El obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco presidió la celebración de la Inmaculada Concepción en la Catedral accitana. Con una Misa pontifical, que terminó con el baile de los Seises y la bendición apostólica, la ciudad accitana celebró esta solemnidad. Asistieron autoridades de la ciudad y muchos fieles, que mantienen viva la devoción a la Inmaculada, como una expresión más de su amor a la Virgen. Participó también un grupo de peregrinos de la parroquia de Cabra (Córdoba).
De hecho, el obispo destacó durante la homilía, cómo en Guadix “dos siglos antes de la proclamación del dogma de la Inmaculada, ya había devoción centenaria a la Inmaculada concepción”, según la placa grabada en piedra junto a la imagen e la Sola, que es una imagen de la Inmaculada Concepción ante la que se hace ofrenda floral en la víspera de la fiesta. Relató el proceso que llevó a la Iglesia a proclamar el dogma de la Inmaculada y comentó cómo la Inmaculada Concepción de la Virgen es expresión de que Dios es fiel y cumple su promesa. También destacó tres enseñanzas de esta fiesta: que María es llena de gracia y nada hay más contrario a la dignidad humana que el pecado; que, en la Inmaculada, aprendemos que Dios siempre es fiel al amor; y que, con la Virgen Inmaculada, somos testigos en medio del mundo de la felicidad única de Dios.
Al final de la Misa, volvieron a bailar los Seises de la Catedral, para dar más solemnidad al día y hacerlo más especial aún.
Además, con esta Misa Pontifical se dio comienzo a un año de celebraciones de los Seises para conmemorar el 75 aniversario de su fundación en la Catedral accitana. Un año de celebraciones que terminará el 8 de diciembre de 2025, precisamente cuando se cumplan los 75 años de su refundación.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix