Se trata de los centros diocesanos Seminario Diocesano de la Inmaculada y San Eufrasio, Centro de Formación Cristiana San Pedro Pascual y Seminario Menor de San Juan de Ávila.
El Sr. Obispo de Jaén ha inaugurado oficialmente el curso académico de los Centros Diocesanos: Seminario Diocesano de la Inmaculada y San Eufrasio, Centro de Formación Cristiana San Pedro Pascual y Seminario Menor de San Juan de Ávila.
El acto comenzaba en la capilla mayor del Seminario, a las 11 de la mañana, con la Eucaristía presidida por el Sr. Obispo. Asimismo, estuvo concelebrada por los formadores del Seminario y por D. Ildefonso Camacho, rector de la Facultad de Teología de Cartuja de Granada. A las 12 horas, ya en el salón de actos, tuvo lugar una audición musical con canciones de José Manuel Montesinos que se inspiran en la vida y en la espiritualidad del seminarista mártir Manuel Aranda. Tras dicha audición, D. Miguel Bueno, presidente de la Asociación Manuel Aranda, destacó que los principales fines de dicha asociación son “ayudar humildemente en la pastoral vocacional, así como difundir la figura y el ejemplo de Manuel Aranda, jiennense y seminarista”.
Asimismo, Bueno insistió en que “nuestra Diócesis es afortunada al tener la figura, el ejemplo y la intercesión de Manuel Aranda, como instrumento muy válido en el fomento y, por tanto, en el enriquecimiento de nuestro Seminario. Demos gracias a Dios”. A continuación, comenzó el acto académico. Tras unas breves palabras del rector del Seminario D. Pedro Ortega Ulloa, D. Juan Jesús Cañete Olmedo, vicerrector y jefe de estudios, leyó el acta de la memoria del curso 2009/2010.
Por su parte, D. José María Romero, rector del Seminario Menor, hizo, igualmente un breve repaso al pasado curso académico. Durante su discurso, mostró su agradecimiento y su satisfacción tras ese primer recorrido en dicho seminario. “Gracias al decreto de nuestro Obispo, D. Ramón del Hoyo López, del 4 de junio de 2009, existe hoy el Seminario Menor Diocesano, dedicado a cultivar los gérmenes de vocación sacerdotal de quienes en la adolescencia presentan indicios de esta vocación y se inclinan por el sacerdocio diocesano secular. Con ilusión y con muchas ganas reemprendió su andadura”.
La lección inaugural corrió a cargo del sacerdote D. Luís María Salazar, doctor en teología y profesor del Seminario. Bajo el nombre de “Libertad, obediencia y salvación” su conferencia hacía hincapié en que la libertad no tiene por qué asociarse con la ausencia de limitaciones. “La libertad cristiana, la verdadera libertad que da plenitud al hombre, no coincide exactamente con la ausencia de limitación, sino con un modo distinto de enfrentarse a esa limitación”, afirmó el ponente.
“Los cristianos tenemos la pretensión de creer saber para qué sirve el ser humano. Hemos sido creados para alabar, hacer reverencias y servir a Dios nuestro Señor y mediante esto salvar nuestra alma y llegar a nuestra plenitud. Es decir, para aquel que conoce el fin, la libertad se convierte en elegir el camino para alcanzar dicho fin”, dijo D. Luís María. Tras la entrega de diplomas, el acto concluyó con las palabras del Sr. Obispo, Don Ramón del Hoyo: “han sido tres horas muy intensas y muy bien aprovechadas. Con el deseo y la oración de que el Señor vaya por delante de nosotros en el curso, queda inaugurado el curso 2010-2011”.
