La tarde de ayer se celebró en el aula Antonio Domínguez Valverde del Arzobispado de Sevilla el acto de presentación del libro ‘El laico en el camino de la sinodalidad’ (editorial Montecarmelo, 2024), que recoge la tesis doctoral defendida por el sacerdote Marco Antonio Rubio, sobre el Sínodo de Sevilla celebrado en 1973. Con aquella cita, la Archidiócesis de Sevilla se convirtió en la primera diócesis del mundo que se paraba a reflexionar sobre la aplicación del Concilio Vaticano II que se clausuró poco antes.
El acto contó con la intervención del arzobispo, monseñor José Ángel Saiz, que destacó cómo, “al contrario de lo que sucede con muchas tesis doctorales muy bien escritas y documentadas pero que no lee nadie, este libro podrá ayudar tanto a nivel académico como pastoral y eclesial”. Monseñor Saiz recordó numerosas referencias del papa Francisco en el contexto del actual Sínodo de la Sinodalidad, y enumeró algunos de los frutos de aquel sínodo del 73 que se perciben en el momento actual de la Iglesia diocesana. “Ese sínodo ya apuntaba las reformas en el modo de proceder que ahora señalan los acontecimientos actuales”, añadió.
Finalmente, señaló que “a todo lector que se acerque a esta obra le será fácil comprender el papel del laico en la vida de la Iglesia”. Hoy asistimos a un “máximo protagonismo de los laicos”.
Por su parte, el autor del libro recuerda que en el evento de 1973 “se tomó conciencia de la importancia del laico en la Iglesia”. “Hay una relación clara entre el Concilio Vaticano II, el Sínodo Hispalense de 1973 y este Sínodo de la Sinodalidad”, añadió. Además, y en esta línea, afirmó que ahora que se está viviendo esta fase final del Sínodo de la Sinodalidad “vemos la experiencia del Sínodo del 73 como algo iluminador para nosotros”.
También intervino en el acto el profesor Miguel Ángel Núñez, que subrayó que este libro “cumple con una deuda que teníamos en el ámbito teológico, porque el Sínodo de 1973 ha llamado más la atención en el mundo civil que en el eclesiástico. Más en el ámbito del Derecho que en el de la reflexión teológica”. A la pregunta de qué aporta este trabajo, Núñez señaló que “todo cuanto supuso el sínodo, viene a realizar una determinada sensibilidad teológica, nueva, que procedía del recién clausurado Concilio Vaticano II, donde el cardenal Bueno Monreal estuvo presente”.
Cerró el acto el decano de la Facultad de teología, Manuel Palma, que subrayó la importancia de este acto, ya que “una tesis no culmina con la defensa ante un tribunal, sino con la publicación del texto, donde se recoge el fruto de ese camino de búsqueda e investigación”. “Por tanto -añadió- este es un momento de in mensa alegría. Palma concluyó con un homenaje expreso a la figura de quien fuera secretario general del Sínodo Hispalense de 1973, el sacerdote Antonio Hiraldo, “quien tanto nos impulsó a leer los resultados de este sínodo, y a vivirlos en el hoy de nuestra propia Iglesia”.
Entre los asistentes al acto se encontraba la letrada e investigadora Lourdes Sivianes, que recientemente presentó el libro ‘El Sínodo de Sevilla de 1973‘ que recoge la tesis doctoral que defendió sobre este evento eclesial celebrado en la Archidiócesis durante el episcopado del cardenasl Bueno Monreal.
