La inesperada llovizna de la mañana y la tarde de hoy no impedirá celebrar la Vigilia de Oración en El Real de la aldea almonteña
El cansancio acumulado de estos días no impedirá que más de cinco mil jóvenes- unos mil se han ido sumando a lo largo del encuentro- llegados a El Rocío desde las distintas diócesis andaluzas para celebrar la JPJ 2013, disfruten esta noche de la Vigilia de Oración que se celebrará en El Real de la aldea almonteña. Previamente, la casa hermandad de Umbrete acogerá la llamada Feria de los Carismas, en la que distintas realidades eclesiales entablarán un diálogo con los jóvenes, con lo que se iniciará una noche festiva en la que participarán delegaciones de las distintas diócesis y el Coro de Voluntarios creado para estos días, que está formado por jóvenes de toda Andalucía.
Un encuentro lleno de momentos intensos, de frescura y esperanza, al unísono con lo que está suponiendo Río de Janeiro. No podía ser más adecuado el lema del encuentro, «Otro lugar, un mismo corazón», tal y como está siendo mostrado. Por eso, la Vigilia de Oración tendrá, como momento culminante, la conexión en directo con Brasil, para participar, a más de 8.000 Kilómetros de distancia, de la fiesta de una misma Iglesia joven y universal. La noche, que continuará con los turnos de vela ante el Santísimo Sacramento en el interior del santuario de la Reina de las Marismas, será la antesala del colofón a esta Jornada de Pastoral Juvenil: la Santa Misa de envío, con el que se clausurará esta segunda edición del encuentro de jóvenes católicos de Andalucía. La celebración será a partir de las 9’30 horas, en el mismo lugar donde se suele celebrar la Pontifical de Pentecostés, y la presidirá el arzobispo de Granada, Mons. Javier Martín, concelebrada por el resto de prelados andaluces y numerosos sacerdotes participantes en el encuentro.
Ya la noche de ayer inundó la aldea de momentos especiales donde la oración silenciosa sucedía a los cánticos alegres, como piezas de una misma partitura perfectamente acompasadas, en un ambiente fraternal de convivencia que hacía sentir a los presentes una viva pertenencia de unos a otros, como una única y misma familia, la Iglesia. Esta alegría de los jóvenes se contagiaba al grito unánime: «Lo dice el Papa, lo dicen los obispos, la juventud es lo mejor que tiene Cristo»; mientras se congregaban frente al escenario. Momento especialmente emotivo fue el recuerdo al beato papa Juan Pablo II, iniciador de las JMJ y que hizo presente la «reliquia sanguinis» que se alberga en el Obispado de Huelva y que portó el obispo de Jaén, Mons. Ramón del Hoyo. preparado para la ocasión. Los jóvenes rompieron en aplauso, tras el intenso silencio ante la proyección de unas palabras del beato a los jóvenes en la que insistía en el que fue el leitmotiv de su discurso a los jóvenes: «¡No tengáis miedo!»
La Vigilia Mariana dio paso al rezo del Santo Rosario que, siguiendo la tradición del lugar, recorrió las calles de la aldea por el itinerario habitual de la Virgen. Dos interminables filas de jóvenes portando velas, que llegaron a juntar la cabeza con la cola de la comitiva, llenaron el lugar de oración, devoción y bellas estampas, mientras seguían el rezo por la megafonía, dirigido por joven el sacerdote Francisco Javier Real, vicario parroquial de Almonte y El Rocío. Al concluir, los jóvenes pudieron ver, en las pantallas habilitadas junto al escenario, un amplio resumen de lo que deparó la jornada de ayer en Río de Janeiro.
Por su parte, los jóvenes de la diócesis de Huelva han comenzado el día de hoy con la celebración de la Eucaristía presidida por nuestro obispo, José Vilaplana, en la casa hermandad de Gibraleón, donde están siendo acogidos. A continuación, el obispo ha dirigido una nueva catequesis con el título «Ser discípulos de Cristo», que, posteriormente, han podido reflexionar los jóvenes en grupos. La convivencia y diferentes actividades preparados por la Pastoral Juvenil de nuestra diócesis han llenado de contenido la jornada.