La comunidad del Seminario Diocesano cerró una intensa semana en torno al Día del Seminario, 19 de marzo, con una peregrinación vocacional el pasado domingo en la que participó nuestro Obispo, jóvenes de toda la diócesis y el párroco y feligreses de Calañas.
La ruta, organizada por la parroquia de Calañas, recorrió la senda de los Molinos hasta la ermita de Coronada en la aldea minera de Sotiel. Así nos lo cuentan algunos de los parroquianos participantes: «Si el camino de cuaresma, es un camino de obstáculos y un camino de superación personal y espiritual, el camino nos ha ofrecido esa doble posibilidad». Alrededor de noventa personas compartieron esta experiencia, entre oraciones y ratos de conversación. A la llegada a la ermita celebraron la Eucaristía, presidida por nuestro Obispo, a los pies de la pequeña imagen.
Durante toda la semana, los seminaristas se han acercado a niños y jóvenes en distintos centros de enseñanza, y han compartido con diversas parroquias de nuestra diócesis su testimonio y experiencia, pidiendo oración y el apoyo económico para sostener el seminario. Especial mención, la jornada vivida en la Solemnidad de San José en la que los seminaristas Quisito Desiderio Ndivo Nchama, Manuel Beltrán Borrero y Antonio Fernández Albarrán, recibieron la llamada orden menor del acolitado y, por otro lado, los seminaristas Rufino-Diego López Muñoz y José Antonio Calvo Millán recibieron orden menor del lectorado, en la capilla del monasterio de las Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote.