Entre los días 23 y 24 de mayo de este año, nuestra diócesis celebrará la III Asamblea Diocesana de Hermandades, en la que se tomará el pulso a esta importante realidad de nuestra Iglesia, y proyectará, en línea de continuidad con la línea pastoral de los anteriores prelados, la vida de las hermandades y cofradías de nuestra diócesis para el presente y futuro inmediato.
Cuando iniciábamos el Plan Diocesano de Evangelización, al comienzo del curso pastoral 2010-2011, el mundo de la piedad popular, en la que están insertos las Hermandades y cofradías, ocupaba uno de los objetivos. En concreto, el sexto objetivo: «Atención pastoral a la piedad popular». Para ello se establecieron un conjunto de actividades y líneas de acción pastoral proyectadas en tres ámbitos: parroquial, arciprestal y diocesano.
Entre las acciones más destacadas en el ámbito de la parroquia, se ha querido educar, purificar y recuperar la piedad popular de los fieles; garantizar la coordinación y comunión eclesial de las hermandades entre sí y con los demás grupos de la parroquia; ofrecer cauces de formación permanente; y cuidar, pastoralmente, los cultos que las Hermandades ofrecen a sus Titulares. Por otro lado, a nivel arciprestal se ha querido crear o potenciar la coordinadora arciprestal de hermandades, entre otras propuestas. Finalmente, a nivel diocesano se ha revisado la normativa diocesana, y su reglamento, respecto a las hermandades y cofradías de la Diócesis, cuyo resultado será presentado en la próxima asamblea.
La III Asamblea Diocesana de Hermandades y Cofradías, procurará la profundización en la naturaleza de asociación pública de fieles y su dimensión eclesial de éstas, clarificando su lugar y función pastoral en la diócesis, para lo que se concretarán un conjunto de criterios pastorales básicos que garanticen la unidad y comunión eclesial. Además del trabajo que desde la Delegación Diocesana para las Hermandades y Cofradías se ha venido realizando, principalmente ofreciendo una formación continuada y la revisión y actualización de la normativa diocesana al respecto, a principios de año la delegación envió a todas las hermandades y cofradías de la diócesis un cuestionario para evaluar la vida de éstas: la conciencia de su propia naturaleza y pertenencia a la Iglesia; la situación en torno a las dimensiones formativas, litúrgica y caritativa; y la participación y relación de los miembros entre sí, con los párrocos y la comunidad parroquial. Además, se ofrecía la posibilidad de sugerir propuestas concretas. El resultado de dicha encuesta será presentado en la asamblea.