
Mons. Francisco Jesús Orozco Mengíbar,
por la Gracia de Dios y de la Sede Apostólica,
Obispo de Guadix
DECRETO
La festividad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo se celebra el día 29 de junio, aunque desde hace unos años dejó de ser día de precepto y festivo.
En la Solemnidad de San Pedro, junto a San Pablo el Apóstol de las gentes, recordamos y celebramos el valor único que San Pedro tiene en la constitución y en la vida de la Iglesia y el ministerio permanente que Jesucristo confió a los Obispos de Roma, sus sucesores, a favor de la unidad de la Iglesia. Las Iglesias particulares manifiestan y fortalecen su unidad con la Iglesia Universal por su adhesión, fidelidad y amor al Obispo de Roma, sucesor de Pedro. Esta solemnidad, pues, nos lleva directamente a la consideración del ministerio del Papa Francisco en la Iglesia.
En la homilía de ese día se debe presentar a los fieles la importancia de la comunión con el Santo Padre en su ministerio de unidad y magisterio para la Iglesia Universal, especialmente en estos momentos tan significativos de su ministerio petrino. Signos de nuestra comunión con él serán la oración por su persona y su apostolado; también la aportación a la colecta conocida como “Óbolo de San Pedro” que debe hacerse en todos los templos de la Diócesis, para ayudar a la Santa Sede en el mantenimiento de su servicio a todas las Iglesias, particularmente a las más empobrecidas y que se hará el domingo día 27 de junio.
Dado en Guadix, a dieciocho de junio de dos mil veintiuno.
+ Francisco Jesús Orozco Mengíbar, Obispo de Guadix