Vicario General, D. Francisco Juan Martínez Rojas; el Vicario de Asuntos Económicos, D. Rogelio Garrido; el Canciller-Secretario General, D. Antonio Javier Cañada; el Rector del Seminario, D. Juan Francisco Ortiz; y por otros Vicarios Episcopales, Delegados y formadores del Seminario.
Igualmente, asistieron a la Santa Misa los trabajadores de la curia diocesana y algunos de los seminaristas.
Durante su homilía, el Obispo, mostró su satisfacción con el trabajo que se viene desarrollando desde la curia diocesana y aseguró que “aunque a veces tocamos temas que aparentemente nada tienen que ver con la misión de la Iglesia, todos nosotros tenemos mucho que ver, precisamente, con esa misión que Cristo encomendó a sus apóstoles. Por eso, es bueno que este acontecimiento coincida con la Fiesta de San Pedro y San Pablo”.
Don Amadeo insistió, además, en que nuestra misión tiene que ser “continuidad en la convicción, en el estilo y en el mandato de la misión que el Señor hizo a sus apóstales, en este caso, y de un modo muy especial, en el envío del Señor a los apóstoles Pedro y Pablo”. Y continuaba: “Miremos hoy, por tanto, a Pedro y a Pablo, miremos su estilo, miremos sus pasos… porque en ellos tenemos que contemplar la voluntad de Cristo para su Iglesia. Y tenemos que contemplar la voluntad de Cristo para nosotros, que somos Iglesia del Señor en Jaén”.
Asimismo, quiso poner su mirada en Roma y al Papa. “Me gustaría que no olvidásemos tampoco que, siempre que celebramos este acontecimiento, tenemos que mirar necesariamente a Roma, tenemos que mirar al Papa. Y nuestra mirada tiene que ser siempre de un aprecio profundo y, naturalmente, poniendo hoy lo mejor de nosotros en nuestra oración, nuestros sentimientos, nuestro sentido de Iglesia y nuestra más profunda actitud de comunión con Roma y con Pedro”. “Debemos rezar, en especial, por la labor pastoral de nuestro querido Santo Padre, el Papa Francisco”.
Finalmente, el Prelado quiso dar gracias a Dios “por ese tiempo que hemos dedicado a la Iglesia de Jaén a lo largo del curso y le pedimos que nos siga llevando, que nos siga ayudando a dar pasos y a caminar en esta tarea que nos tiene encomendada”.
Tras la Santa Misa, los miembros y trabajadores de la curia pudieron compartir un pequeño aperitivo fraternal.
