Según se ha dado a conocer esta mañana en el Encuentro del Clero, una de las grandes lacras sigue siendo las 9.000 personas sin acoger en la provincia.
El Clero de la Diócesis cierra hoy el encuentro que le mantiene reunido en el Seminario Diocesano desde el pasado lunes, una cita que se repite cada inicio de curso y que este año ha abordado como tema principal la puesta en marcha del nuevo Plan Diocesano de Evangelización (2015-2019). Después de analizar lo referido a Transmisión y Celebración de la Fe en jornadas anteriores, todas las miradas se han centrado en el día de hoy en el Testimonio de la Fe.
En este sentido, ha sido el vicario, José Antonio Omist, el que ha informado sobre la atención que se realiza en la actualidad a los refugiados en nuestra diócesis por parte de la Iglesia local. Un total de 3.410 inmigrantes, de los que el 60 por ciento proviene de países de conflicto. Son refugiados amparados en la actualidad en los brazos de Cáritas, brazo caritativo de la Iglesia, y que se suman a otra lacra persistente ya en nuestra provincia, la relativa a las 9.000 personas que permanecen estancadas y sin acoger a lo largo y ancho de la provincia.
Ante esta situación, Omist hace un llamamiento a la «racionalidad» e insiste en que «es un problema al que tienen que responder las administraciones públicas y que contará con el apoyo de la Iglesia, que siempre ha estado y estará allí donde nadie llega». Además, ha sentenciado que «demos por seguro que allí donde haya un hombre o una mujer sufriendo, estará la Iglesia tendiendo su mano y haciendo también visibles estas realidades».
El Santuario de Nuestra Señora de La Cinta acogió también ayer por la tarde una celebración del Clero, que ya hoy da por clausurado este encuentro con una comida de fraternidad.