
Ha pasado un año y seguimos ahí. Fieles a la llamada de nuestra Madre. Un sábado tras otro. Así un año. Es una de las más recientes manifestaciones religiosas de Baza. La más joven. Apoyados desde el principio por nuestro párroco de Santiago, Sergio Villalba, que no deja de anunciar este rosario al final de cada Misa. Comienzos modestos. Humildes. Con mucha ilusión. Nos sentimos pequeños, mientras sentíamos esos barruntos. de Dios. Poco a poco empezamos a ser conocidos. En 10 comercios y tiendas de Baza podemos poner ya nuestros carteles anunciando el rezo del rosario. El nombre de María nos abría las puertas. Lo hemos experimentado siempre que desplegábamos el cartel y mostrábamos la imagen de la Inmaculada
Al principio, empezamos tan solo 5 personas: Elena, Guillermina. Nines, José Gabriel y Mariano, que desde entonces pone la música y la voz. Pronto, se unió Sole, la esposa de Mariano. Hoy, ya multiplicamos por dos o por tres esa cifra. Se nos ha unido un joven de 93 años, llamado Eloy, recio como buen aragonés, pero que se emociona en cada misterio hasta que se le saltan las lágrimas de emoción. No nos importa el número. Solo queremos ser fieles a la fe y a la Iglesia, que amamos. Tenemos muchos proyectos, que ofrecemos a Nuestra Madre del Cielo. El grupo matrimonial San Torcuato, el apostolado del rosario entre los más jóvenes en institutos y colegios, recuperar el cine católico y conseguir que se generalicen las ofrendas florales de los bastetanos ante este monumento a la Inmaculada en fiestas señaladas de la Virgen, como ocurre en otras ciudades de España. Lo más inmediato es que la Inmaculada recupere su aureola, meta en la que hemos empeñado todos nuestros esfuerzos desde hace un año. D. Francisco Jesús, nuestro obispo, ha prometido su asistencia. Un acontecimiento en el gran libro de la historia de Baza. Solo falta fijar la fecha y a veces no resulta fácil cuadrar agendas. Al menos, eso nos parece desde «Baza por el Rosario», que en estos meses ha estado presente en todas las instancias para lograr que al fin la Inmaculada tenga su aureola, que ya está terminada por el taller bastetano «Hermanos Donaire». El apoyo de Manolo Gavilán, mientras estuvo en la alcaldía, fue decisivo. Hay muchos más proyectos que ofrecemos a Nuestra Madre y que con su ayuda veremos realizados.
En Éfeso, el que esto escribe vio admirado la imagen que preside el Altar de la casa de la Virgen. No tiene manos. Sus brazos permanecen abiertos, pero sin manos. Un signo y una llamada. Tenemos que ser las manos de la Virgen para hacer el bien y extender el amor de Dios por el mundo. Esa es la gran lección que hemos aprendido durante este año rezando el santo rosario en la plaza del Arco de la Magdalena. Todos los primeros sábados de mes. Y así seguiremos. Soñando a lo grande. Para mayor gloria de Dios. Aunque reconozcamos nuestras muchas limitaciones y carencias. Con humildad. Somos hijos de María, que hoy han vuelto a encontrarse con Ella otro primer sábado de mes, en esta plaza céntrica de Baza. Hacía frío, pero nuestro corazón ardía, mientras íbamos pasando las cuentas desgastadas de nuestro rosario y ofrecíamos a Nuestra Madre del Cielo un ramo de flores blancas.
José Gabriel Concepción
Baza