El párroco de Jérez del Marquesado comparte la experiencia vivida en la Navidad que ya pasó.
En la Parroquia de Jérez del Marquesado hemos cerrado, el intenso y bonito ciclo de Navidad, con la celebración de la Eucaristía del Bautismo del Señor donde, los niños y niñas que hacen la primera comunión en este curso pastoral, allá por el 17 de mayo de 2015, han renovado su bautismo junto a sus padres y alguno de sus padrinos, en una celebración preparada por la catequista de este grupo, 4º de descubrimiento en la iniciación en la fe.
Digo que ha sido un ciclo intenso porque hemos tenido una actividad acorde con el tiempo litúrgico que hemos vivido, para que no se nos olvide que el Dios hecho niño en Belén viene a participar de nuestra humanidad y a darle plenitud a lo que por aquí nos movemos y vivimos. También pretendemos con todo ello dar un aíre de familia a la parroquia para que no quede convertida en un super-«mercado» de sacramentos a granel, sino que haya más profundidad en la vivencia de la fe y en sentir que vivir desde la fe en Jesucristo el Hijo de Dios, animados por su Espíritu Santo y acompañados de la mano de la Virgen María, todo suena y sabe mejor, da sabor y luz a la vida.
Empezábamos la Navidad, tras el periodo de Adviento, ubicados en el provisional templo del salón parroquial, pues estamos de reparación de las cubiertas y torre del templo parroquial que, va por buen camino y esperemos pronto esté disponible y con la «cara lavada» para que nos dure otros centenares de años y hayamos podido solucionar las goteras y los desperfectos del bonito artesonado que tenemos.
Como cohete de salida para la Navidad, celebramos la fiesta de la catequesis con la participación de todos los niveles y grupos de catequesis: descubrimiento, crecimiento, profundización, maduración en la fe y grupos de padres y madres de la catequesis; por supuesto, también las catequistas. Hubo poesía, canto, villancicos, teatro, baile y algo para compartir y llenar los estómagos. El balance, positivo.
Entrada la Navidad y tras celebrar la misa del gallo y Eucaristía de Navidad estuvimos llevando la comunión a los enfermos en forma de pedir el aguinaldo, pues cantamos villancicos en sus casas y por las calles. Una experiencia preciosa que no nos puede faltar, porque los enfermos y familiares la esperan como si en ello fuera la vida. Nos acogen, nos invitan… Gracias a todos ellos por lo que nos dan.
Hemos hecho la comida-convivencia de navidad para recaudar fondos para las obras antes indicadas. Este año, un éxito de participación, ¡como nunca! Aquí, más de lo mismo, comida, baile, convivencia, y… objetivo cubierto. Ya era la cuarta que celebramos y seguiremos aunque no tengamos obras porque el objetivo principal es hacer familia, convivencia.
Entrado el año nuevo, el concierto de navidad que ofrece nuestro coro parroquial y la escuela de adultos de Jérez del Marquesado. Cada año se estrenan nuevos villancicos para que no se nos olviden. Terminamos este concierto cantando juntos el villancico El tamborilero. Digo juntos porque participaron los coros y todos los asistentes al concierto que, aunque pocos, bien avenidos.
La víspera de Reyes, la esperada cabalgata de reyes, que recibimos en la Iglesia, para adorar al Niño y ofrecerles sus presentes y mejores deseos para el año 2015: paz, solidaridad, trabajo, amistad, crear familia, salud, etc. Y, como el párroco, dicen que se ha portado bien, ha recibido su regalo que, agradezco enormemente. No cabe duda que uno ha mejorado, pues el primer año, me trajeron carbón, literalmente carbón de encina y picón… y me dieron unas ganas de irme que no veas, jajaja. Así que cuando me preguntan ¿te has portado bien? me pongo a temblar, porque de sus majestades y su séquito…
Y… eso es todo hasta el año que viene por si alguien se anima y nos quiere acompañar.
J. Tortosa Alarcón
Párroco