El obispo de Guadix, Don Francisco Jesús Orozco, ha vuelto a la iglesia de Santiago de Baza para confirmar a 21 feligreses. De todas las edades. Hombres y también mujeres. De culturas y orígenes, muchos de ellos alejados de estas tierras, aunque vivan aquí. Iglesia diversa y rica, que sigue creciendo y que espera la misión diocesana, una de las acciones programadas para el Año Jubilar Diocesano de la Virgen de las Angustias, que ha concedido el papa Francisco con motivo del Centenario de la Coronación Canónica de la Patrona de Guadix. Muchos de los parroquianos de Santiago abrirán su casas a los misioneros de esta misión. Su llegada es inminente, como nos anunció nuestro obispo y pastor.
NO DEJARSE LLEVAR POR LAS MENTIRAS DEL MUNDO
Para todos, nuestro obispo ha querido lanzar un reto. No dejarse arrastrar por el mundo sin Dios en el que vivimos. “Que no nos hundan los pesimismos, ni las idolatrías, ni las mentiras ni las hipocresías de este mundo. ..Que no nos hundan las mentiras y los circos que nos rodean”, nos decía D. Francisco Jesús a todos los cristianos que le escuchábamos y, de una forma especial, a los que iban a recibir el sacramento de la confirmación. “Valéis mucho. Cristo se ha hecho hombre por cada uno de vosotros. Cristo ha muerto en la cruz porque te ama a ti, a cada uno de nosotros. Cristo quiere caminar contigo y llenar de luz tu desesperanza. No quiere ser en tu vida una estampita que tienes puesta en lo alto de la cama para rezar, en la noche que te acuerdes, un padrenuestro”: el obispo quería llenarnos a todos de esperanza, ausente en nuestro mundo y, a veces, en nuestra realidad diaria. “Tu vida tiene sentido, a pesar de los dolores, las heridas, los problemas y las dificultades.. Tenéis que dejar actuar a Jesús en vuestras vidas. Así será eficaz este sacramento” decía D. Francisco Jesús. Un programa de vida exigente sin duda, pero que resulta atractivo, te arrastra
HAGAMOS UNA NAVIDAD MÁS AUSTERA Y AUTÉNTICA
Don Francisco Jesús nos pidió vivir de forma austera estas navidades y compartir lo poco o mucho que tengamos con el que más lo necesite, pues hay muchas familias con dificultades, que viven muy cerca de nosotros. “La Navidad se ha convertido en una feria del consumismo”, deploró el obispo de Guadix: “¡hasta hay familias que tienen que pedir un préstamo para estas compras navideñas!” Las frías estadísticas confirman estas palabras. Según la OCU, en estas navidades el gasto medio por persona alcanzará los 745 euros, que se irán en comidas y cenas familiares, viajes y regalos. ¡Y eso es una estimación, que será superada lo más probablemente! Don Francisco Jesús nos pidió a todos luchar con todos estos excesos: “no hagamos del Adviento y la Navidad un mero ruido y música. La Navidad es otra cosa. Hay que cambiar el corazón. Cuanto más sencilla, mucho más auténtica”. “Consumamos menos… y ayudemos a los que peor lo pasan”, dijo al fin don Francisco Jesús, que quiso ir mucho más al fondo, al abrirnos los ojos para que comprobemos por nosotros mismos qué cristianismo vivimos.
LIMPIAR LAS TELARAÑAS DE LOS PECADOS
Don Francisco Jesús no quiso terminar su homilía con palabras bonitas. Siempre nos exige más a cada uno de nosotros en este camino de perfección cristiana, que uno asume especialmente desde la Confirmación. “No hay mejor forma de preparar la Navidad que una buena confesión. Como hacemos con nuestras casas cuando viene alguien importante. En ese encuentro con el Señor tenemos que limpiar las telarañas de los pecados”, nos decía don Francisco Jesús para elevar a continuación el tono de voz con la intención de despertarnos y sacarnos de nuestro adocenamiento: “con esa confesión, la oscuridad desaparecerá y podrá brillar la luz.”
También tuvo palabras de compromiso para los que iban a ser confirmados: “tenéis que dejar actuar al Señor en vuestras vidas… perdonar al que os hace daño. No hablar nunca mal del prójimo… ser buena gente, sin dejar zonas de sombra en nuestro corazón.”. Yo me quedo con estas últimas palabras de nuestro obispo: ser luz en esta Navidad, que tenemos cerca. Una luz más brillante que las de neón de nuestras calles, pues brotará de un corazón totalmente entregado a Cristo.
José Gabriel Concepción
Baza
