
La Virgen de la Piedad no procesionó, el domingo 3 de septiembre, por el barrio de San Juan en un Rosario de la Aurora, que es ya es una tradición muy querida entre los bastetanos. La lluvia lo impidió.
Todos, sin embargo, ya ven muy próximo el gran día de la fiesta de su Patrona, el día 8 de septiembre. En la Iglesia universal se celebra la natividad de la Virgen María, pero en Baza se festeja a su Copatrona, la Virgen de la Piedad. Creyentes y hasta no creyentes sienten verdadera pasión por esta advocación mariana. Ofrecen flores. La rezan con devoción. Con lágrimas que no pueden contener. Tiene fama de milagrera. Lo saben bien los Cascamorras como David Marcos Ramírez, que en este año verá cumplido su deseo de agradecer a la Virgen de la Piedad lo que él considera un milagro. Y lo es. La madre de David, Encarni, ha vuelto a la vida tras estar desahuciada por los médicos. Madre e hijo estarán en este año ante la Piedad, bajo el amparo de esa bandera con la Virgen de la Piedad impresa, la misma imagen que está en todos los corazones de los bastetanos.
Rosario de la Aurora, con las primeras luces del día, y con un cielo nublado. Chispeaba. El suelo estaba mojado por una noche sin dejar de llover. Una lluvia, tan necesaria para nuestros campos y nuestros embalses vacíos tras un largo estiaje. Rosario de la Aurora, presidido por el párroco de San Juan y rector de la Iglesia de la Merced, don Emilio J. Fernández Valenzuela. En el presbiterio las Hijas de la Sagrada Familia, que llevan ya dos años entre nosotros. En los primeros bancos estaba la Junta de Gobierno de la Hermandad, con su hermana mayor, María Piedad Checa. Todas ellas han hecho un trabajo impagable para la perfecta organización de todos los actos religiosos de estas fiestas de la Copatrona. Con una Iglesia de la Merced, que ha estrenado nueva iluminación y luce esplendorosa.
Rosario rezado con devoción, con sentimiento. Hombres y mujeres. Muchos son habituales en la Novena. Todos con pena de no haber rezado el Rosario en la Calle. En la memoria de todos estaba aquel Rosario extraordinario del año 2014, cuando participó por primera vez la Virgen de la Piedad, en acción de gracias por su nombramiento pontificio de Patrona de Baza, junto a Santa Bárbara. En aquella ocasión la Imagen de la Virgen lucía un manto celeste bordado con lentejuelas doradas, estrenado en el año 1941, al cumplirse el primer aniversario de la llegada a Baza de la imagen ya restaurada tras los daños sufridos durante la Guerra Civil. Ese mismo manto azul fue el que llevaba la Piedad en el Rosario del pasado año.
Baza mira al Cielo, agradeciendo a Dios esta lluvia tan necesaria. Queda poco para el día 8, cuando tenga lugar la solemne procesión con la Virgen de la Piedad, que hermanará otra vez a bastetanos y accitanos. El obispo, don Francisco Jesús Orozco, estará otra vez en esta fiesta grande de Baza, que se prepara para celebrar por todo lo alto los 500 años del convento y la iglesia, donde tiene su sede canónica la Virgen de la Piedad.
José Gabriel Concepción
Baza