Carta pastoral del Obispo de Huelva, D. José Vilaplana Blasco, con motivo del Día de la Iglesia Diocesana. Queridos hermanos:
Recibid, en primer lugar, un saludo cordial.
Mi estancia entre vosotros en estos dos años me permite estar agradecido por vuestra acogida. En este sentido, os quiero expresar, de manera especial, mi agradecimiento por la colaboración -tanto apostólica como económica- que venís prestando a la Iglesia de Huelva para su actividad evangelizadora. Precisamente, la celebración del Día de la Iglesia Diocesana tiene como finalidad concienciarnos de que los católicos de Huelva formamos una gran familia, que es la Diócesis. ¡Ojalá todos los bautizados descubran su pertenencia a esta familia diocesana!
Como bien sabéis, a partir de 2007, por acuerdo de la Conferencia Episcopal y el Gobierno, la Iglesia católica no recibe aportación económica alguna de los Presupuestos del Estado. Su sostenimiento, pues, depende de los fieles. En adelante, los ingresos para que la Iglesia pueda realizar su misión al servicio de la sociedad provendrán exclusivamente de vosotros, los católicos y personas de buena voluntad.
¿Cuales son, entonces, las fuentes de ingreso para que la Iglesia –personas y servicios apostólicos- pueda autofinanciarse? Dos son los cauces ordinarios de autofinaciación: Uno, los donativos directos de cada persona (limosnas, servicios religiosos, cuotas periódicas, etc.); y el otro, colocando la X en la casilla de la Iglesia católica cuando se realice la Declaración de la renta.
Como veis, es muy importante vuestra colaboración para que la Iglesia siga evangelizando, cumpliendo la misión que Cristo le encomendó Por eso, os agradezco la colaboración, prestada hasta ahora, y tengo la confianza de que la seguiréis prestando con generosidad en esta nueva etapa de autofinanciación de la Iglesia.
A todos os bendigo fraternalmente,
+ José Vilaplana Blasco
Obispo de Huelva
