El párroco de Jérez del Marquesado, José María Tortosa, cuenta las vivencias y evalúa los resultados del campo de trabajo infantil que ha tenido lugar en la parroquia, del 15 al 22 de julio. Ayudado por un grupo de monitores de la parroquia de San Francisco, de Granada, ha habido también actividades con padres y celebraciones. 70 niños, casi todos los del pueblo, se han beneficiado de esta iniciativa.
El domingo 22 de julio concluía, con la Eucaristía, el segundo campo de trabajo parroquial «La Tizná». Hemos dado en llamar a esta celebración «la Eucaristía de las familias», pues son ellas las protagonistas con sus hijos e hijas, abuelos y abuelas, tíos, etc. Unos momentos de agradecimiento al Señor y a nuestra patrona «La Tizná» por el buen desarrollo del campo de trabajo.
La celebración de la Eucaristía ha sido el momento de recopilar, de escuchar testimonios de padres, madres, niños, jóvenes, monitores (de la iglesia de San Francisco de Granada y de nuestra parroquia), abuelos y el párroco. También, uno de los participantes, ha recibido su primera comunión, creando momentos muy sentidos y vividos. Son todos implicados, de alguna manera, en la marcha y celebración de esta actividad, que ya nos está demandando una tercera edición. ¡pero de más días!, como era el sentir de los participantes. Por supuesto que la habrá y con mejoras a todos los niveles.
El objetivo inicial del campo de trabajo era poner en marcha el valor «lo importante es participar» y que cada uno de nosotros puede aportar lo mejor de sí mismo para el bien de los demás sin que nadie quede sin hacer nada Este objetivo se ha cumplido con creces. La letra de una canción «no importa, si dudo; no importa si caigo; no importa si pierdo», etc. se cura con la gasolina del amor que todo lo puede, todo lo aguanta, todo lo crece, (parafraseando a San Pablo en su carta a los Corintios 12,31-13,8) y a todos nos pone en movimiento. Este ha sido el sentir de la revisión realizada con todo el equipo de monitores.
Cada momento del campo de trabajo ha tenido su significación, pero destacamos los momentos de oración y celebración, los momentos de encuentro con otras personas que no estaban directamente participando: «fuego de campamento» en la plaza del Molino, charla-coloquio con padres y madres sobre prevención en drogodependencias, cuenta cuentos a cargo de los participantes en el curso monitores medioambientales y verbena al aire libre. Mención especial damos a la ovación general que se produjo en los participantes cuando anunciamos el día de piscina con juegos y baños colectivos. Todo, ¡una pasada!
Es difícil resumir tanto vivido y tanto compartido, pero alguna foto da muestra de ello, así como el vídeo que hemos colgado en Facebook (José María Tortosa Alarcón).
Ha sido 70 los participantes y hemos tenido que dejar fuera a más porque no tenemos espacio para tantos, así que para próximas ediciones, habrá que estar muy atentos para cuando se abra la convocatoria y poder conseguir plaza. Entre los precios (un euro por día) y lo bien que se pasa, no es de extrañar. Los jerezanos/as acogen bien esta experiencia y la apoyan a muchos niveles: invitación a comer, cesión de espacios, aportaciones solidarias, etc. Gracias por tanto bien como nos hacemos. Por cierto, ¡los monitores se pagan su estancia y los materiales de las actividades que realizan. ¡Cuánta generosidad! Gracias también.
J. Tortosa
Párroco de Jérez del Marquesado