Nuestro obispo, José Vilaplana, invita a vivir la procesión extraordinaria en el Año Jubilar de la Misericordia, que tendrá lugar en Huelva el próximo día 17 de septiembre, “con mirada de fe” y no como “meros espectadores”. Se trata de contemplar, a través de las sagradas imágenes, “el misterio de amor que tendría su desenlace en la cruz”.
Esta manifestación de piedad popular, que vaticina una gran convocatoria y que tendrá una gran repercusión a nivel turístico y económico en nuestra provincia es, predominantemente, “una oportunidad ineludible de redescubrir nuestra identidad como hijos de Dios, marcada fuertemente por una genética cargada de misericordia y llevada al extremo en la muerte en la cruz”, explica. Nuestro Obispo alienta, además, a dejarnos seducir e interpelar con el mensaje que nos transmite cada una de las imágenes que saldrán a la calle porque revelan “la misericordia infinita del Hijo hecho hombre, manifestada en su pasión, muerte y resurrección”. Un Hijo hecho hombre y acompañado de la Virgen María, de forma intrínseca vinculada al misterio de la Encarnación “que con su aceptación de la voluntad del Padre lo hizo posible”.
Asimismo, nuestro Pastor recuerda la actualidad del mensaje que esta Procesión Magna nos quiere hacer llegar. Hoy, en pleno siglo XXI, y de acuerdo con lo que el Santo Padre recoge en su exhortación Evangelii Gaudium, “Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte y ahora está vivo a tu lado cada día para iluminarte, para fortalecerte, para librarte” (EG, 164).
Desde que el Papa declarara este Año Jubilar de la Misericordia el pasado 8 de diciembre, la Diócesis de Huelva ha vivido una invitación continua a ejercer las obras de misericordia, que el propio Obispo de la diócesis quiso visibilizar en primera persona durante la pasada Cuaresma; todo ello, unido al sacramento de la reconciliación, extensivo a todos los sectores de la sociedad, porque “Dios es Padre de misericordia y, ante el pecado, siempre responde con la plenitud del perdón”.