En la mañana del pasado 30 de diciembre, el Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, visitaba la residencia Condes de Corbull de la capital jiennense, para desearles a los residentes una Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.
A su llegada era recibido por su directora, Ana Sánchez; y el sacerdote D. Antonio Aranda, que es el encargado de celebrar la Misa en esa residencia.
Fue encuentro lleno de ternura, en el que el Obispo quiso comenzar agradeciendo al equipo directivo su acogida y el estupendo trabajo, que todo el personal, está realizando con los mayores.
Después, se dirigió a los residentes para recordarles que son una gran riqueza para nuestra tierra. “Vosotros habéis sembrado lo que hoy nosotros recogemos aquí, en nuestra tierra, en nuestra ciudad, en nuestros pueblos… Sois ricos en historias, ricos en experiencias y ricos en sabiduría. La vida os ha hecho acumular riqueza y lo habéis compartido con todos nosotros, especialmente en el ámbito familiar”.
El Pastor diocesano quiso explicar, además, que estos días los cristianos estamos celebrando un acontecimiento impresionante. “Celebramos la Navidad. Celebramos el acontecimiento de que Dios nació en Belén, se hizo carne para estar cerquita de nosotros y llevar adelante un plan de redención, un plan de salvación”. Y añadió: “son fiestas para cristianos, e incluso, para no cristianos. Son días especiales. Días donde se nos ablanda el corazón, donde parece que la sensibilidad nos toca mucho más en nuestra vida, donde nos vienen muchos recuerdos familiares…” Y continuó: “Pero esta Navidad también hay que vivirla y hay que vivirla aquí, en esta familia tan bonita. Una gran familia tenemos la dicha de recibir también el cariño de uno de otros. Me gustaría también compartir mi cariño y que se genere la fraternidad, esa fraternidad que tiene que haber en una residencia”.
Asimismo, Monseñor Chico Martínez, quiso agradecer a D. Antonio Aranda su paso por la residencia para celebrar la Misa allí, con los mayores. Para terminar volvió a dirigirse a los mayores para decirles: “que el Señor os bendiga a todos y a vuestras familias”.
Tras entonar todos juntos varios villancicos tradicionales, el Obispo quiso saludar, uno a uno, a todos los residentes y felicitarles las fiestas.
Finalmente, pudo visitar las instalaciones de esta residencia ubicada en el centro de la ciudad, que está distribuida en diferentes unidades de convivencia independientes y que cuanta, además, con un centro de día.