Hoy jueves, 23 de mayo, se ha celebrado, como es ya costumbre en nuestra Diócesis, la Festividad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote en el Convento de las Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote, celebración que ha sido presidida por nuestro obispo, José Vilaplana Blasco, y concelebrada por nuestro obispo emérito, Ignacio Noguer Carmona, junto con buena parte del presbiterio diocesano, y embellecida por el canto gregoriano de las hermanas.
La liturgia de este día invita a adentrarnos en el corazón sacerdotal de Cristo, de pastor y salvador, que se deshace por su rebaño, al que no abandonará nunca. Un corazón que manifiesta «ansia» por los suyos, por nosotros: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer» (Lc 22,15).
La celebración ha sido, también, un acto de acción de gracias del clero onubense a las Hermanas Oblatas, por su oración de la que los sacerdotes reciben fuerza y ánimos para seguir entregando sus vidas gozosamente.